Al final este verano ha sido uno de los mejores, lo he pasado con Josh como teníamos pensado desde un principio, disfrutando de mis amigas y de mis abuelos. Josh les ha caído genial, lo adoran y se sienten muy felices por mí, porque por fin me ven feliz. Cuando vino a San Francisco para hablar conmigo me sentí especial. Le importaba lo suficiente como para pasar cinco horas en un coche y venir a buscarme. Al verlo en la discoteca y pelearse con Tyler no fue agradable, sobre todo porque él no era de pegarse con nadie. Sé que no pensaba intervenir, solo lo hizo porque no conseguía quitármelo de encima. Con nuestro paseo me di cuenta de que aunque ya lo sabía, le quería con locura y que era el hombre de mi vida. Sé que las relaciones a nuestra edad la mayoría no duran tanto, pero lo que siento por él... es demasiado distinto a lo que he llegado a sentir por Dean, mi ex novio o incluso con Thiago. Voy a intentar hacer todo lo posible por tenerlo toda la vida, darle todos los besos del mundo hasta que seamos viejos y no podamos hacerlo. De Thiago qué puedo decir, se ha convertido en un buen amigo, no hablamos como antes, pero siempre está. Y eso me gusta, hemos sido lo suficiente maduros para quedarnos con una bonita amistad. Puedo contar con él y él conmigo.
Nos queda una semana en San Francisco, el domingo volvemos a casa para preparar las cosas y marcharnos a la universidad. ¡Me han cogido en Nueva York! No puedo estar más contenta. Pero por otro lado, estoy mosqueada. Josh no quiere decirme a dónde va a ir, según él porque es una sorpresa, pero odio las sorpresas y más si nuestro futuro peligra. El padre de Josh, William, es el mejor hombre que conozco, me va a pagar la universidad y por más que he intentado negarme, no ha habido manera. En el fondo se lo agradezco, y el tema de mis padres lo ha dejado a un lado porque sabe que yo no tengo nada que ver. Lo juzgué mal cuando Josh me habló de él, se esfuerza en recuperar la relación con su hijo y conmigo, todo hay que decirlo. Sufrió mucho con la marcha de su mujer, pero ahora está mucho mejor, creo que está conociendo a alguien y me alegro por él, se merece ser feliz y no quiero que esté solo cuando Josh y yo nos marchemos. La relación con mis padres es muy complicada, con mi madre apenas me hablo, es lo que ha conseguido con todo esto y mi padre... mi padre no sabía nada de todo esto, mi madre le contó una versión lejos de la realidad, en la que yo, por supuesto, era la mala y cómo no, mi padre se puso de su lado. Me dolió muchísimo eso, yo era su hija y me dejó de lado, pero bueno, cuando supo la verdad estuvo apunto de pedirle el divorcio a mi madre si no lo hizo fue porque en el fondo, mi madre lo hizo por el bien de la familia, para no quedarse sin trabajo. Lo que aún no le perdona es que haya sido tan hija de puta con su propia hija. Pero para mí ya es indiferente, tengo lo que merezco, un hermano que me quiere con locura, unos abuelos que me adoran, un novio que siempre está, unas amigas a las que les importo y aun suegro que se preocupa por mí. No puedo pedir más, soy feliz tal y como estoy.
-¿Lista? -Pregunta Josh entrando por la puerta de nuestra habitación.
Nos vamos con las chicas de excursión a una laguna que está más o o menos cerca de aquí, para despedirnos hasta las próximas vacaciones que podamos reunirnos todas. Que supongo que será en Navidad. Las voy a echar muchísimo de menos y ya estoy empezando a sentir ese pinchazo en mi interior que siempre que se acerca el día de irme, se instala.
-Sí, meto la toalla en el bolso y nos vamos. -No pretendía decirlo tan seria, pero es que... no quiero irme. Aunque vaya a la ciudad de mis sueños, no quiero marcharme, se me ha pasado el verano demasiado rápido.
-¿Estás bien? -Pregunta acercándose a mí y cogiéndome la cara entre sus manos.
-Sí, sí. Solo que voy a echar de menos a las chicas... -Suelto en un pequeño suspiro.
Josh acerca sus labios a los míos y nos fundimos en un beso que hace que me olvide de todo. Tiene ese poder, sus besos hacen que me evada y deje de pensar. Terminamos de recoger lo que nos queda y nos ponemos en marcha, vamos a ir en el coche de Josh porque somos muchas y apenas cabemos en el coche de Amber. Así que Andy se viene con nosotros. Cuando salimos ella ya nos está esperando con sus gafas de sol en la cabeza, su bolso colgando de su hombro un simple pantalón de chándal corto y una camiseta sin mangas que deja ver el tirante de su bañador. Está con el móvil y apenas se percata de nuestra presencia.
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No Siempre Es Lo Que Parece
Dla nastolatkówAshley no es feliz, siente que no está viviendo su propia vida, sino que la está interpretando para que los demás piensen que es lo que se espera de ella. Nadie sabe lo que piensa, nadie sabe lo que siente. Empezará a creer que no todo es como ella...