𝐀𝐍𝐗𝐈𝐄𝐓𝐘 ✗ hhjn + ygjn

once

"Nuestro lazo se hacía cada vez más y más fuerte. En todo momento estábamos juntos, era divertido, me hiciste sentir especial. Pero a medida que el tiempo pasaba, descubrí que ya no lograba verte como un simple amigo, quería que tú estuvieses conmigo el resto de mi vida. Si te soy honesto, ese día, cuando viniste a mi casa en la noche, y te quedaste conmigo hasta que me durmiera, descubrí lo mucho que me gustabas, lo mucho que te amaba Hyunjin."

Habían pasado al rededor de unas tres o cuatro semanas desde la última vez que Jeongin pisó el cuarto de su psicóloga, ya que esta se tomó unas pequeñas vacaciones junto a su familia, y el pelinegro estaba manejando todo a la perfección, había comenzado a hablar un poco más con su hermano, y sus ataques en muy pocas ocasiones aparecían, porque cuando estaba con Hyunjin sus problemas se esfumaban, y él lo tranquilizaba con sus sonrisas, su aroma, su literalmente todo.

Chan miraba de reojo a Minho con ojos perdidos, ya no sabía que hacer para captar su atención. Él estaba enamorado de alguien más y lo probable es que sus sentimientos no sean correspondidos.
Ambos observaban una película en la sala de estar, mientras que Seungmin y Jeongin estaban en el patio regando las plantas que había allí.
Minho, que a pesar de que los perros no eran de su gusto, tenía a Berry sobre su regazo, acariciándola riendo por algunas escenas de la película. Se dió cuenta de que Chan lo miraba y sonrió idiota.
Pasaron, diez, quince segundos, el mayor ya no podía aguantar ni un minuto más. Tomó el control remoto, pausando la televisión, haciendo que la imagen se congelara.

- ¿Por qué hiciste eso? ¡Venia la mejor parte! - Minho se giró hacia al lado derecho, encontrando los ojos de Chan clavados en él. - ¿Pasa algo?

Tragó duro cerrando los ojos.

- Minho, ya no sé que hacer. - el nombrado levantó una ceja confundido - Quiero dejar de sentir esto, pero mi corazón no me lo permite.

- ¿Pero qué estás...

- Me duele verte con ella, me gustaría ser ella, me gustaría que me abraces, que me digas que me quieres... ¿No he sido demasiado obvio en todo este tiempo?¿Acaso aún no lo has notado?

Minho se quedó callado clavando directamente su vista en un rincón de la oscura habitación. Estaba consciente de los intentos de su amigo para llamar su atención, pero tenía miedo al rechazo de su familia y personas cercanas.
El rubio con delicadeza tomó una de las manos ajenas, acariciandolas suavemente suspirando entre dientes. La pizza que habían ordenado se enfriaba cada vez más con lo lento que pasaba el tiempo para ambos.

- Chan yo...

- Minho, te amo. Te amo tanto que dependo emocionalmente de ti. Desde que nos conocimos siempre logré verte de una manera diferente.

El mayor quiso atraer a Minho hacia él, y se quedó congelado por los círculos que formaba Bang en su cintura con sus pulgares, haciéndole cosquillas. Se rió.
Entonces se acercó Chan con lentitud, disfrutando la hermosa sonrisa que cargaba su amigo. Los ojos de Minho brillaban con intensidad, dejando cegado al rubio por semejante belleza.
Con su mano corrió el cabello que cubría la frente del castaño, haciendo giros con el trozo de cabellos entre sus dedos.
Un pico rápido en los labios contrarios fue lo que hizo Chris decidido.

- Eso... - dijo tocándose la comisura de los labios Minho - Fue lindo... ¿Me darías otro? - preguntó con timidez.

Se acercó besando por segunda vez aquellos rojos y tentativos labios que tanto espero probar.
Un beso con gusto a pizza mozzarella con mucho peperoni, pero sin embargo uno de los besos más sabrosos que nunca habían dado.
Minho tenía dado por hecho de que los "besos" que se daba con su novia, no eran nada comparados con el que estaba viviendo en este momento. Se sentía nervioso y emocionado al mismo tiempo.
Chan rodeó el cuerpo de Minho entre sus fornidos brazos, deslizando sus manos hasta su cintura con cariño.