CAPITULO V

22 4 0
                                    

Marycielo y yo decidimos ir de campamento para distraernos, y estar lejos de la vida loca que hay en ese edificio. De paso que le tengo una velada romántica. Espero todo salga bien porque todo lo planee a la perfección espero no ocurra ningún desastre si no me pondría mal y màs aun que lo estoy haciendo con tanto amor. Ella es increíble se merece todo hasta los cielos. Me hubiera encantado mostrarle mi mundo pero ya no puedo volver. ¿Lo extraño? Un poco. Pero es un sacrificio que todo ángel hace cuando se enamora de un humano. Y por Marycielo prefiero estar aquí y vivir la vida loca con ella que estar arriba como estatua cuidando un palacio. Aquí puedo experimentar tantas cosas. 
-Llegamos ---menciona Mary. 
-Si ---sonrió. 
-Iré a ver un vistazo como es la cabaña. 
-Claro. 
Están hermosa cuando sonríe y màs aun con este conjunto. Parece toda una explorada. Me encanta. Se ve tan linda. 
-Vaya, no sabia que incluso aquí había ducha. Pensé que nos bañaríamos en el rió. 
-¿Eh? ---eso me sorprendió. Yo también pensé lo mismo. 
-Bueno, tomare una ducha. 
-Claro... iré a la cocina a preparar algo. 
-Si. ---me da un beso en la mejilla. 
Me ruborizo. 
Ya son tres años que voy saliendo con Mary y ahora que me pongo a pensar. No he experimentado la otra fase de los humanos. ¡Ay, no! ¿Y si la daño? Soy muy fuerte. Pueda dejarla moretones o algo. Y tengo que cuidarla en vez de dañarla. 
Oh cierto... en la mochila de Mary deje algunos utensilios. Espero lo haya dejado en la habitación. 
¡No me jodas! Su mochila esta en el baño... ¿Eh? La puerta esta abierta. 
Tocare la puerta. Puede que Mary piense que soy pervertido. 
-¿Si?
-Mary en tu mochila hay unos utensilios de cocina. Voy a sacarlo. Tu sigue bañándote... imagina que no estoy aquí. ---entro con los ojos cubiertos.
Me tropiezo y al final siento su respiración en mi hombro. Me asusto y volteo desesperadamente. Nuestros labios se juntaron mientras que el agua corría por nuestras cabezas. Ella solo muestra una sonrisa liviana y besa mi frente, vuelve a la bañera. Mi corazón late demasiado rápido cuando la tengo muy cerca. ¿Deseo? ¿Pasión? ¿Amor? No sé lo que siento pero si esta es tu forma de enamorarme... lo estas logrando poco a poco. Ella termina de bañarse y se coloca una toalla cubriéndose su cuerpo. 
¡Mierda! La vi desnuda... la vi desnuda... la vi desnuda... ayuda... ayuda... ayuda... ¿Què hago? 
-Siempre torpe. Ten cuidado a la próxima. 
-¿Eh? ---acaso no tiene miedo que le haga algo. ¿Acaso no ve que soy hombre? ---Mary, no tuviste miedo con lo que acaba de pasar hace un momento. 
-No
Me siento decepcionado. ¿No me ve como un hombre? 
-¿Porque? 
-DK me respetas demasiado. Incluso me has visto en otras ocasiones desnuda. 
-En ropa interior. No desnuda de esta forma. 
-Bueno, igual me respetas demasiado. 
-¡Eh! 
Sentía un aura tan romántica en estos momentos, la jalo hacia mi cuerpo. Me mira fijamente a los ojos, y por un momento, o quizá durante una eternidad, le sostengo la mirada inquieta y ardiente, pero al final centro la atención en su bonita boca. Y por primera vez en mis tiempos de vida quiero que me besen. Quiero sentir sus labios junto a los míos. ¡Bésame, maldita sea!, le suplico pero no puedo moverme. Un extraño y desconocido deseo me paraliza.
-¿Quieres un beso? 
-Si ---lo digo en un tono tembloroso. 
Nos besamos y empiezo acariciar su cuerpo. 
--Si, por favor... ---se me lanza. Nos  besamos tan apasionadamente.
-Vamos a la habitación... --le susurro al oído. Ella solo asintió con la cabeza y nos fuimos a la habitación.
-DK... se lo que va pasar en este momento. 
-No te preocupes. Seré delicado y cariñoso. 
-Esta bien.
Marycielo tiene una piel preciosa, trigueña y perfecta. Quiero besártela centímetro a centímetro. Me ruborizo. Madre mía... Meto las dos manos entre sus cabellos y le sujeto la cabeza. Su beso es exigente, su lengua y sus labios, persuasivos. Gimo y mi lengua indecisa se encuentra con la suya. Me rodea con sus brazos, me acerca su cuerpo y me aprieta muy fuerte. Una mano sigue en mi cabello, y la otra me recorre la columna hasta la cintura y sigue avanzando, sigue la curva de mi trasero y me empuja suavemente contra sus caderas. Sentira mi erección, que empuja lánguidamente contra mi cuerpo. Ella gime sin apartar los labios de su boca. A penas puedo resistir las desenfrenadas sensaciones -- ¿o son hormonas? -- que me devastan el cuerpo. La deseo con locura. Lo cojo por los brazos y siento sus pechos. Es sorprendentemente... suavecitos. Con gesto indeciso, subo las manos hasta su cara y su cabello lasiado, que es muy suave a pesar de estar húmedo. Tiro ligeramente de ella, y yo gimo.
-Hueles muy bien --murmuro.
Cierra los ojos, con expresión de puro placer, y siento como una sacudida. Extiende un brazo, tira del edredón, me empuja con delicadeza y caigo sobre la cama. Jadeo, muerta de deseo. Es casi doloroso, pero siento que el recorrido se proyecta sobre mi. Gimo. Sin apartar los ojos de mí, vuelve a recorrerme el cuerpo, esta vez con la lengua, y después con los dientes. Mierda. ¿Cómo puedo sentirlo entre mis piernas? Caigo sobre la cama gimiendo. Oigo su risa ahogada.
-Estas muy húmeda. No sabes cuánto te deseo Mary. ---Introduzco un dedo dentro de ella, y ella grita mientras lo sacaba y vuelvo a meterlo. Le froto el clítoris con la palma de mi mano, y grita de nuevo. Sigue introduciendo el dedo, cada vez con más fuerza. Gimo.
De repente libero  mi erección. ¡Dios mío! Oh, no... ¿Cómo va entrar? Ya me siento avergonzado.
-No te preocupes --me susurra mirándome a los ojos --. Se inclina apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que queda suspendido por encima de mí. Me mira a los ojos.
-¿De verdad quieres hacerlo? ---le pregunto en voz baja.
-Si... --susurro.
-Seré el primero en tenerte Mary... ya de aquí nadie te va poner la mano encima más que yo... Eres mía, solo mía --en tono posesivo --. Levanta las rodillas.
Obedece de inmediato.
-Ahora voy hacerte el amor, señorita Marycielo --murmuro y coloco la punta de mi miembro erecto delante de su sexo--. Duro --susurra.
Y la penetro bruscamente.
-¡Aaay! --grita.

LOVE MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora