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Avyana

-Su majestad la princesa Hee-Jin le manda esto.- me dijo una sirvienta mostrándome una especie de túnica larga roja y unos adornos dorados.

-Bueno, por lo menos me proporcionó los colores de mi reino pero no.- dije haciendo a un lado la ropa.- agradezcanle a la princesa por la ropa pero yo utilizaré la mía.

-Pero reina...

-Sin peros, no tengo este puesto para hacer lo que otras mujeres dicen...por lo menos eso me queda.- dije entre susurros.

-Está bien su majestad, como usted deseé...

Nunca había sentido que mi ropa estaba mal o que tenía que cambiar algo de mi aspecto hasta ahora, mientras caminaba acompañada de unas damas al gran comedor sentía todas las miradas sobre mi. Fue tanta mi inseguridad con respecto a mi ropa que pensé seriamente en regresar a mi habitación por esa extraña túnica.

-Wooowww...- escuché de la nada a mis espaldas cuando trataba de huir a mi habitación-...Avy...Reina Avyana luce preciosa.

-Muchas gracias.- dije girandome para toparme con ese par de ojos cafés examinandome de abajo hacia arriba.

-Planeaba bendecirnos con el placer de su compañía en el desayuno?

-Claro solo me entretuve admirando la...detallada arquitectura del palacio.

-En ese caso permítame escoltarla al gran comedor.- dijo tendiendome el brazo y volteando a ver a las damas de compañía.- ya no son necesarias.

-Con mucho gusto.- dije aceptando su brazo a lo que el sonrió y tomó mi mano.

-Y dime Avy, por qué estabas huyendo del gran comedor?

-No estaba huyendo...

-Si no me hubiera topado contigo hace unos segundos, ahorita mismo ya estarías desayunando en tu habitación.

-En eso te equivocas, hubiera regresado al gran comedor después de haberme cambiado.

-Y por qué hacerlo? Luces increíble el día de hoy.- dijo dandome un vuelta provocando risas de parte los dos.- Tan preciosa como un hermoso rubí.

-Eres un labiero, te lo habían dicho antes?- pregunté entre risas a lo que él sonrió traviesamente.

-Unas cuantas veces, pero a las chicas les encanta.- dijo susurrando en mi oído antes de abrir la gran puerta de cristal y cederme el paso.

-Avyana aquí estás, juré que había escuchado tu risa...- dijo mi hermano levantándose de su silla al verme entrar al gran comedor.-...Ohh y creo que ya entiendo el porqué de ella...- musitó provocando que todos los de la mesa fijaran su mirada en nosotros.

-Buenos días lamento la demora...

-No lamentes nada hermana, luces preciosa hoy.- dijo cuando me acerqué a besar su mejilla.- Príncipe Taehyung por lo que veo pudo conversar animadamente con mi hermana...

-Si su majestad, su hermana es una gran compañía y para mi suerte nuestros caminos se cruzaron cuando nos dirigíamos a desayunar...- dijo este ayudandome a tomar asiento para posteriormente sentarse a mi lado.

-Me complace que disfrute la compañía de mi hermana ya que a final de cuentas somos prácticamente familia.- dijo Hoseok tomando con delicadeza la mano de Hee-Jin la cual sonrió dulcemente.- Asi que Taehyung, qué te parece si dejamos a un lado las formalidades?

-Estoy de acuerdo Hoseok...por cierto he escuchado que en Inferno son muy buenos jinetes de dragones.

-Si, en eso no te equivocas Tae. Claro que habemos unos mejores que otros.- dije viendo a mi hermano el cual solo rió sarcásticamente.

DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora