CAP 12: Duelo

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Cuando enfrentamos una pérdida pasamos por cinco etapas diferentes de duelo.

Negación, ira, negociación, depresión y aceptación, pero cuando finalmente llegamos a la etapa final nos damos cuenta de que tan dolorosa fue la pérdida para nosotros.

***

-Rias es normal que pases por esto -dice la psicóloga Jules- los psicólogos lo conocemos como las cinco etapas de duelo, empiezas por la negación, te niegas a aceptar que esa persona ya no estará más a tu lado e incluso te sientes culpable por no haber podido hacer nada por él, luego sigue la etapa de ira, te culpas una y otra vez por lo que pasó, sientes rencor y enojo hacia quien lo provocó, sigue la etapa de negociación, aquí empiezas a entender porqué pasaron las cosas y te convences a ti misma de que jamás harás algo ni dejarás que alguien más haga lo que esa persona hizo, lo que lo llevó a la tumba, la cuarta etapa es la depresión, lloras sufres, gritas, esta etapa es similar a la primera pero aún peor, sientes que una parte de ti también murió con él y te niegas a pensar en otra cosa que en los recuerdos, pero finalmente después del dolor viene la última etapa, la aceptación, al final decides aceptar la pérdida y te resignas a pensar que él ya no estará a tu lado, conservandolo como un hermoso recuerdo, aunque esta etapa también frena a muchos durante un largo tiempo.

-No necesito esto -le digo de mala gana.

-También crees que no necesitas a nadie para superarlo -continúa sin prestarme atención- y piensas que la soledad es tu mejor compañía pero realmente no es así, si no hay nadie a tu lado, el duelo será muy doloroso.
-No lo necesito -repito calmada- estoy bien.

-Rias, me contrataste por algo -insiste- y estoy segura se que no estás bien, aunque aparentes lo contrario.

-Lo siento tengo que trabajar -me levanto y me encamino a la puerta de la oficina.

-No insistire pero no me iré de aquí hasta que decidas hablar -me detengo en la puerta y luego salgo de la oficina de la psicóloga de la empresa.

Camino hacia el ascensor, los empleados me miran tratando de disimular mientras rumoran entre ellos de como me afectó la noticia de la muerte de mi esposo, aún así había pasado apenas tres días desde el funeral y trataba de asimilar todo fingiendo ser fuerte.

Entro al ascensor y al cerrarse las puertas me derrumbo en el piso a llorar sobre mis rodillas, nunca me había visto tan afectada, me preguntaba porqué ahora que al fin era feliz lo perdí todo, sin Dereck no era nada.

-¿Estás bien?.

Me levanto de golpe al escuchar la voz de Dereck, pero no estaba allí sólo era mi cerebro jugando conmigo, destrozando más mi ser.

Pero esa no era yo, yo era fuerte, yo no me derrumbaba ante algo así, no podía aceptar que Dereck no volvería así que pensaría que se fue de viaje por negocios, y yo debía ocuparme del imperio que creamos juntos.

Al entrar a la oficina creí que podría sentirme a salvo pero realmente me sentía peor, sentía su presencia, podía percibir su fragancia, el calor, recordaba esa sonrisa que llenaba la oficina de alegría, su decisión y liderazgo, entre otras cosas que hicimos en ese lugar, nuestro lugar.

Me sentía fatal, y me aferraba a la idea de que pronto entraría por esa puerta, con esa sonrisa que tanto amaba.

Alguien tocó la puerta despacio, tomé un pañuelo del escritorio y me seque la cara con rapidez, pedí que pasaran, era Lía, mi secretaria y asistente de primera mano.

MAGNATE   Trabajando para el Sr. GokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora