Dragones

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Nilsine

Cariño-Hoseok estaba recargado en el marco de nuestra habitación, hace apenas unas semanas nos habíamos casado- luces tan increíble, luces hermosa

Hoseok-me sonroje al verlo, llevaba su traje rojo vino, su cabello negro perfectamente cepillado y una capa negra, era mi Rey, era el príncipe con el que tanto soñé de niña-

Y pensar que era solo una chiquilla cuando traía tus cartas-dijo Jungkook cruzado de brazos mientras miraba a Hoseok-

Jungkook tenía razón, rápidamente a mi cabeza llegaron miles de hermosos recuerdos, la primera vez que lo vi, cuando yo tenia tan solo diecisiete años y el veintiuno,  cuando me enamoré de su voz, de su valentía, de su entusiasmo, de su amabilidad, de quien era Jung Hoseok.

Se ha vuelto una mujer-Susurro Hoseok-

Mi consejo para hoy es que recoja la baba, Rey Hoseok-bromeó Jungkook dandole un golpecito en el hombro- iré a alistar las joyas

Jungkook se fue de la habitación, Jun termino de pintar mis labios, era algo extraño que alguien más me arreglara y pusiera tanto entusiasmo en mi cabello, ropa y maquillaje. 

Luces increíble con la ropa de inferno-Hoseok acaricio uno de mis hombros descubiertos- Enserio Nilsine, eres la joven más hermosa que han visto mis ojos.

Cariño estás exagerando-El se levanto y tomo mis manos poniéndome de pie junto a él-

No lo hago-susurró antes de dirigirse a besar mis labios, sus manos postradas firmemente en mi cintura, la mias en sus hombros, la diferencia de estatura entre  Hoseok y Yo se hacía más notoria cuando nos abrazábamos estando de pie o nos besábamos-

Estoy muy feliz-susurré despegándome del beso, Hoseok me volvió a atraer hacia él en un cálido abrazo- porque estoy a tu lado amor

Yo también estoy feliz mi amor -Mis manos envolvían la cintura de Hoseok, aferrándome a él como si mi vida dependiera de eso, cerré mis ojos lentamente-  Al fin, hoy te convertirás en mi Reina

“En su Reina”

Había sido la novia del Rey Jung Hoseok, había sido completamente suya en este mismo palacio, incluso ya era la esposa del Rey de Inferno, un día después de mi cumpleaños número dieciocho marcaría la diferencia en el poder de mi nombre, el día de hoy me convertiría en la Reina de Inferno.
Mi corazón no paraba de latir y en mi mente solo se repetía una y otra vez la palabra “Reina”, ya no sería solo Nilsine, la consejera que creció en los pasillos de Celestia, ahora sería la Reina Jung Nilsine, de Inferno.
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Todos nos encontrábamos sentados en la sala principal del castillo, en donde se encontraban los dos tronos, el del Rey y el de la Reina de Inferno, tronos hechos de un brillante oro, recubiertos con un suave y rojo cojín de terciopelo y con decoraciones de piedras preciosas.
Yo me encontraba sentada en el trono de la Reina, mirando fijamente a todos los sirvientes, jefes principales de nuestros guerreros, jinetes y algunas personas el pueblo de Infernó, mejor dicho, todos los que pudieron caber en la gran sala principal del castillo.

El día de hoy el nombre de Jung Nilsine queda escrito en el libro de la familia Real de Inferno-Dijo Namjoon mientras colocaba la reluciente corona en mi cabeza-

¡Salve la Reina Nilsine de Inferno!-gritaron-

Justo al sentir el peso de la corona en mi cabeza, sentí el peso de llevar a tantas personas detrás, todo un pueblo, tantas cosas, mi corazón quedó cautivado, cautivado por una nación, cautivado por una tierra, Cautivado por Infernó

Hoseok y yo nos levantamos del trono, el  tomo mi mano y finalizó aquel día con un beso, un profundo beso.

Bienvenida, amada mía-dijo separándose del beso-

Ambos caminamos por todo el castillo, incluso salimos al balón para saludar a las personas que se habían reunido o para conocerme, niños, ancianos, mujeres, hombres, personas del ejército, trabajadores, todo un pueblo estaba reunido.

Hoy empezaba una nueva vida para mi, no solo de la mano de Hoseok, el amor de mi vida, si no de la mano de un destino llego de responsabilidad y prosperidad.