Capítulo 18

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Lo que he hecho ha sido de cobarde, o sea, mi estilo de vida. He huido por el camino rápido. ¿Pero qué más podía hacer? Ese pensamiento me asustó muchísimo, nunca había pensado que me gustara Josh, pensaba que lo quería como un mejor amigo, pero me he dado cuenta de que no sé cómo se quiere a un mejor amigo. Lo que creía que sentía era mentira... lo que creía sentir por Thiago ¿también lo era? Creo que sí, pero estaba tan centrada en él que por eso creí que no sentía nada más por Josh. La he cagado, si mi hermano tiene razón, Josh también siente algo por mí y por eso se ha alejado... Si es que cuando digo que soy idiota, no lo digo de broma. Estoy esperando a que llegue, ya no puedo hacer nada, Josh esta con Amelia y sé bien que no voy a hacer nada para evitarlo. He jugado con él sin yo darme ni cuenta. Así que si es feliz con ella, yo no me voy a meter en medio. Estoy sentada en el sofá del comedor, con mil ideas en la puta cabeza que están apunto de salir. Cuando miro la hora para saber cuanto tiempo más va a tardar Thiago, el timbre anuncia su llegada. Sé que está mal, que lo que estoy haciendo me va a acabar destrozando más de lo que ya estoy. Me levanto a abrir, y no tengo ni idea de donde saco las fuerzas para no llorar.

-Hola, ¿qué ha pasado para que me llames así? -Pregunta entrando por la puerta y fijándose en mis ojos que están apunto de soltar las lágrimas. -Ey, ¿qué pasa, Ash? -Vuelve a preguntarme cogiéndome de la barbilla y levantándome para que lo mire a los ojos. Esos ojos color café que creía que me tenían loca...

No contesto, le aparto la mano de mi barbilla y le cojo de la nuca para acercarlo a mi boca, pero me agarra de los hombros para evitar que nuestros labios se junten.

-No. -Dice tajante. -Primero quiero me cuentes qué cojones te pasa primero. Sé te nota que no estás bien. -Me observa serio y es la primera vez que lo veo así conmigo.

Me aparto de él y camino hacia las escaleras siendo consciente de que esta siguiendo mis pasos. Y una vez llevo a mi habitación dejo que pase delante cerrando la puerta tras de mí. Veo cómo se sienta en la cama, mirando todo a su alrededor, no es la primera vez que esta aquí, pero le gusta observar lo que hay a su alrededor y es algo que he aprendido desde que lo conozco.

-Cuando quieras, te escucho. -Habla rompiendo el silencio y colocándose extendiendo los brazos quedando recostado en mi cama.

Suspiro más fuerte de lo normal y me siento en el sofá que tengo en la ventana, agarrando un cojín con fuerza. Le empiezo a contar todo, lo que ha pasado con Josh cuando lo conocí a él, cuando se alejó de mí y lo que creo sentir ahora por él.

-¿Y qué haces ahora aquí conmigo? ¿Por qué no vas a buscarlo y le dices lo que sientes? -Interroga mirándome serio, observando todos mis movimientos e intentando que las lágrimas que han conseguido escapar sin poder evitarlo caigan con sus dedos.

-No, es feliz con mi amiga, no le voy a hacer más daño. Por favor, te he llamado para que me distrajeras, hazlo. -Digo esta vez lanzándome encima de él en la cama y esta vez no me aparta.

Empezamos a besarnos con pasión, yo suelto toda la rabia que siento, todo el miedo y todos mis sentimientos. Me desahogo, beso tras beso, prenda tras prenda que cae al suelo sin contemplaciones, con cada gemido que sale de mis labios, con cada caricia tanto de su parte como de la mía. Esto es lo que me queda, no quiero hacerle más daño y si para eso tengo que hacérmelo a mí, lo haré. Cuando terminamos, siento un vacío en mi interior que no sé cómo interpretarlo, él ya hizo algo para olvidarse de mí y parece que le ha funcionado, esta vez me toca a mí.

-Por cierto, esto... que quede entre nosotros, ¿vale? No quiero que nadie meta las narices en lo que hacemos. - Digo, cogiendo su camiseta y pasándomela por la cabeza para cubrirme.

-Tranquila, no diré nada. Te queda bien mi camiseta... -Dice haciéndome reír y por su sonrisa sé que ese era su propósito.

Me levanto un poco de la cama para llegar a sus labios y besarlos. Ahora me doy cuenta de que quería creer que sentía algo al besarlo, pero cuando lo he hecho ahora, solo me ha venido a la mente una cosa... lo que sentí al ser besada por Josh y no es ni la mitad de lo que siento al besar a Thiago. Es increíble lo que hace una mente, piensas que estabas enamorada de una persona cuando en verdad lo único que he llegado a sentir por él, es lo que tendría que haber sentido con Josh. Una simple amistad, pero no. Y ahora me doy cuenta. Pero a veces tienes que tropezar con una piedra para saber lo que es caer.

No Siempre Es Lo Que Parece Donde viven las historias. Descúbrelo ahora