Ciudad de los Inicios

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—Yo también tengo hambre, quizá no la tendríamos si no te hubieses tomado ¡todo nuestro pinche dinero!

Ya había pasado un día desde nuestra llegada, pero seguíamos tan perdidos como el día anterior

—En mi defensa, llegué medio día antes que tú y estaba muy aburrida esperándote.

—¿Medio día? ¡Pero si me mandaste a mi primero!

—Bueno, los objetos divinos suelen enviarse antes para evitar problemas con sus portadores y el tiempo se mueve de manera muy diferente entre el limbo y este mundo.

—Y si tanto sabes, ¿Por qué no me dices que hacer?

—Bueno, supongo que tendrías que registrarte en el gremio de aventureros para que ellos te den trabajo.

—¿Y dónde queda eso?

—Ni idea ja, ja, ja

Caminando por las calles repletas de aventureros sedientos de fama y fortuna, un viejo de apariencia humilde parecía ser el más confiable de todos.

—Ohm buenas tardes, señor.

—Buenas tardes, camarada ¿Qué acontece de tu existencia?

—Uh ¿Podrías decirme hacia dónde queda el gremio?

—Por supuesto, vete recto por esta calle y es la primera al doblar a la derecha —dijo mientras la señalaba.

Empezamos a caminar de nuevo buscando el dichoso gremio hasta llegar a un viejo y sucio edificio

—¿Se supone que este lugar es el gremio?

—Jajá, te vieron la cara de idiota.

—¡¿Dónde está el maldito gremio!?

—¡Oh! ¿Tú también vas hacia el gremio? —Exclamó una chica de cabello marrón que llevaba un bastón en la mano

—Sí, así es.

—Oh, simplemente sígueme —dijo antes de empezar a caminar en la dirección opuesta.

Mientras caminábamos, ella empezó a hacerme preguntas.

—¿Eres nuevo por aquí?

—Justo llegué hoy

—¿Viniste del reino vecino?

—Oh no, en realidad vine de... —En ese instante pensé que no podía decir mi lugar real de procedencia, así que intenté cambiar el tema —Espera, ¿Ese es el gremio?

—Sí, ese es él... ¿De dónde vienes?

Entramos al gremio donde lo primero que se podía observar era una buena cantidad de personas tomando alcohol y pasando el rato.

Al fondo, una chica rubia que llevaba un uniforme puesto miraba con una sonrisa todo el lugar y a su lado, un tablón lleno de afiches de misiones.

Caminé recto frente a todos hasta llegar a la empleada y empecé a hablar un poco inseguro

—Quiero registrarme en el gremio

—Parece que tenemos un nuevo aventurero, ¿no es así? Espérame unos minutos mientras preparamos la máquina.

Pude observar una especie de láser sobre una esfera la cual grabaría garabatos en una tarjeta.

Iris se acercó con la intención de registrarse también y la chica que nos trajo miraba muy emocionada

En algunos minutos, una enorme cantidad de personas estaba rodeándonos, ansiosos por ver el nacimiento de una nueva estrella.

—Bien, les explicaré las tarjetas: Los aventureros tienen ocupaciones distintas, donde cada una de ellas cumple un rol, y para obtener una ocupación necesitas una tarjeta como esta —dijo mientras señalaba la tarjeta en su mano.

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