❝La vida pende de un hilo y tú estás dispuesto a robármelo, todos estamos en peligro contigo aquí❞.
¡Prepárate para una buena dosis de Drama!
#4 en BIA |12•08•19|
#1 en Guido Messina |16•09•19|
#2 en Julio Peña |24•10•19|
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•°━━━━━━━━━━━━━━°• Capítulo 04 "Todo dependía de ti" •°━━━━━━━━━━━━━━°•
______________________
— ¡Rápido! ¡Bajen!— Michael les gritó a los chicos enojado.
Julio tomó cuidadosamente a Isabela en sus brazos para bajarla de la camioneta ya que seguía inconsciente. Guido ayudó a Giulia, la herida ya había dejado de sangrar pero aún así necesitaba ser vendada para evitar que se infecte. Agustina simplemente caminaba con la cabeza agachada, reflejando que no estaba asimilando lo que ocurría a su alrededor.
Todos bajaron y Michael se acercó a Julio.
— ¿Qué haces? La llevaré yo— los dos se miraron amenazantes.
— No dejaré que la vuelvas a tocar o lastimar.
— No hagas promesas que no podrás cumplir— lo miró desafiante. Julio pasó de largo, ignorándolo por completo. Michael enojado se adelantó el paso.
Estaban frente a una gran Hacienda, alrededor sólo se encontraba un campo abierto, todo estaba rodeado de árboles y a lo lejos, aún en la oscuridad, se podía apreciar un gran lago. La naturaleza reinaba en el lugar.
Julio miró para sus espaldas, estaban escoltados, no tenían escapatoria.
Regresó su vista al frente al sentir que alguien se movía incómoda en su regazo.
— ¿Julio?— Isabela preguntó un poco desconcerta— ¿En dónde estamos? ¿Qué está pasando?— miró a su alrededor mientras una de sus manos tocaba su cabeza sintiendo la sangre que brotaba ligeramente de su frente.
— Tranquila... sólo...— tal vez Julio no buscaba la forma de explicarle a la chica lo que estaba ocurriendo, así que guardó silencio.
— ¡Oh por Dios! Michael nos trajo hasta acá, no no no, esto es mi culpa. Yo los metí en esto, lo siento mucho— algunas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
— No es tu culpa Isabela, Michael...— realmente las palabras no surgieron de nuevo, sólo se limitó a sujetarla más en su regazo a modo de protección.
— ¡Michael! Mi amor, volviste— una chica pelirroja salió de la casa y corriendo se arrojó a los brazos de Michael plantándole un beso.
Julio la reconoció al instante, era Ana Jara, ella había sido su compañera de escuela en Madrid, cuando aún vivía en España.
Isabela al ver la escena, escondió su rostro en el pecho del chico. Julio sabía que a ella aún le dolía la traición de Michael y más ahora por lo que le había hecho.
— Ana, quiero que regreses ahorita mismo a La Ciudad, ya no te necesito más acá— la chica lo miró ofendida.
