Amor Con Sabor

III.Sentirse Ahogada

Capítulo 3

Solitaria en su cuarto, Margo se pintaba las uñas como una vanidosa en locura. Del otro lado de la puerta sonaron tres suaves golpes, la intención de Margo era ignorar por completo a la persona que la estuviera llamando ya que no se encontraba de humor para una charla, se detuvo con su labor de pintar las uñas y miró la puerta. Después de unos segundos, imaginó que se habrían rendido e incluso ya hasta se habría marchado la persona. Retomó su actividad pero en cuanto lo hizo, un golpe más fuerte la hizo pegar un brinco, ensuciando su dedo con pintura roja. Gruñó enojada, se levantó para abrir la puerta y se encontró con la persona menos indicada para hacerla feliz.

-¿Necesitas algo? Estoy ocupada-

-Claro, ocupada-

Miró detrás de ella el desastre de pintura roja.

-Ven a la sala, tu madre y yo queremos hablar contigo-

-¿Es urgente?-

-¿Tu madre no es urgente para ti?-

Con eso logró callarla y hacer que lo siguiera hasta la sala. Una vez estando ahí, se sentaron en diferentes lugares cada uno, No estaban muy separados uno de los otros.

-Hija... Entiendo que de momento tu vida esté experimentando cambios fuertes, pero eso no te da poder sobre nadie y... Tienes que entenderlo-

-Tuviste razón en algo que mencionaste, Margo tu y yo no tenemos nada que ver... Pero estoy ayudando tanto a tu madre como a ti, y sabes por qué-

Margo los escuchaba atentamente pero mientras lo hacía, sus gestos eran una mezcla de molestia e incomodidad.

-Margo... Tienes que cambiar tu actitud, ten presente los valores que te enseñé todos estos años-

-Puedo cambiar...-

Mencionó ella mientras bajaba la mirada, una chispa de ilusión se encendió en los mayores pero pronto se apagó al escuchar lo siguiente

-Si me dejan cumplir mi sueño... Dejen que trabaje como Cheff, que pueda hacer algo que realmente me guste-

-No, ya hablamos de eso-

Dijo inmediatamente

-¿Por qué no? ¿Te recuerda a mi padre?-

-Margo, basta-

-No, mamá. No soy tan tonta para ignorar que quieres olvidar a mi papá-

-No quiero olvidar a tu padre, pero hay mejores cosas que puedes hacer para definir tu camino-

-Eso no decías cuando él estaba con nosotras... ¡Admítelo! Solo lo reemplazas-

Margo se puso de pie, su entrecejo estaba totalmente tenso y arrugado mientras sus ojos clavaban estacas.

-No quieres que yo sea como mi papá, eso es lo que tratas de hacer-

Su Madre no aguantó más y se puso de pie poniéndose a la altura que Margo, tomó el valor y dejando escapar unas lágrimas le contestó