Capítulo 10: Cautivo

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Estoy arrastrándome en tu corazón, nene,

Te daré la vuelta, te romperé y te tragaré,

Te robaré y disfrutaré de ti,

Te volveré un desastre.

Monster – EXO

—¿Estás seguro de que tenemos que mantenerlo con vida?

Una voz se escuchaba distorsionada, probablemente era por el dolor en su cuerpo que la escuchaba como si estuviera bajo el agua.

—Así es, son órdenes del general Lee.

Alguien le respondió a la primera persona y captó a duras penas el suspiro que soltó la persona más cercana a él.

—¿Y dónde debemos ponerlo?

Un dolor agudo lo recorrió luego de que la persona hablara y de haber podido estaba seguro de que se hubiese quejado, sin embargo su cuerpo estaba en una especie de rebelión con su cerebro así que no lo hizo.

—Creo que en uno de los cuartos aislados del laboratorio.

El dolor era demasiado insoportable, pronto pudo sentir la misma bruma que antes arrastrarlo lejos, sin embargo, pudo escuchar lo último que dijo uno de ellos.

—Es tan parecido a Yeol que da miedo.

¿Por qué hablaban de él de esa manera?

No lo sabía y ya no le importaba, se dejó llevar finalmente por aquella cosa llamada inconsciencia y no supo más de sí.

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—Listo.

Chën deposito el cuerpo del ChanYeol falso en la camilla e hizo un movimiento entre sus dos manos simulado aplausos para quitarse el "polvo" de éstas.

—Es mucho más ligero que Yeol, ¿no es así?

Käi le dijo en tono burlón mientras observaba al chico pelirosa en la camilla, parecía toda una princesa esperando por su príncipe para despertarla. Lástima que ninguno de ellos era ningún príncipe.

—Definitivamente lo es, ¿será muy necesario llamar a Lay de inmediato?

Chën no tenía muchas ganas de hablarle al chico sombrío que se encarga de sanarlos a todos.

—Supongo que sí, el general lo quiere vivo y el chico se dio un buen golpe, es de suerte que siga respirando.

Chën soltó un suspiro fastidiado, a él le ponía de pelos tratar con Lay, el chico es demasiado espeluznante sin hacer ninguna expresión en ningún momento y con su hablar demasiado franco y frío, no tiene la menor idea de cómo Suho puede llevarse bien con él.

—Te dejaré esa tarea a ti, tengo que hacer el reporte de la situación con Lee.

Tan rápido como pudo, el de sonrisa gatuna se escabulló del deber, dejando a un muy fastidiado Käi hacer su trabajo por él y salió del cuarto con paso apresurado.

—Idiota.

Sin más que decir, el moreno de cabellos verdes se esfumó en el aire, esperaba que para cuando volviera, el chico siguiese respirando. No quería que el general aumentase el tiempo de su entrenamiento.

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Un hombre un tanto bajo y de cabellos negros caminaba tranquilamente por los pasillos blancos del laboratorio, una que otra vez pasó al lado de una señorita de vestimenta blanca y éstas lo ignoraban por completo, ocupadas en su trabajo, cualquiera que fuese, monitoreando una serie de cosas en sus dispositivos tabloides. Acostumbrado a ello y sabiendo que sería inútil preguntar qué hacían, siguió con su camino.

Proyecto: EXORDIANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora