CELOS DEL RUSO

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Siempre me pregunté ¿Por qué el Sr. Asami no me asesinó?, ¿fue por Mitari? Él siempre me decía que me fuera lejos a empezar de cero. Nunca le hice caso.. ..Se queda meditando y concluye, ya he llegado muy lejos...no puedo dar retroceso. Estoy cansando, ¿Sagaki seguirá follando a ese infeliz?, tendré que quedarme más tiempo.

Alguien le toca la puerta

-Sé que estás allí maldito infeliz, ¿me ves cara de tu empleado?

Abrió la puerta –Caramba tiempo sin vernos, y así me recibes Takafumi, ¿cómo está la abuela?, me imagino que ahora si te portas bien.

-No me cambies el tema infeliz, quiero que sepas que mi abuela murió y ahora puedo sacarte de aquí cuando se me dé la gana, es más agarra tus cosas y lárgate. Si no lo haces ahora mismo cuando regreses no encontraras nada – decía un chico muy enojado, odiaba a Suduo ya que su abuela lo quería mucho. Un día quiso abusar de Suduo y su abuela lo largo. Lo que el chico no sabía que el propietario de ese lugar era Suduo, su abuela se lo ha había vendido hace mucho tiempo, se lo vendió con la condición que nunca la echara e ese sitio. Suduo a pesar que compro el sitio, le pagaba siempre a renta. Su nieto era un joven muy hermoso pero andaba en malos pasos y siempre que venía a ese sitio era para robar el dinero que la señora con mucho cuidado guardaba. Cuando escuchó que la anciana había muerto se indignó.

-LA MATASTES INFELIZ, DIME LA MATASTE-Grita Suduo agarrándolo de la camisa,

-Suéltame infeliz, mejor lárgate de una vez por todas. –Suduo corrió a la pieza de la señora y vio su cajita con sus restos e incienso prendido.

-¿Quién eres tú? – Sale un chico de mal aspecto y fumando opio.

-¿Quién eres tu infeliz?

-Suduo ese no es tu asunto, lárgate este lugar es mío, lárgate de una vez por todas. Agrace que no te bote tus trapos porqué quería ver la cara que ponías cuando te botara como un perro. –Takafumi

Brr brrr –el celular le suena.

-¿Ya? te lo follasteis tan rápido.

-Joder este chico está convulsionando, me ha vomitado todo, está temblando y tiene mucha fiebre.

-Mierda! Solo eso me faltaba.

-No le distes algún golpe para ponerlo dócil. Te conozco infeliz

-No, si cuando me metí a la parte trasera del automóvil, estaba vomitado y temblaba, como estaba con ese abrigo enorme no te distes cuenta, mueve el trasero y llevémoslo a un hospital

Suduo se enojó, esa era la idea más estúpida que pudo escuchar -¿Estás loco?, quieres que nos maten. Cualquier sitio público es peligroso recuerda que ese maldito está secuestrado por mí.

-Bueno has algo, ahora estoy nervioso, verlo en ese estado mi erección bajo al instante.

-Solo eso te importa depravado. Rápido Llévemelo donde tu nana. Es la única opción ¿Es yerbera no?

- Joder pero todo cambia, si se muere no los quiero comprometer, recuerda que ellos no saben en qué mundo me manejo.

-Sagaki no tenemos tiempo que perder mueve el trasero, Lo más seguro es que no se nos muera en el camino. – Sale del apartamento viejo y deteriorado llevándose lo que necesitaba. Iba diciendo: -Maldito, lo quiero vivo, muerto no me sirve. Deseo tu muerte pero no ahora. Antes de irse, deja una hornilla de la estufa prendida y las otras tres las dejó medio abiertas lo mismo que el horno. Takafumi no merecía tener una buena vida. En pocos minutos de ese lugar no iba a quedar ni la sombra.

(...)

Brrr Brrr

-Feilong dime que me tienes noticias, estoy en el hotel viendo las cámaras de seguridad. El infeliz de Suduo entró a la habitación de Joselina, se hizo pasar como su asiste. No informé a los hoteles que ese infeliz ya no trabajaba para mí.

ATRAPADOS EN LA  ESFINGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora