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- ¡JaeMin, sueltalo! -grité mientras jalaba con todas mis fuerzas (inservible contra la fuerza de Nana) la camiseta del peliazul intentando separarlo de JeNo.
JeNo logró derribar a JaeMin quedando sobre él. Me hice rápidamente a un lado intentando detener los golpes de ambos chicos, pero mis pequeñas manos simplemente eran apartadas bruscamente por su fuerza.
- ¡Paren!
La ira los estaba consumiendo.
- ¡Chicos, basta!
La sangre goteó de la nariz de JeNo, manchando su labio.
- ¡JeNo, para, porfavor!
Dios pareció haberse apiadado de mí ya que el mencionado paró los golpes aún sonteniendo a JaeMin por el cuello de su camisa.
- ¿DaeRim?
JaeMin aprovechó su distracción para propinarle otro puñetazo en la nariz y JeNo cayó al suelo liberandose el peliazul de su agarre.
- ¡JaeMin! -le reproché y este volteó a verme entre una mezcla de miedo y asombro.
Sequé rápidamente mis lágrimas de frustración mientras ambos chicos se paraban despacio.
- ¿¡Qué les pasa!? ¡Miren nada más lo heridos que están! -bramé furiosa y ninguno de los dos se atrevió a verme- No lo puedo creer, en serio.
Hubo un incómodo silencio. JeNo se limpiaba con la mano la sangre que había escurrido de su nariz y JaeMin se arreglaba la camiseta, ambos haciéndose los desentendidos.
- Vengan conmigo.
●•●•●
Busqué entre los cajones los curitas, el alcohol, algo de pomada y por último el algodón. Ví aquella caja pequeña rosita que tenía los curitas de ositos, los mismos que JeNo puso en los raspones de mis rodillas. Una sonrisa involuntaria se plasmó en mi rostro.
Basta, DaeRim. JeNo y tú ya no son nada...
Cerré el cajón y me dirigí hacia los chicos sentados sobre la camilla. Ambos estaban mirando el suelo, uno a cada lado de la camilla como si el toque del otro fuera tóxico. Suspiré y me encargué de empapar el algodón con alcohol.
- JaeMin, voltea -le ordené aunque mi voz salió algo temblorosa y suave.
El peliazul me observó con ojos de cachorro triste. Sabía que no podía resistirme a esa mirada, pero está vez no funcionaría. Estaba enojada con ambos y no permitiría que me manipularan, ya no quería ser tomada como alguien débil, quería cambiar, quería ser firme. No dije nada y me obligué a concentrarme en sus heridas dando pequeños toquecitos sobre los raspones y cortadas en su rostro y manos.
- Dae... -musitó JaeMin- Conejita... ¡Auch!
El pelinegro a su lado se encargó de darle un zape al escuchar aquel apodo. Volteé algo temerosa a verlo algo desconcertada de su actitud. JeNo se veía molesto, su mirada perdida en sus manos.
- ¡DaeRim, dile algo! -se quejó el menor y sentí un sabor amargo instalarse en mi boca.
Aún estaba sensible por lo de JeNo. No me sentía lista ni siquiera para mirarlo a la cara. Y sinceramente ahora me arrepentía de haber jalado a ambos chicos a la enfermería de la escuela. No había pensado claramente.
- JeNo...
Tu nombre suena tan distante.
- No golpees a JaeMin -fue lo único que alcancé a decir sin respuesta alguna del pelinegro.
Terminé con las heridas de JaeMin y pusé unos curitas en la cortada de su mejilla y el raspón de su mano.
- Listo.
- Lo siento, Dae -musitó seriamente el peliazul- . Fui yo quién buscó pleito con JeNo, yo solo quería... Ni siquiera sé que quería en realidad, solo estaba enojado. DaeRim, eres como mi hermanita y no pude aguantar ver cómo llorabas por él.
Sus palabras salieron con tanta sinceridad que sentí mis ojos picar y las lágrimas acumularse. Tuve que bajar la mirada y morder mi labio inferior nerviosamente.
- Perdón, yo solo quería protegerte.
Tragué fuertemente en seco. Y aunque quise decir algo, no pude. Mi garganta estaba seca y sentía un gran nudo apretando la misma.
El peliazul se paró de la camilla y me rodeó para salir de la enfermería. Musitó un "gracias" antes de salir y dejar todo en un pesado silencio.
Tonta y cobarde, DaeRim.
Me quedé estática en mi lugar por un rato, pero de inmediato reaccioné al recordar que el pelinegro estaba allí. Un escalofrío me recorrió la espalda al acercarme a él. Solo esperaba que no pudiera escuchar como mi corazón latía fuertemente contra mi pecho.
¿Cómo se supone que debería de actuar?
Mis extremidades parecieran haberse convertido en gelatina al pararme frente a JeNo. No sabía qué decir o hacer. No es como si de repente un día te encontrarás con tu primer amor con el cual no habías quedado en buenos términos. Y lo peor es que fui yo quién lo arrastró aquí. De verdad que no me canso de regarla.
Con manos temblorosas tomé su mano como si con un simple toque se fuera a desmoronar.
El alcohol cayó al suelo y me ví envuelta entre sus brazos, mi corazón dio un vuelco y mi mente quedó en blanco. Los músculos se me crisparon y odié que mi corazón se alegrara ante su toque porque muy en el fondo sabía que aún lo quería y trataba de ocultarlo.
- Lo siento... -musitó y se despegó de mí como si hubiera cometido un error.
No se dijo más y me dejó curarle las heridas en silencio. Tuve que pestañear un par de veces para ahuyentar el picor en mis ojos y suspiré tratando de aliviar el nudo en mi garganta.
Cuánto me hubiera gustado devolverte el abrazo.
Me congelé en mi lugar cuando me dí cuenta que tendría que curar su labio partido y el moretón en su mejilla. No podía verlo a la cara, si de por si ya sentía mis extremidades hechas gelatina, mirarlo a los ojos terminaría por destruirme.
- ¿Podemos hablar? -soltó de repente JeNo.
Oh no.
Sentí el sudor en mis manos y los nervios cruzarme como una corriente eléctrica.
- Claro -respondí con mi voz ligeramente temblorosa.
Dios, dame fuerza.
Su mano se apartó ligeramente de la mía dejándome aturdida y estática como una roca. No iba a huir, no ahora. Era momento de que enfrentara mis problemas yo sola.
- Te amo, DaeRim.
●•●•●•●
Hola, hola | (• ◡•)|
Ya faltaba actualización así que me puse las pilas para escribir ^^ Al parecer se me hace más facil mientras escuchó música de Chase Atlantic jsjsjs
Espero que les haya gustado, nos vemos en el próximo capítulo 💗
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Lovely Defects; ljn • nct
Fanfic❝ JeNo piensa que DaeRim es linda. DaeRim es muy insegura de sí misma ❞ ᵎ⌇ hetero ᵎ⌇ romance escolar ᵎ⌇ portada y contenido de mi autoría ᵎ⌇ no se permiten copias ni adaptaciones