VII. Última Alternativa

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Capítulo Siete

Su celular encendió la pantalla, la alarma estaba taladrando los más profundos sueños de Margo, cuando salió de su coma somnoliento se quedó unos minutos viendo hacia la nada, Típico.

-Maldito lunes...-

Bostezó

-¡¿Lunes?!-

Margo giró rápidamente sobre la cama para terminar cayendo y poder alcanzar el celular en el mueble.

-¡Olvidé cambiar la alarma!-

Margo se puso de pie rápidamente, el fin de semana había corrido como agua y como es común en nuestra protagonista, olvidó organizar el horario para llegar temprano a su primera cita de trabajo. Se vistió a la velocidad de la luz, toda su ropa terminó regada por todo el cuarto como si un asaltante de moda le hubiera robado pero eso no le importó de momento. Tomó su bolso donde llevaba lo necesario ya sea identificación, dinero, llaves y celular. La cita tendría que ser rápida, después de todo, la supervisora había dicho que era sin compromiso.

Salió dando un portazo involuntario, para su suerte, la calle ya estaba con movimiento.

-¡Taxi!-

Extendió la mano y un vehículo amarillo con cuadros negros le puso atención, rápidamente Margo subió y empezó a maquillarse

-A la pizzería Carlo'S del norte, por favor-

-Enseguida-

Empezó a avanzar

-¿Primer día de trabajo?-

-Sí, ¿Se nota?-

Contestó ella

El chófer se rió y siguió manejando, lo hacía como un profesional de la fórmula uno ya que conducía muy rápido y se notaba que tenía bastante experiencia. Para suerte de ambos, no ocasionaron ningún accidente, una vez que Margo se bajó del vehículo. Corrió hasta la entrada del establecimiento.

-Asumo que usted es Margo Esparza,¿No?-

-Sí, lamento la tardanza pero tuve problemas con la puerta-

"¿Con la puerta? ¡Qué tonta eres!" se dijo a sí misma mientras sonreía con nerviosismo

-Bien... Pasa a mi oficina-

La señorita amablemente le señaló el lugar. Una vez dentro, tomaron asiento y la supervisora encendió la laptop que tenía en frente.

-Muy bien... Margo, ¿Tienes experiencia trabajando en un lugar de comida rápida?-

-Estudié gastronomía pero por cuestiones personales no he podido ponerlas a prueba formalmente-

-Tomaré eso como un no-

Escribió en el teclado

-¿Estás dispuesta a trabajar desde ahora?-

-¿Perdón?-

-¿Quieres el empleo o no?-

-¡Sí!... Perdón... Sí-

-Bien, te entrego el uniforme y empiezas desde ahora, hoy será tu día de prueba-

Margo no pensó ni un poco, normalmente las personas hubieran indagado más o al menos hubieran preguntado el sueldo pero no, Margo es Margo y por tanto se ha ganado una historia de su vida.

Pizzería

-Bien, empieza amasando la masa-

Margo tomó un rodillo y empezó a presionar con fuerza.

-Ten cuidado antes de que

¡Pam!

La base de madera se astilló y Margo se detuvo recibiendo una mirada de molestia por parte de los trabajadores.

-No pasa... Nada... Sigue con la salsa y trata de no salpicar-

-Eso es fácil-

No debió decir eso. Apenas tocó el cucharón de la salsa, la gran olla se ladeó tirando un poco sobre el piso. Margo tenía las manos muy torpes ese día, ¿Razón?, Ese trabajo definitivamente no era para ella.

-Perdón-

Sonrió Margo

La supervisora se quedó atontada con la imprudencia de Margo, se llevó una mano a la frente y suspiró.

-Prosigue... Por favor, pon los ingredientes-

-¿Cuáles?-

-Utiliza pimiento, salchicha, y pepperoni-

Obedeció finalmente haciendo bien las cosas, los acomodó de tal manera que estuvieran bien dispersos. Una vez logrado, tuvo la orden de meter su creación al horno. Margo se entretuvo un momento y al sacar su ahora pedazo de carbón la supervisora la miró muy mal.

-Señorita Esparza-

Se encontraban las dos fuera del establecimiento, Margo tenía la mirada baja y la supervisora tenía los brazos cruzados.

-Este empleo puede ser mal valorado pero aún así necesita de personas enfocadas y responsables... Usted aún no cuenta con esos requisitos-

-Si me da otra oportunidad, juro hacerlo mejor... Estoy algo nerviosa nada más-

La supervisora notó en su mirada la desesperación, poco a poco retomó la paciencia y miró al cielo.

-Una sola oportunidad Señorita Esparza, regrese mañana temprano y la agregaremos a los empleados-

-Se lo agradezco mucho señorita... En verdad que aprecio la

El pitido de su reloj le indicaba que tenía que llegar a su próxima entrevista de trabajo

-Me tengo que ir, mañana llegaré temprano. ¡Hasta luego!-

Mencionó mientras avanzaba en dirección a la calle, la supervisora levantó una ceja mientras reía vagamente. "Margo será todo un caso", pensó mientras veía a la chica apurada por subir a un taxi.

-A la biblioteca central, por favor-

Le pidió al taxi que sin rechistar comenzó a conducir.
Temiendo que cerraran el lugar, Margo iba ensayando lo que diría a su autoridad de ese momento. No querría ser conocida como la chica nerviosa que no sabe acomodar por orden alfabético los libros. Sería importante para ella conseguir el trabajo sin embargo... El encanto no le duró mucho. La biblioteca sería una pésima idea para conseguir trabajo; si no tienes pasión con algo relacionado al empleo entonces no es lo tuyo. Para desgracia de la pobre, no consiguió el empleo...

Le quedaba una sola oportunidad... La pizzería... Tendría que aprender de las técnicas que ellos manejarían para lograr un equilibrio pero lo importante no estaba ahí... Sino... Que gracias a ese empleo tan contrario al estilo de Margo, llegaría alguien abriendo una puerta a la esperanza. El empleo quizá no era para ella ... Pero las ventajas que tenía si que lo eran. Gracias a eso, Margo encontraría un camino que tomar... Junto a alguien...

F i n

Amor Con SaborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora