Una vida en la que servir a la corona es lo más importante, seguir órdenes de los grandes reyes no es una opción y el único papel que puedes desempeñar es el de el peón en el juego de alguien más.
Piensa bien cuál será tu próximo movimiento porque...
-Felicidades a los dos!- exclamé antes de unir en un abrazo a Hoseok y a Hee-Jin.
-Gracias Avy.- musitaron los dos, ambos parecían ausentes.
-Ya puedo decirte hermano oficialmente?-preguntó Taehyung sacando de su trance a la futura pareja.
-Emmm...si, supongo que ya es algo oficial.- contestó Hoseok levantando la mirada, sus ojos se habían puesto anaranjados.
-Es el compromiso más esperado de todo el reino, debe ser increíble ser la pareja más anhelada.
-Si, es increíble...-me contestó Hee-Jin.
-Bueno Hee, Jungkook me aconsejó esperar pero qué clase de reina sería si escuchara a mi consejero así que tengo algo para ti...-comencé a decir mientras Jungkook me acercaba una caja de terciopelo.- Era de las joyas más valiosas y hermosas de mi madre.
-Avy no tenías que darme alg...wow es hermoso.- musitó Hee-Jin mientras veía anonadada el collar de enormes rubíes.- pero no podría, era de tu madre...
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-Lo sé, pero también sé que a mamá le hubiera hecho muy feliz que una hermosa reina usara su collar.- dije mientras lo comenzaba a sacar de su caja para colocarselo a Hee-Jin.-A parte querida hermana, a tu vestuario le falta un toque de Inferno.
-Es el color plata de Celestia con los rubíes rojos de Inferno...
-Si, mandé que le hicieran unos pequeños ajustes para que nunca olvides de donde vienes.
-Avy en serio gracias, es hermoso.
-Noy hay de que Hee, gracias a ti por todo.- dije abrazandola profundamente.
Ella no lo sabía, pero que ella y Hoseok hicieran su unión oficial significaba que mi final feliz estaba cada vez más cerca.
-Avy es la mejor dando regalos.- escuché a mi hermano comentar con el príncipe Taehyung.
-Me he dado cuenta y es como si nos hubieramos puesto de acuerdo porque yo mandé hacer esto para ti...-dijo Taehyung a lo que un sirviente le acercó una caja grande.
-Tae no tenías que.- dijo mi hermano recibiendo en sus manos la grande caja.
-Claro que tenía, ahora abrela.- mi hermano hizo caso al príncipe y al abrirla se encontró con una corona del dorado de Inferno pero con los zafiros de Celestia.
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