VII. el Vídeo | Parte II.

102 28 3
                                    

Matthew

Desde que llegué a Rosefield habían ocurrido un par de cosas desconcertantes: desde el suicidio-asesinato-o-lo-que-sea-que-ocurrió con el abuelo hasta los mensajes de amenaza que estaba recibiendo en conjunto con mis primos, pero...

¿Lo más jodidamente extraño hasta ese miércoles?

En definitiva el vídeo que estábamos a punto de ver.

Hijos, nietos, familia. Bienvenidos todos —dijo mi abuelo en el vídeo.

Verlo nuevamente gesticulando, expresarse y escuchar su voz al hablar hizo que un escalofrío recorriera toda mi espalda: literalmente lo estábamos viendo después de muerto.

Sé que todos esperaban mi muerte para saber cuánto de una fortuna por la que trabajé arduamente les tocó. Es por eso que el día de hoy están aquí esperando a que les lea el testamento. Pero déjenme decirles que no será tan fácil como creían. Para conocer el contenido del testamento con mi última voluntad he establecido tres condiciones.

—Es increíble que siga jodiendo después de muerto —murmuró Courtney a mi lado blanqueando los ojos, por lo que Louis le dio un ligero codazo.

La primera —continuó el vídeo—. Es que deben terminar una pintura familiar que ya había iniciado. Al terminar este vídeo Evan les dará el número del artista para que se comuniquen con él.

—Con razón nunca nos entregó el lienzo —dijo Verónica, levantando sus cejas y cruzándose de brazos.

La segunda condición —continuó hablando mi abuelo—. Es que para saber el contenido de este papel deberán convivir juntos como familia durante noventa días en la villa.

— ¡¿Qué?! —Gritó Verónica—. ¡Alberto definitivamente enloqueciste!

— ¡Hello! —Espetó Courtney—. Se quería volar la cabeza delante de nosotros y no le salió, ¿Aún dudabas de su estabilidad mental?

Sólo así podrán cobrar su parte de la dichosa fortuna por la que han venido. Quien se vaya antes del lapso cumplido será desheredado.

—Yo no puedo quedarme aquí por mucho —añadió la tía Aurora—. Constantemente viajo por mi trabajo.

—No es tanto por el trabajo —añadió la tía Oriana—. Sabrina y Joey tienen que terminar el instituto.

Y la tercera y última condición —continuó mi abuelo en el vídeo—. Es que a pesar de que morí y Verónica cumple su mayoría de edad dentro de mes y medio, exactamente cuarenta y cinco días. Quiero que continúes con los planes de la fiesta. Ya todo lo dejé planeado, sólo falta que des el visto bueno y apruebes el proyecto para ponerlo en marcha. Al terminar esta grabación, Evan te llevará con los planeadores. Espero que estos noventas días sirvan para que se unan, sanen las heridas del pasado y aprendan a convivir como familia. Quiero que vean esto como una segunda oportunidad para recuperar el tiempo perdido: reconéctense, convivan juntos y aprendan el uno del otro que para eso los crie, no para que se alejaran entre sí.

— ¿Estás seguro que esto no lo grabó ebrio Evan? — cuestionó Verónica.

Evan pausó el vídeo—. Tu abuelo me buscó el día de la fiesta temprano antes de venir a almorzar, y él mismo me pidió que grabáramos esto —explicó—. Yo... Yo no me imaginaba que él tenía en sus planes quitarse la vida. Estoy tan sorprendido como ustedes.

— ¿Cuándo dijo lo de quitarse él mismo la vida no te dio algo? —Preguntó Sabrina—. No lo sé... ¡Una gran pista!

—Que les confirme Verónica, Don Alberto siempre bromeaba con quitarse la vida —dijo Evan—. Ni en un millón de años me imaginé que sí lo haría. Además, yo sólo encendí la cámara y salí de la habitación, al igual que ustedes estoy viendo esto hoy por primera vez.

The Liars | COMPLETA | The Liars Saga l Libro 1 | #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora