CAPITULO 29

59 10 5
                                    

Regresaron al castillo, riéndose y jugando con la nieve, disfrutaron del momento antes de volver tras esos muros de piedra, antes de volver a ser amigos y que la mentira regresara a sus vidas.

— ¿Seguirás asistiendo a la biblioteca? — le preguntó Teban, jugando con una rama.

—Claro, y espero que continúes leyendo el libro que te dije.

—No te preocupes, después de hoy, haré todo lo que me digas — respondió, tan seguro que causó la risa de la chica.

—Estás loco, Teban.

—No estoy loco, solo soy feliz.

Finalmente volvieron al castillo, dejaron a Moban en las caballerizas y ellos caminaron hasta uno de los jardines, donde estaba la entrada al palacio. Se detuvieron y quedaron frente a frente, pues nadie podía verlos ahí.

—Bueno, tengo que practicar con Barbrow así que te veré mañana, que tenga un lindo día, señorita Amery — le dijo, haciendo una reverencia y besando su mano con delicadeza.

—Suerte en su entrenamiento, príncipe Teban — respondió, siguiendo la reverencia.

Finalmente, Teban dejó un corto beso en sus labios y salió corriendo al campo de entrenamiento, ella se sonrojó y llevó una mano a sus labios, sin creerse lo que acababa de pasar. Pero al darse la vuelta, su corazón se detuvo.

—Greiton — dijo con sorpresa.

—Lamento haber arruinado tu emoción.

—No, eso no fue...

—Calma, no me tiene que explicar nada, mi señora —le dijo haciendo una reverencia.

—No es lo que crees Greiton, solo estaba... — intentaba buscar una excusa, pero era tarde para eso. Lo había lastimado.

— ¿Recuerdas la apuesta en el templo? Bueno, por haber perdido ya sé que quiero...quiero que te alejes de mí, que jamás vuelvas a pronunciar mi nombre, que me olvides y así yo también te olvidaré — dijo, apunto de llorar, con la tristeza y el enojo mezclados en su voz.

—Greiton — murmuró, sin voz por soportar el llanto.

—Esos meses en el templo significaron más para mí, que cualquier otra cosa, Thysthy, es triste saber que no pude hacer que me amaras.

—No hagas esto.

—Hasta nunca, suerte venciendo a la oscuridad, recuerda todo lo que aprendiste — dijo y se dio la vuelta, caminando a la salida.

— ¡Greiton! — lo llamó,

— ¿Qué?

—Te amo — murmuró. Él negó con la cabeza con una sonrisa triste.

—No, lo amas a él.

Lo vio alejarse y con él, una parte de ella se iba, empezaba a sentir algo por él cuando llegó aquí, no sabía lo que él sentía por ella y lo había lastimado, ahora pagaba el precio.

— ¿Amas a Greiton?

Giró y ahí estaba Teban, sosteniendo su espada con fuerza.

—No, espera.

—Debí saberlo, él te salvo después de todo...y yo no significo nada.

Caminó de regreso y ella lo detuvo del brazo, pero él se soltó bruscamente.

—No es lo que parece, Teban, déjame explicarte — suplicó, volviéndolo a tomar del brazo.

—Termina con la oscuridad y toma tu reino, no quiero verte más.

Thysthy y la profecía | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora