diez

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"La curiosidad me invadía. Quería, no. Necesitaba saber porque tú hacías que mi estómago fuera un revoltijo, si yo no había comido un frasco lleno de mariposas.
Tu sonrisa. Tus ojos. Tus manos. Tu piel. Simplemente tú, lograste hacer que yo sintiera algo que jamás imaginé, algo que me faltó desde el momento que mi mamá me dejó. Hyunjin, tú me diste amor."

A medida que el tiempo pasaba, a Jeongin le gustaba más estar cada vez más cerca de Hyunjin. Él era su lugar seguro, un lugar que nada podía reemplazar. Aún no comprendía por qué su corazón latía tan rápido cuando lo veía, o por qué sus manos sudaban incontables veces con tan sólo tomar la contraria.
¿Qué era lo que sentía? ¿Por qué esto era así? Necesitaba respuestas.

Jeongin se había levantado de muy buen humor hoy. No se sentía agotado y sin ganas como los otros días, hoy era especial. Luego de pasar una larga y divertida tarde con Hyunjin, éste lo trajo a su casa en su enorme motocicleta.
Viernes era hoy. Lo que implicaba ir a la consulta con la psicóloga, y Jeongin estaba emocionado por asistir, tenía muchas ganas de contarle a Jihyo lo mucho que se divirtió el día de ayer.

Se levantó de su cama, yendo directamente al baño para asearse a la velocidad de la luz.
Bajó las escaleras descalzo, casi de puntitas de pie para no hacer ruido. Chan estaba en la sala de estar, cambiando una y otra vez los canales de la televisión, sin encontrar nada interesante para ver. El menor se asoma por la pared que separaba la casa.
Se tapa la boca aguantando la risa, mientras se acerca un poco más hacia donde estaba su hermano. Cuando llegó a estar detrás de él, sus risas de ahogaron, provocando que el rubio girase, encontrándose con un recién levantado Jeongin con una sonrisa de punta a punta.

- ¿Qué crees que haces pequeño? ¿Intentabas asustarme? - enarcó una ceja.

- Nop. - dijo Jeongin canturreando, yendo directo a la cocina. - ¿Hay fresas? Quiero llevar algunas a la escuela.

Chan estaba un tanto confundido y atónito. Su hermanito tenía un gran humor, le estaba hablando sin titubear, y su sonrisa iluminó la mañana más que el mismísimo sol. Algo extraño pasaba aquí.
Asiente respondiendo la pregunta que hizo, señalando el refrigerador, con la boca semiabierta. Ladeó sus labios de un lado hacia el otro, mirando con una ceja levantada a Jeongin que tarareaba una canción mientras llevaba un trozo de la fruta a su boca.

- Por cierto, no me has dicho a donde fuiste ayer, ni siquiera se quien te trajo a casa tan tarde.

Jeongin casi se ahoga con su comida. Empezó a dudar sobre contarle que estuvo con su hyung pasando un buen rato de amigos. Pero al fin al caso decidió contárselo, de todos modos, Chan era su hermano, era la única persona en la que podía confiar.

- Estuve con Hyung... - habló girando la fresa desde su tallo.

- ¿Hyung? - Jeongin asintió desviando la mirada de su hermano.

- Con Hyunjin hyung.

El rubio abrió sus ojos de par en par. Nunca había oído hablar de ese tal Hyunjin, estaba ofendido. No, esa no era la palabra indicada. Estaba orgulloso. Orgulloso de que su hermano lograra progresar con si vida social. Sus ojos brillaron cuando pronunció aquel nombre, realmente lo había logrado.

- Me alegro Innie, espero poder conocerlo algún día. - dijo colocando su saco, preparándose para irse a trabajar. - Escucha, no podré recogerte hoy, Seungmin irá por ti cuando salga de la universidad, ¿De acuerdo?

𝐀𝐍𝐗𝐈𝐄𝐓𝐘 ✗ hhjn + ygjnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora