II.Con Tarjeta, Por Favor

44 21 3
                                    

Capítulo 2

Miércoles por la mañana, otro buen día para desayunar junto a sus amigas. Margo vestía las más delicadas telas, al caminar podía tocar la envidia de las demás y era entendible. La sociedad levantó estándares que tenías que tener para ser "perfecta", Margo contaba con la gran mayoría... Cuerpo envidiable, sonrisa blanca como la perla, ojos miel, cabello ámbar, nariz respingada suavemente. Margo sabía que obtenía la mirada de casi todos los hombres, de alguna manera, eso le alimentaba el ego.

-¿Qué tal tu castigo, Raquel?-

Se burló de su amiga

-Cierto, tus padres son muy a la vieja escuela... ¿No?-

Mencionó Cassandra mientras tomaba su bebida en pequeños tragos.

-No tienen ni idea, de todas maneras... Los sigo amando-

Carcajeó al final esbozando una gran sonrisa. "¿Amar?" Margo repitió la palabra una y otra vez hasta que poco a poco perdió el sentido.

-Desgraciadamente tengo que irme a una cita con mi fotógrafo, no me puedo quedar mucho tiempo-

-¿Qué tipo de cita? ¿En la cama?-

Bromeó Cassandra

-Muy graciosa, pero no. Presentaremos una nueva revista-

Raquel era popular entre muchos medios de comunicación, pero no por ser bonita, simplemente sus padres movían influencia por ella.

-¿Nos dividimos la cuenta?-

Cassandra le preguntó a las dos mujeres pero solo una le contestó. Miraron a la faltante, perdida en la mirada hacia la nada mientras apretaba su mano en la taza.

-Margo... Oye-

Raquel le tocó el hombro

-¿Si?-

Inmediatamente salió del trance mirando a las dos chicas

-Que si dividimos la cuenta...-

-¿Dividir la cuenta? ¿Crees que soy pobre?-Levantó una ceja con indignación- Yo invito-

Margo levantó el brazo para que su mano pudiera ser vista por el mesero, como un toque final a sua actitud tan desagradable se atrevió a chasquear los dedos. El mesero algo irritado por aquel gesto grosero, llegó con una bandeja en mano.

-¿Les hace falta algo, señoritas?-

Preguntó amablemente

-La cuenta, pagaré con Tarjeta-

Pasaron unos minutos y el mesero regresó con la pequeña máquina para hacer el pago, Margo le pasó su tarjeta dorada y él la recibió con una sonrisa. Era admirable la paciencia por parte del mesero, sin embargo, estaba por acabar.

-Señorita...-

Interrumpió las risas de las contrarias, se dirigió a Margo y le extendió la anteriormente mencionada tarjeta

-La tarjeta que me ha dado no pasa, por favor necesito que page de otra manera-

-¿Disculpa?-Margo se quitó los lentes de sol-Vuelve a intentar, algo haces mal, mi tarjeta está bien-

No sabiendo que hacer, el mesero volvió a pasar la tarjeta de la mujer a su lado. Sintió la presión de las miradas por lo que empezaba a ponerse incómodo.

-Como puede ver, no pasa-

Señaló el mesero

-¿Cómo que no pasa? Quiero que vuelvas a intentar-

Amor Con SaborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora