La primera semana de clase había llegado a su fin, y ya tenían como tres exámenes para los próximos tres días. Era algo simplemente agotador para Hyunjin.
Estudiar no era algo de su estilo, pero si quería pasar de año tendría que hacerlo, cueste lo que cueste.
Pero hoy era viernes, el último día de la semana, uno de sus días favoritos.
En este tiempo, Hyunjin se volvió alguien popular dentro de la institución. Tenía muchos amigos, con los cuales salía a jugar fútbol y a algunos bares.Se miró al espejo de su baño, aún tenía los ojos entre cerrados con los labios gruesos formando un puchero.
Peinó su cabello con la mano, dejándolo perfectamente como a Hyunjin le gustaba.
Al salir del baño, abrió su cajonera sacando el uniforme escolar; una camisa blanca con corbata y unos pantalones grises sin vida.
Revisó la hora en el reloj que estaba pegado en la pared, y abrió los ojos como platos. Eran las seis de la mañana, por primera vez podría llegar temprano a la escuela.Hyunjin con diecisiete años no sabía como atar una corbata, los dedos se le quedaban enredados en el pedazo de tela
y la paciencia se le acababa con hacer el primer nudo. Así que solo la dejaba colgando al rededor de su cuello, sentía que lo hacía ver malo. Ató su cabello en una coleta y bajó con lentitud los escalones hasta llegar a la cocina, nadie estaba rondando por ahí, ni siquiera su madre, que siempre está levantada para ir a trabajar. Le pareció algo extraño.
Una taza de café y una tostada fue lo único que desayunó. No tenía mucha hambre, pero daba por seguro que más tarde su estómago estaría rugiendo más fuerte que un León.Agarró su mochila fastidiado y salió de su casa, dando un portazo, al igual que hace siempre, para que su familia supiera que ya se va.
Para ser un viernes, el ambiente estaba relajado, tal vez todo esté así porque es demasiado temprano, y el universo aún no se acostumbra a ver a Hyunjin levantado a estas horas, y que esté llegando a tiempo a sus clases. Era algo increíble.
Hyunjin mientras caminaba se arrepintió de no haberse puesto un abrigo, ahora estaba muriendo de frío en la calle con sólo una camisa más delgada que una hoja de papel cubriéndole el torso.Llegó a su destino, aliviado por sentir el calor de las estufas de la escuela por su cuerpo. Muy pocos alumnos estaban en la institución, y ninguno era alguno de sus compañeros, Felix de seguro estaría aquí en unos minutos.
Abrió la puerta de su salón, parpadeando repetidas veces cuando vió a Jeongin con unos auriculares puestos y la mirada perdida en la ventana del lugar. No había nadie más ahí adentro, sólo ellos dos. Los pocos rayos del sol que se filtraban por las ventanas iluminó cada parte del rostro de Jeongin, destacando más sus ojos.
Hyunjin con cautela dejó su mochila en el asiento que estaba detrás del chico, pero este se asustó.-Hola Jeongin. - habló Hyunjin poniéndose frente a él sacudiendo su mano de un lado hacia al otro.
"¿Desde cuándo este llega tan temprano?"
Jeongin pareció ignorarlo definitivamente. Esquivó la mirada hacia otro lado.
Hyunjin chasqueó la lengua y se sentó en el asiento que estaba delante del menor y apoyó sus codos sobre la mesa de Jeongin, buscando su atención.
Pudo ver que todas sus cosas estaban muy bien ordenadas. Nada estaba fuera de lugar, era casi perfecto, excepto los codos de Hyunjin sobre la mesa, eso arruinaba el placer visual de Jeongin.
El de cabellos largos con uno de sus dedos tocó la suave y descubierta piel de Jeongin llamándolo. Yang volvió a girar su mirada, encarando a Hwang.-Ayer te he visto en la tienda de helados. No me devolviste el saludo. Sabes que eso es descortés, ¿Cierto? - levantó una ceja.
"Sí. Lo sé. Yo también te vi."
Asintió despacio, respondiendo a la pregunta del castaño. Quitó sus auriculares para luego enrollarlos y guardarlos en uno de los bolsillos de su mochila.
Jeongin de algún modo se sentía asustado, las personas nunca se le acercaban a hablarle, creían que él era un antisocial, y Hwang no iba a ser una excepción. Para Jeongin estaba más que claro.
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𝐀𝐍𝐗𝐈𝐄𝐓𝐘 ✗ hhjn + ygjn
FanficA muy temprana edad, Jeongin desarrolló ansiedad, junto a un trauma mental que dificilmente podría irse de su cabeza. Es un joven tímido, y bastante reservado con la gente. Su mayor anhelo era morir. Pero quizás un chico de cabellos dorados con su i...