Lovely Defects; ljn • nct

09 || Complicated

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Comía mi helado de fresa lentamente mientras observaba mis piernas balancearse al estar sentada en un banco muy alto.

El castaño hablaba con MinJi sobre lo ocurrido lejos de mí.

En estos momentos me odiaba. Había arruinado el día para motivar a Natsu con mis problemas de chica enamorada.

Sentí que este día ya había sido muy largo. Natsu se enteró de una muy mala noticia, JeNo me pidió ser su amigo, conocí a DoYeon, luego vi a JeNo con esa chica y se me rompió el corazón y ahora había tenido que contarle todo a RenJun. Y todavía tendría que lidiar con mi tía.

¿Desde cuándo mi vida se volvió tan complicada?

La figura de RenJun apareció enfrente de mi.

- Bueno... al parecer ellas lo entienden y dicen que mañana hablaran contigo.

- Gracias y lo siento -musité por milésima vez.

- Descuida, está bien. Para eso estoy aquí.

He de decir que gracias a RenJun me sentía mucho mejor. Me dejó llorar en sus brazos, me compró un helado y me escuchó.

- ¿Quieres hacer algo? Aún tenemos algo de tiempo -me preguntó.

- Claro... -asentí.

- No te preocupes. Haré que nos divertamos -dijo dándome una sonrisa muy tierna para después tomar mi mano y correr conmigo fuera de la heladería.

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Los ojos de ella se iluminaron como si dentro de ellos cobrarán vida un millón de galaxias. Sus mejillas que siempre tenían ese característico color rosado la hacían ver más hermosa.

- Hace mucho que no veía fuegos artificiales -me dijo mientras veía el cielo lleno de estos.

Yo solo la podía ver a ella.

Demonios, ¿cómo es qué es tan linda?

Asentí y aparte mi mirada antes de que se diera cuenta de lo embobado que estaba observándola.

Decidí llevarla a un parque de diversiones. Al principio era algo incómodo, pero después lo disfruté mucho. Jamás la había visto tan feliz en mi vida. La forma en la que sonreía me había dejado completamente enamorado.

- RenJun -me llamó.

- Dime.

- Gracias -dijo viéndome a los ojos con una sonrisa- . En verdad, me divertí mucho -dijo para después darme un abrazó que me tomó por sorpresa.

- No es nada -dije rodeándola con mis brazos como si fuera una delicada muñeca de porcelana- . Siempre estaré para ti.

Para ella ahora solo era un amigo. Pero yo la quería como algo más. Sabía por parte de ella que estaba enamorada de JeNo. Y mi corazón dolió al escuchar ello. Aun así, no podía dejarla sola porque no correspondía mis sentimientos. Y sus palabras de alguna manera me habían hecho sentir identificado.