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Ana dormía cómodamente cuando de repente alguien comenzó a despertarla con lo que parecía ser una tompreta, ella brinco del susto y se levantó de repente notoriamente exaltada.

—¿¡Qué pasa!?—Dijo ella y observo a Min Yoongi sentado en un sillón individual que había en la habitación de ella con una trompeta en mano.

—¿Está linda verdad?—Comentó él refiriéndose a esa trompeta con una sonrisa divertida.—La compre en un bazar hace unos días, moría por probarla—Dijo él y Ana lo miró algo molesta.

—Casi me dejas sorda Yoongi—

—¿Es así? Hmm la compre para usarla como despertador—Se encogió de hombros soando burlesco.

—¿En qué tiempo vives?, existen despertadores, celulares con alarma, incluso pudiste venir a decírmelo, no estamos en la guerra—Dijo Ana.

—Oh no, tienes razón, no estamos en la guerra—Se levantó de aquel sillón y acomodo su saco caminando directo hacia ella hasta acercar agachandose levemente y casi pegando su rostro con el de su contaría.—La guerra apenas comienza Ana—Susurro él.

Ana trago saliva y miró con los ojos bien abiertos a Min Yoongi y por un momento se le hizo bastante parecido a una persona, la única persona en este mundo que lograba ponerla nerviosa con una mirada. Ella pensó en Taehyung.
Yoongi aprovecho el silencio de Ana y Sonrió separándose de ella.

—Levantate, toma un baño, bajas a desayunar algo y prepárate porque hoy empieza tu entrenamiento—Comentó él.

—¿Entrenamiento?, ¿De qué hablas?, tengo que ir a trabajar—Comentó ella parándose de la cama y caminando para pasar de largo a Yoongi.

—Eso no va a suceder—Dijo él deteniendola con su brazo en él estómago.

—Oye ¿que te pasa?, sueltame—Gritó ella y a pesar de que intentaba caminar de largo Yoongi no la dejaba.

—Ana, no dejaré que te vayas ¿Aún no entiendes la situación?—Cuestionó y luego la soltó cuando sintió que ella ya no ponía resistencia.

—Esta bien—Ella suspiro dándole la razón, porque la tenía realmente y odiaba dársela.

—Cuánto más cooperes, más rápido podremos salir de todo esto—Dijo él.

—Pero, ¿De qué tipo de entrenamiento hablas?—Cuestionó ella.

—Voy a enseñarte defensa personal, tienes que saber pelear, defenderte, no puedes solo andar por ahí dependiendo de otras personas—dijo él.

Ana solo asintió e hizo todo lo indicado anteriormente.

—Bien Ana, aquí vamos a estar entrenando de ahora en adelante—Dijo Yoongi.

El lugar era como gimnasio que estaba en la parte trasera de esa casa, donde había ring de boxeo, tapetes de hule y equipo para hacer ejercicio, Ana estaba muy sorprendida.

—Oh por Dios, esto es sorprendente—Dijo ella.

—Lo es, ahora comencemos, ¿Estas lista?—

Ana y Yoongi estaban vestidos para la ocasión, aunque Ana tenía mucho miedo, jamás había peleado en su vida y temía a un poco por Yoongi, ese tipo era algo especial.
De todos modos supuso que esto era una buena idea y que algún día ella podría necesitarlo.

—Voy a darte tres reglas importantes cuando peleas con alguien, uno; Nunca subestimes a tu oponente, dos; Siempre tienes que estar alerta y tres; Nunca cantes victoria antes de tiempo. —Comentó Yoongi.

Y así estuvo Ana todos los días a la misma hora, entrenando, aprendiendo defensa personal, karate, artes marciales que la ayudarían, también llevaba clases de boxeo, se ejercitaba y se alimentaba bien para mantenerse en forma, pero nunca podía lograr derribar a Yoongi.

𝘿𝙞𝙨𝙛𝙧𝙖𝙯  | Taehyung (2do libro I Hate You) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora