Amor Con Sabor

XI. Los Tres Campeones

Capítulo Once

***

-Maldita sea... Me duele el brazo-

Mencionó Eliot

-Shh... Te va a escuchar-

Le advirtió Margo quien pensaba lo mismo pero no sé atrevía a decirlo.

-¿Y? Vinimos a cocinar, no a hacer limpieza-

-¿Algún problema, caballero?-

Santiago apareció detrás de ellos. Margo sintió el corazón en la lengua.

-No, ninguno Chef-

-Entonces menos charla y más trabajo-

Se retiró a supervisar a los demás.

-Tranquilo, cuando trabajemos aquí va a valer la pena-

Lo animó haciendo que sonriera. Margo tenía un talento especial para hacer feliz a las personas.

S e g u n d o D í a

-A la cocina, rápido-

Mencionó Santiago en cuanto puso un pie en el pavimento, cuando entró dejó su bufanda en un perchero y después remangó las mangas de su camisa blanca a botones negros, era especial de cocina.

-El trabajo de hoy, se divide en dos partes. La primera, es ver qué tan buenos son para ser meseros, la segunda, trata de memorizar los lugares de la cocina-

Eliot suspiró frustrado, Iván se mantuvo sereno y Margo puso los brazos detrás de la espalda para estirarse un poco. Mantener la misma postura llegaba a ser agotador.

-Señorita, usted empieza junto a su compañero-

[...]

-

¿Están listos? Bueno, tampoco me interesa, ¡Comiencen!-

Margo tenia una bandeja en la mano donde colocó una jarra de agua, fue difícil pero caminó lo más derecha que pudo y se acercó a una mesa con comensales.

-Buenas tardes señores y señoritas, mi nombre es Margo y yo los estaré atendiendo por hoy-

Les sirvió un poco de agua en la copa de pila que colocaban en la mesa

-Les entrego las cartas para que puedan elegir, la recomendación del día trata de nuestro más delicioso pollo a la parmigiana, empanizado a la romana, está cubierto con salsa marinara y el gratinado con mozzarella-

-¿Con qué bebidas nos recomienda acompañar el platillo?-

Le preguntó un señor mayor

-Con vino tinto, Señor-

Todos en la mesa sonrieron

-Enseguida vuelvo a tomar su pedido-

Cuando Margo regresó a la barra de salida, Se puso en medio de Santiago y de Iván.

-Muy atenta, excelente señorita Esparza-

-Gracias Chef... no quiero perder la profesionalidad pero me sería más cómodo que me llamara Margo-