05 || Pretty

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[♀)

De repente, sentí como fui empujada y sus ojos desaparecieron de mi vista.

La caja de galletas ya no estaba en mis manos.

- ¡Hey! -gritó JeNo con cierta molestia.

Su amiga tenía mi caja. Los nervios comenzaron a apoderarse de mi de nuevo.

- YeRi, devuelvemela -dijo con un tono serio el pelinegro.

YeRi agarró con fuerza la caja y se dirigió hacia mí con paso rápido y con una expresión poco amigable en su rostro.

- ¿Qué es esto? -soltó fríamente mientras alzaba la caja dejándola a la altura de mi rostro.

- Eh... yo...

¿No será qué es...

- Basta.

La mano de JeNo se envolvió alrededor de la muñeca de YeRi y ella lo volteó a ver sorprendido. Yo ni siquiera podía verle a los ojos, solo quería salir de allí corriendo cuanto antes. Le arrebató la caja de galletas y después fue como si en verdad estuviera en un drama.

Su mano tomó con delicadeza la mía y me alejo de allí. Sentía que la cara me ardía y apenas y podía caminar a su paso. Simplemente me había quedado en blanco.

- ¿Qué carajos, Lee? -soltó enfurecida la rubia haciendo que el mencionado detuviera su paso.

MinJi, Natsu, saquenme de aquí.

- Solo venía a agradecerme. No tienes porque montar un espectáculo -dijo volteando a verla.

Yo simplemente estaba tiesa y no pensaba apartar mi vista de su espalda.

- Vamos, hombre, deja al chico hacer su vida -dijo el otro chico, su amigo- . Superalo, amiga.

De repente, sentí como su mano jaló la mía y nos fuimos alejando de allí hasta que no pude escuchar más sus voces.

[♂)

Desde que YeRi me había confesado sus sentimientos se había vuelto más protectora conmigo, se llegaba a comportar como si yo le perteneciera y eso había provocado que algunos de mis compañeros tuvieran ideas erróneas de mi.

Esto tenía que parar.

- JeNo... -su dulce voz resonó débilmente detrás de mi haciéndome parar.

Volteé y me encontre con un par de ojos avellana que me miraban con cierto miedo.

Mi mano estaba agarrando fuertemente su muñeca y su mano estaba cerrada en un puño.

- Yo... lo siento - aparte mi mano de su muñeca y ella se sobresaltó.

Tierna.

- Descuida.

Un silencio incómodo se formó entre los dos.

- Em... gracias, de nuevo -dije mostrándole la caja.

- ¿Eh? ¡Ah, sí, sí, claro! No es nada, sí...

Sus mejillas parecieron encenderse gradualmente y pestañeaba repetidas veces; sus manos estaban entrelazadas y jugaba nerviosamente con sus dedos.

Lovely Defects; ljn • nctDonde viven las historias. Descúbrelo ahora