VIII. el chico que Vio todo.

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Verónica

— ¿En qué estábamos? —cuestionó Patrick, quien estaba desnudo sobre mi cama.

Él estaba acostado de lado: tenía pierna izquierda flexionada y la derecha reposando sobre la cama. Sus labios sonreían con picardía y sus ojos me miraban con deseo, mientras que su mejilla estaba apoyada sobre su puño izquierdo cerrado.

Mis sábanas cubrían su ingle.

Las cortinas estaban cerradas y las luces apagadas, pero a pesar de ello la habitación no estaba del todo oscura: habían algunas velas aromáticas esparcidas por el lugar, al igual que un camino de pétalos de rosas rojas que iba desde la puerta hasta la cama.

— ¿Qué es todo esto? —cuestioné, mirando a mi alrededor.

— ¿Te lo explico con teoría o práctica? —preguntó Patrick, agarrando su teléfono.

Inmediatamente comenzó a sonar una canción de The Weeknd en mi Homepad, por lo que Patrick se levantó de la cama y caminó en bóxer hasta mí. Mordí mi labio inferior en un intento por contener la risa cuando —sin aviso previo—, él me cargó y me llevó hasta la cama, dándome un beso corto una vez me acostó sobre ella.

Busqué con mis manos mientras me besaba su celular, y una vez que lo conseguí con la derecha abrí los ojos para detener la música.

— ¿Qué sucede? —preguntó Patrick, despegándose de mí y quitándome su teléfono.

—Eso te pregunto yo a ti —dije, sentándome en la cama—. Te pregunté qué es todo esto y lo único que hiciste fue besarme.

— ¿Realmente quieres que te diga los que estamos a punto de hacer?

—Estábamos —corregí.

— ¿Cómo que "estábamos"?

—Te dije que no estoy de ánimos —recalqué.

—Ya, pero eso fue temprano.

—Me humillé ante la prensa y los invitados discutiendo con mi familia, mi abuelo trató de suicidarse y alguien lo asesinó en el intento, tuvo dos funerales y literalmente acabo de enterrarlo —contabilicé los hechos con mis dedos—. ¿Realmente crees que tengo ánimos para acostarme contigo?

—Sólo estaba tratando de hacer algo lindo por ti —aclaró Patrick.

— ¿Algo lindo? —cuestioné sarcástica—. ¿Crees que tener sexo después de enterrar a quien literalmente fue mi padre durante trece años es algo lindo?

—No quería que la situación te consumiera.

—Pues lamento haber arruinado tu intento tan romántico de tener sexo conmigo después de dejarme tirada en el entierro de mi abuelo —dije sarcástica.

— ¡Dejé que fueras sola para comprar todo esto! —espetó molesto, refiriéndose a las rosas y las velas con las que ambientó el lugar.

—Puto egoísta de mierda —pensé en voz alta.

— ¿Egoísta yo? —cuestionó, viéndome con las cejas fruncidas y sus ojos grises clavados en mí—. No puedo creer que digas eso —agregó, comenzando a colocarse sus jeans claros.

— ¿No puedes creer que diga que eres egoísta porque antes del testamento continuaste intentando de acostarte conmigo a pesar que te pedí varias veces que te detuvieras? —Cuestioné, mirándolo de arriba abajo mientras se colocaba su camisa roja—. ¿Sabías que a pesar de que seamos pareja estabas intentando abusar de mí?

—Tampoco exageres Verónica —dijo, atando los cordones de sus deportivos negros—. Sabes perfectamente que no estoy tan desesperado.

— ¿Estoy exagerando? —Él asintió en respuesta—. ¡Vete a la mierda! —grité, arrojándole una almohada.

The Liars | COMPLETA | The Liars Saga l Libro 1 | #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora