XXII. sabor a Victoria

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Joey

Maldito V de mierda.

Malditas mentiras.

Maldito instituto.

Malditos todos.

— ¡Sabrina espera! —gritó Verónica, corriendo detrás de ella.

— ¡Jóvenes, sus pases para el baño! —gritó un renacuajo de primer año de bachillerato.

— ¡Quítate! —espeté, empujando al cuatro ojos fuera del camino.

Verónica, Destiny y yo corrimos tras Sabrina por el desierto pasillo del instituto, dando un par de vueltas hasta que finalmente llegamos al baño de chicas; Destiny y Verónica se detuvieron en la puerta, girando en sus lugares.

—No creo que deberías... —murmuró Verónica.

—Me importa una mierda —la interrumpí, apartándolas con mis brazos de la puerta negra con un ícono de chica blanco—. Es mi hermana —sentencié, adentrándome en el baño.

Azulejos blancos hasta la mitad de la pared, una barra de mármol negra y tres lavamanos frente a cinco casetas de inodoros lo componían, al igual que papel tapiz turquesa desde la mitad de la pared hasta el techo.

— ¡Es el baño de chicas! —exclamó una chica morena.

Puse mi brazo izquierdo en L sobre mi estómago, posicionando mi codo derecho sobre el dorso de mi mano izquierda, relajando mi postura y dejando caer mi mano derecha.

— ¡No nena! —Exclamé, con un fingido tono afeminado—. Ese labial no va con esas uñas, ¡Hmm hmm! —añadí, haciendo una mueca de pato y moviendo mi cuello en círculo.

Ella blanqueó sus ojos en respuesta—. ¡Pervertido! —espetó, dirigiéndose a la salida.

La seguí con la mirada, encontrándome a Verónica y Destiny con sus brazos cruzados sobre sus pechos mientras negaban con la cabeza.

—Salió del baño, al menos funcionó —me excusé.

Verónica blanqueó sus ojos en respuesta, desfilando frente a las casetas de inodoros. Finalmente se detuvo en la del medio, soltando un sonoro suspiro.

—Sé que estás ahí Sabrina, olvidaste recoger tu mochila del suelo.

— ¡Déjenme en paz! —exclamó entre lágrimas, recogiendo su mochila.

—Sabrina, puedes sacar a quien se te dé la gana de tu vida, pero a mí no —sentencié—. Todo estará bien. Es un pueblo pequeño, alguien más hará una estupidez y se les olvidará.

— ¡No es cierto! —Gritó, su voz aún estaba quebrada—. Precisamente porque es pequeño todos lo sabrán.

—En primer lugar no tenías que mentir —dijo Destiny—. Y en segundo lu...

—No —la interrumpí, levantando mi dedo índice con intención de que se callase—. No digas más, porque lo menos que haces es ayudar.

Destiny blanqueó sus ojos ante mi comentario—. En segundo lugar —continuó ella—. Siempre supe que era mentira.

— ¡¿Qué?! —exclamamos los tres restantes al unísono.

—Vamos Sabrina, ¿Cercana a Ariana Grande y ni una foto con ella? —hice un gesto de asco al escuchar la nariz de mi hermana moquear—. Sonaba demasiado perfecta su vida como para acabar viviendo aquí en Rosefield.

— ¿Por qué seguiste siendo mi amiga? —preguntó Sabrina ahogada en lágrimas.

—Porque me agradas Sabri —admitió Destiny, con una sonrisa en su rostro—. Es normal sentir presión cuando eres nueva en un lugar, aunque...

The Liars | COMPLETA | The Liars Saga l Libro 1 | #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora