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Avyana

-Buenos días...

-Muy buenos días para ti hermosa...- susurró Jungkook dandome un rápido beso para volver a acurrucarse junto a la almohada.- no sabes cuanto necesitaba esto...

-Fue muy difícil dormir sin ti, no pude acostumbrarme...

-Me alegro y espero que nunca lo hagas...por cierto, te he dicho cuánto me encantan tus ojos?- preguntó viéndome profundamente.

-Se pusieron anaranjados de nuevo?

-No, están en su color natural...cafés como las hojas en otoño y así son los más hermosos que he visto...

-Jungkook que cosas dices, solo son ojos cafés no tienen nada de especial.

-Para mi lo son porque están en tu hermoso rostro y sin ellos tú no serías tú.

-Jungkook ahora si vas a hacer que se pongan anaranjados...- dije sonrojandome intensamente y tratando de cubrir mi rostro.-Te amo

-No más de lo que yo a ti.- musitó retirando con suavidad mis manos de mi rostro.- eres increíblemente hermosa Avyana, aún no puedo creer que me ames...

-Y por qué no? Si eres increíble en todos los aspectos.

-Porque soy un simple plebeyo que tuvo la suerte de crecer en el palacio del rey.

-Jungkook, sabes que eso nunca me ha importado...creo que de hecho hizo que te amara más.

-¿cómo?

-Porque crecí contigo y pude conocerte...te ayudé a curarte cuando montabas con Hoseok y te consolé cuando perdiste a tu primer dragón, no lo recuerdas?

-Si, recuerdo que me ayudaste a hacerle una ceremonia de despedida.

-Tú crees que alguien a quien no le importaras haría eso?

-Tú tenías seis años y yo diez...- dijo mientras hacía cuentas en su cabeza.-... eso fue hace más como 11 años.

-Si...

-Avy no tenía idea, por qué no me dijiste que te gustaba antes?

-Porque a pesar de que crecí contigo quería conocerte más, quería ser tu amiga...- dije mientras contorneaba con mis dedos las venas de sus brazo.-...a parte que una dama nunca da el primer paso y menos una princesa.

-Tú nunca has pensado así, siempre has sido fuera del molde tradicional.

-En algunos casos hay que hacer excepciones...no lo crees?

-Ohh Avy.- dijo volteando a ver a mi dosel.- si me hubieras dicho antes, nos hubiéramos ahorrado tanto...

-Te refieres a Sofía?- pregunté refiriendome a una antigua sirvienta del palacio la cual le rompió en su momento el corazón a un Jungkook de quince años.

-Ese es un buen ejemplo de lo que nos hubiéramos evitado.

-Me alegra no haberlo hecho porque cuando Sofía se fue pude conocer otra faceta de ti que sin ella probablemente nunca hubiera conocido.

-Tengo mis dudas sobre eso...porque sino mal recuerdo una linda Avyana de doce años era insoportable con Sofía.

-Bueno...tampoco es como que la fuera a adorar, si escuchaba todo lo que le contabas a Hoseok de ella.- musité provocando una risa de su parte.- Ya no hablemos de ella...

-¿Celosa?

-Quisieras, solo no me gusta hablar de personas que no están presentes.

-Claro...te acuerdas de Aragón?-preguntó mientras acariciaba mis hombros.

-El príncipe que tú y Hoseok hicieron salor corriendo del palacio...si creo que lo recuerdo.- musité con sarcasmo

-Jajajaj si, lo odiaba...fue divertido prenderle fuego a su pantalón.

-No entiendo en que te afectaba tú aún seguías con Sofía en ese entonces...

-No me gustaba verlo cerca de ti o tratando de acercarse.

-Jungkook, Aragón solo tenía trece años, creo que lo último que estaba en su lista de prioridades era el intentar algo conmigo.

-No lo sabes...se te acercaba demasiado.

-Porque sino mal recuerdas su llegada fue después de mi primer encuentro con un Havmmov, estuve medio sorda como por 2 semanas.

-Si pero...

-Jungkook, él nunca me gustó.- dije interrumpiendolo a lo que él ya estaba haciendo con su cara un puchero.

-Si pero pudo haberlo hecho.

-Lo dudo, todo mi corazón te pertenecía y tú no lo sabías...

-Y ahora?

-Todo mi corazón sigue siendo tuyo y ahora yo también, no hay nadie más en la carrera.

-Me alegra escuchar eso...- comenzó a decir con un tono coqueto mientras su mano descendía lentamente por mi espalda.

-S...si?

-Si, porque nunca me ha gustado compartir...
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-Te vez feliz hermana.- dijo Hoseok mientras me incorporaba en el entrenamiento.- Algo bueno sucedió hoy?

-Algo muy bueno y eso que a penas son las 10 de la mañana.- dije mientras me colocaba en posición de combate.-Tú también te vez feliz...

-Porque lo estoy, ayer tuve una sopresa inesperada que me dejó muy contento...

-Ohh, eso es bueno porque escuché que hubo una entrega ayer de Celestia.

-Si...

-Entonces creo que la carta mensual de Hee-Jin fue muy buena después de todo.

-Emm...si, la carta de Hee-Jin- dijo girando rápidamente su rostro, para que no viera el anaranjado de sus ojos.

-Tus ojos se pusieron anaranjados, creo que alguien está enamorado...

-Que cosas dices, se pusieron de ese color porque estoy entrenando.

-Hermano mira a tus pies, hay pedazos de tierra...yo no veo nada en llamas a tu alrededor.

-Emmm es porque ya lo apagaron los sirvientes...

-Claro...di lo que quieras pero a mi nunca vas a poder engañarme, te conozco muy bien.

-Si, nunca nos ocultamos nada...

-No...- musité volteando a ver disimuladamente a Jungkook el cual acababa de tomar asiento en el palco del estadio.

-Listos majestades?- preguntó el entrenador colocandose en medio de nosotros.- porque ya están llegando los espectadores...- dijo señalando las gradas que comenzaban a llenarse.

-Listos!- exclamamos los dos al mismo tiempo mientras nuestros ojos se comenzaban a tornar de colores.

-Por siempre y para siempre?- preguntó Hoseok extendiéndome la mano.

-Por siempre y para siempre.- contesté estrechando su mano.

Hoseok y yo solíamos repetir ese juramento que nuestros papás nos hicieron aprender desde pequeños, el cual tomo mucho más valor y significado cuando ellos se fueron y solo éramos Hoseok y yo.

-Muy bien hermanita, la gente quiere espectáculo así que...

-...demosles uno que no olvidarán...

DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora