POV VINCENT:
Hoy es viernes y vengo llegando a la academia para mi sesión de baile con el cachorro. La mejor parte es cuando llega May a bailar con nosotros. Tener su cuerpo pegado al mío por unos segundos es grandioso. Puedo aspirar su aroma a lavanda y canela. Lavanda por el champú que utiliza y a canela porque siempre bebe té de canela. De solo pensarlo sonrío pensando en su cintura entre mis manos. Se siente pequeña y delicada. De solo recordar que la he tenido desnuda, así de pegada a mí, me hace estremecer. Qué no daría por volver a tenerla para mí. Pero ella eligió a otro y se va a casar. Realmente espero que sean felices y que duren toda la vida. Yo no quiero arruinar sus planes.
Llevamos dos horas bailando con el cachorro y Mayte no ha llegado. Es extraño, suele llegar muy puntual. Quizás se alargó su clase.
-Una pausa, hijo. Voy a ver si viene tu mamá.
-Bueno, papá. Voy al baño.
-Sí, cachorro.
Eddie salió al baño y yo con rumbo a la sala azul. La encontré sacándose sus zapatillas de trabajo.
-Hola guapa. ¿Vienes con nosotros?
Mayte me mira sonriendo y me pierdo en su sonrisa.
-Claro. Terminamos un poco pasados hoy.
-Me di cuenta, por eso vine por ti.
-¿Me vas a escoltar?
-Por supuesto, así no te desvías a otro lado.
-Muy bien, señor Wilcox. Vamos a nuestro ensayo en familia.
Mayte me toma del brazo y me regala una de sus sonrisas que tanto me encantan, que son con sus ojos. Su sonrisa en la mirada es la hermosa sonrisa que tiene así que sonrío con ella. Caminamos tomados del brazo hasta la sala en que nos espera nuestro hijo.
-Al fin. Bailemos. – protesta nuestro travieso y ambos nos reímos.
-Ya, desordenado. Pon la música.
Mayte le indica el parlante mientras se quita su delicada falda de ballet y queda solo con su leotardo negro en esta ocasión. Definitivamente no puedo concentrarme hoy. No sé qué me pasa pero solo he pensado en su trasero pegado a mí en todo el día. Es terrible. Necesito sexo de una buena vez. Debería salir a un bar, espero que George quiera ir conmigo. Con Jacob casado perdí como en la guerra. Ya no sale a bares y menos por mujeres.
-¡¡Vincent!!
La voz de Mayte me asusta. Eddie se está riendo. ¿Qué me perdí?
-¿Sí?
-Estás babeando, papá. Deja de mirar a mamá.
Mi hijo solo se ríe mientras me habla y me sorprendo de sus palabras. Mayte me golpea suavemente y me sonrojo. Increíble o no, me sonrojo. Siento mis mejillas arder.
-Pervertido. Ponte a bailar mejor será. – Amo su risa. Así que le hago caso.
Nos ponemos a bailar los tres la rutina hasta que tocan a la puerta y se abre dejando ver a Richard con el ceño fruncido.
-Mayte. Debíamos ir a la prueba de la comida.
-¿Hoy? Richard sabes que hoy es mi día de ensayo con mi hijo. Dudo que te haya dicho que sí a ir un viernes.
Es tan adorable cuando frunce el ceño.
-Bueno pero dijiste que sí. Vámonos, es tarde.
-No puedo. Estoy sudada y nos queda trabajo aun.
-Mayte, es nuestro matrimonio.
-Bueno, ve y elije algo rico.
-¿No quieres participar?
-Te dije que era mejor contratar a alguien que lo hiciera pero no quisiste. No te quejes ahora.
Amo que le esté reprochando por todo. Me gusta verla exigir lo que le gusta. Es una chiquita consentida e hijita de papi cuando se pone así y me encanta.
-¿Perdón? Mayte, ven fuera. No creo que sea forma de hablar las cosas.
-Estoy ensayando, Richard.
Se miran desafiantes y Eddie suspira cansado.
-Ve mamá. Organiza tu matrimonio. Papá y yo nos quedamos aquí.
-No. Me quiero quedar aquí. Quiero seguir bailando. Necesito bailar. Hoy necesito bailar.
-Es nuestro matrimonio.
-Lo sé. Vete que estamos ocupados.
Richard la mira incrédulo pero Mayte solo se acomoda para volver a bailar, sin importarle nada más. Algo le pasa. Solo baila así cuando necesita despejar la cabeza. Richard se va indignado. El cachorro y yo chocamos palmas sin que Mayte nos vea y nos sonreímos.
-Mamá, voy por una botella con agua. ¿Quieres algo?
-No hijo. No te tardes para que sigamos.
Eddie salió corriendo y yo observo por el pasillo para verlo alejarse. Observo al otro lado y Richard ya no está. Miro a Mayte que da unos giros pero pierde el equilibrio y me acerco a ella para tomarle la cintura.
-Más lento. Eleva tu cuerpo y concentra tu energía arriba mientras giras. Estírate lo más que puedas para mantener el eje.
La ayudo a girar, manteniéndola cerca de mi cuerpo para sostenerla y nos quedamos mirando a los ojos.
-Gracias... - susurra.
-¿Pasa algo? ¿Por qué quieres bailar?
-Estoy harta de organizar el matrimonio. Nada me gusta, nada me resulta. No me gusta nada tampoco.
-Si no quieres casarte, ¿por qué lo haces?
-Si quiero casarme...
Su murmuro me hace acercarme más para lograr escuchar lo que dice.
-¿Qué?
Mayte solo suspira y me toma de la nuca para pegar nuestros labios. Abro los ojos por la sorpresa y veo sus ojos cerrados y relajados. Cierro los ojos al tomarla por la cintura y profundizo el beso. Diablos que es el mejor beso que he dado en años.
-Perdón. No debí hacer eso.
Sus mejillas están encendidas y me mira arrepentida o asustada, no estoy seguro. Solo puedo mirarla para analizarla.
-No debí, lo lamento. Voy a organizar la boda. Dile a Eddie que se va contigo.
Mayte intenta salir corriendo pero la alcanzo a tomar de la muñeca.
-Mayte, no huyas.
-No huyo, pero tengo que irme.
-No tienes que irte. Aquí no pasó nada.
-¿Ah no? Si pasó y pasó mucho. No debió, pero pasó. Déjame alejarme. Necesito enfriar la cabeza. Déjame ir.
-Voy a decirte algo que no pensaba decirte nunca porque no quería arruinar tus planes, pero solo me estás diciendo que no estas segura de lo que vas a hacer. Si de algo te sirve saber esto... Mayte te amo. Estoy enamorado de ti hace muchísimo tiempo. Si realmente amas a ese tipo, cásate con él. Yo no estoy pidiendo una vida juntos. Tú misma me dijiste que eso nunca va a pasar. Me enamoré de ti sabiendo eso. Así que espero que seas muy feliz en tu matrimonio. Yo no quiero dejar de ser tu amigo, pero te amo. Y ya no aguantaba más sin decírtelo.
ESTÁS LEYENDO
Noche de Baile
RomancePrimer libro de la SAGA FISHER ----------------------------------------- Cuando una noche te cambia la vida... Mayte y Vincent son de mundos diferentes y lo único que tienen en común es la pasión por el baile. Una noche de fiesta les cambia la vida...