Capítulo 8

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He pasado el resto de la tarde con un cabreo hacia mis amigas que solo me falta echar fuego por la boca. Después de despedirme de Thiago, bueno despedirme, después de despedirse él, porque gracias a mis queridas amigas no me dio tiempo, estuvieron toda la tarde en el gimnasio riéndose y haciendo chistes sobre mi y Thiago. Dios de verdad, yo no sé porque dije que si a lo de ir esta tarde, con lo bien que había estado con Thiago... Habría sido el momento perfecto para besarnos, estaba súper claro. ¡Uf! Esto es algo que no voy a perdonar a mis amigas, de verdad que se han pasado de la raya de una manera que no es ni normal. Luego si es al revés ya me puedo despedir de que me hablen hasta que no les pida perdón. Que injusta es la vida.
Al llegar a casa, no hay nadie, mejor, así puedo tranquilizarme antes de que lleguen. No son ni las ocho y ya me he duchado en el gimnasio así que voy a ponerme un poco a repasar para cuando Josh quiera hacer tutoria. Y hablando de Josh, ¿como estará? No he sabido nada de él desde esta mañana en clase y no es que me tratara muy bien... Bueno si quiere algo ya me hablará él. Supongo. Al cabo de un rato recibo un mensaje de Ali:
*Fiesta este finde en casa de unos amigos, ¿te apuntas?*
Lo pienso durante un rato, no es mala idea y me vendría bien despejarme un rato, y hasta puedo invitar a Thiago para ir juntos...
*Claro, ¿hora y lugar?*
No tarda mucho en llegar la respuesta.
*Mañana en clase te lo apunto, que aun esta por confirmar. Te quiero*
*Te quiero.*
Vale, quiero invitar a Thiago a la fiesta, eso esta claro. ¿Pero como lo hago? No quiero que se piense que es una cita, aunque lo sea, pero tiene que parecer que no. Tampoco quiero que sea algo formal, sino algo casual y que no note lo desesperada que estoy por volver a verlo. Pero tengo que aparentar una tranquilidad que no siento. No me ha mandado ningún mensaje. ¿Debería mandárselo ya o esperar a que me hable él? Por Dios, Ash, no tienes que esperar que ningún chico te hable, coge al toro por los cuernos y mandale el mensaje ya. (Puedo sonar muy segura y todo lo que tú quieras pero a la hora de verdad soy más miedica que yo que sé.)
Como casi siempre y cuando digo casi me refiero a todas las veces que tengo que mandar un mensaje importante me meto en notas y pienso que mierda voy a decirle a Thiago.
“Holaa, bueno a ver, me han invitado a una fiesta. ¿Quieres venir conmigo?”
Suena bien, ¿no? Ay no sé, suena muy informal ¿no? Vamos Ash, piensa en otro mensaje.
“Holaa, ¿te vienes a una fiesta este finde conmigo?”
Suena mejor, ¿no? Si, yo creo que si... Pero por favor, ¡yo dudando tanto! Abrase visto cosa igual. Manda el mensaje de una vez. Échale huevos.
Ya estoy en el chat de Thiago, es sencillo. Pega el mensaje que has escrito y presiona a enviar. Muy sencillo, claro que si, va, pega y envía. Dos pasos muy sencillo. ¿Y por que no puedo hacerlo? Ay que no puedo hacerlo, no puedo soy una miedica, me va a decir que no. Madre mía quien me vea se reiría de mi. Que patética soy. Voy a mandarlo ya y que sea lo que Dios quiera.
*Holaa, ¿te vienes a una fiesta este finde conmigo?*
Enviado, si, ya esta, enviado. Y tan rápido que lo envío cierro la aplicación y tiro el móvil al rincón más alejado de la cama. No quiero ver la respuesta, no, me niego. ¿Para que se lo envió? Si me va a decir que no, si lo sé. Que miedo me da la respuesta... Pienso en las posibles opciones que tengo, si me dice que no puedo decir que me he equivocado de chat, es que quien me manda a mi a mandarle nada, con lo tranquila que estaba sin meterme en líos. Pensemos en lo positivo, al igual me dice que si. ¿Te imaginas que pasa? Que feliz seria yo... Cuando pienso que ya no puede contestar mi móvil suena desde el sitio al que lo mandé hace apenas unos minutos. ¡No puedo leerlo! De verdad que no. ¿Pero y si es otra persona? Puede ser cualquiera, no tiene porque ser él. De verdad Ash, siempre pensando en lo peor.
Con toda la seguridad que puedo reunir (que es poca, todo hay que decirlo) cojo el teléfono y desde la barra de notificaciones veo el nombre de Thiago. Ale, toda la seguridad a la mierda. No me da tiempo a leer la respuesta, rápidamente vuelvo a tirar el móvil a la cama. Tengo que tranquilizarme, solo es un mensaje. Puedo con ello (creo).
Vuelvo a coger el móvil y leo:
*Claro, ¿por que no? Ya me dirás hora y paso a recogerte.*
Vaya, pues tampoco ha sido para tanto. Tanta guerra para nada, si es que a patética no hay quien me gane. Le contesto y nos ponemos a hablar sobre la fiesta. Que ganas me están entrando de ir. Tengo que quedar una tarde con Ali para mirar oufits. No puedo ir de cualquier manera, tengo que dejarlo con la boca abierta. Aunque de normal no suelo darle importancia si causo buena impresión, con Thiago quiero hacerlo. Quiero que en esa fiesta pase lo que tenga que pasar y contando con que seguro Amelia y Sophie no irán, puedo estar tranquila de que nada me arruinara la noche.

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