23 || Jealous

821 82 10
                                    

[♀️)

Nos alejamos de la cafetería. Me ponía nerviosa el sonido de los zapatos de charol de YeRi retumbando por el pasillo y el hecho de que se mostraba tan seria y sentía que en cualquier momento iba a explotar contra mí.

¿JeNo le habrá dicho algo de lo nuestro? No, no creo que sea tan tonto para hacerlo.

Paró en seco en su salón de clases. Casí choco con ella.

– Entra –ordenó abriéndome la puerta.

MinJi, Natsu, díganle a mis padres que los amo. Y a JeNo. Y a mi tía también.

Con las piernas temblorosas y los latidos del corazón retumbandome en lo oídos, entré cuidadosamente al salón. YeRi cerró la puerta y sentí un escalofrío recorrerme la espalda.

– Que quede claro que lo que te voy a decir es por JeNo y ni creas que esto nos convierte en amigas –dijo mientras se sentaba en el escritorio.

Algo confundida y asustada asentí.

– Bien –suspiró y me miró atentamente–. La chica que te hizo la broma de ayer se llama SuRi. Se sienta en la banca de allá –dijo señalando con su cabeza un pupitre hasta el fondo del salón en el que maquillaje y revistas de moda se encontraban mal acomodadas–. A ella le gusta JeNo.

¿Qué?

●•●•●

Las palabras de la profesora de biología eran como un lejano eco. En mi cabeza solo daba vueltas y vueltas todo lo que YeRi me había soltado.

– A SuRi le ha gustado JeNo desde el año pasado, la verdad solo porque la pubertad si que le dio duro. Sabes a lo que me refiero, ¿no?

Me aterraba. Pensar que JeNo podría dejarme. Es que... claramente SuRi es más, ¿bonita? Bueno, más... desarrollada. Era todo mejor que yo. Más alta, más esbelta, más bubis. Cielos, yo no tenía nada con que competir.

– Dae, ¿hacemos equipo?

– ¿Eh?

– Ay niña, pon atención –me reprochó Natsu.

Todo lo que restaba del día no pude concentrarme en clase. Siempre terminaba pensando en que SuRi era mejor que yo. YeRi me había mostrado su perfil de Instagram: 100 mil seguidores. Y ni hablar de lo bien que se veía en sus fotos y los miles de comentarios halagandola. Estaba más que claro que era una diminuta pulga comparada con ella.

MinJi y Natsu se fueron, les insistí en que debía de hablar con un profesor. Mentira. Solo necesitaba estar sola y pensar.

Estaba guardando mis cosas cuando sentí una mano tocar mi hombro. Volteé a ver quién era.

Un JeNo con una tímida sonrisa estaba detrás de mí.

– ¿Puedo acompañarte a casa? –preguntó haciendo mis pensamientos de lado y que mi corazón saltará de felicidad.

Asentí y sentí aquel característico calor subir a mis mejillas.

●•●•●

Él cargaba mi mochila. Nuestras manos entrelazadas. Creo que aunque pasarán mil años mi corazón jamás dejaría de alborotarse al lado de Lee JeNo.

Él hablaba entusiasmado de su día. Me alegraba escuchar que le había ido bien, pero seguía teniendo esta espina que me molestaba...

– JeNo –le interrumpí y sus ojos dejaron de sonreír fijando su mirada en la mía.

Vamos, Dae. Tienes que decirle.

– Yo...

– ¿Qué pasa? ¿Te sientes bien? –farfulló poniendo su mano en mi frente checando mi temperatura.

– Estoy bien, es solo que...

Su mirada confusa estaba sobre la mía y sentía que en cualquier momento iba a atravesarme.

Cerré los ojos y escondí mi rostro.

– Me siento cansada, eso es todo...

Te vas a arrepentir de no decirle, DaeRim.

Su expresión se suavizó y le dí la mejor sonrisa falsa que pude.

Si de por sí ya era una chica insegura, las palabras de YeRi me habían afectado aun más. Y como bien lo dijo, había confiado en mí tan solo por el bien de JeNo. Me había confiado mantener alejado a JeNo de aquella chica... pero, ¿y mis sentimientos dónde quedaban al final de este acuerdo?

●•●•●

Dios, esto era frustrante. Y molesto. Y de mal gusto. Y horrible. Y todos los adjetivos malos que pueda haber.

¿Por qué todo tenía que complicarse en los mejores momentos?

Tan solo había pasado una semana y SuRi me había hecho la vida de cuadros. Siempre que intentaba acercarme a JeNo se interponía. Creo que tan solo podíamos vernos ambos cuando íbamos de la escuela a mi casa. Y como la tonta que soy aún no le decía sobre mi inseguridad... No estaba confiando en él.

Pero eso no era lo que más me preocupaba. Sentía que el pecho me dolía cada vez que veía que JeNo le dedicaba sonrisas. Tal vez suene como una niña inmadura, pero me ponía celosa que no la alejara. YeRi dijo que JeNo era muy despistado en cuanto a chicas se trataba, y claro que quería creerle. Pero a este paso comenzaría a dudar que tan cierto era aquello.

Te vas a arrepentir, DaeRim. Lo vas a hacer.

●•●•●•●

Actualización después de mil años :')

Ya casi son vacaciones así que podré al fin dedicarme a escribir ^^

Por cierto, he estado muy creativa y ahora tengo muchos borradores :) Espero traerles un nuevo fic cuando esté por terminar Lovely Defects ♥️

Cuídense mucho y nos vemos en el próximo capítulo 💕


Lovely Defects; ljn • nctDonde viven las historias. Descúbrelo ahora