Ryuk miraba como la castaña que permanecía escribiendo en la libreta negra nombres de hombres y mujeres manchados, sus manos se movían con una rapidez increíble para un humano, un jadeo escapo cuando vio que se había cortado con una hoja. Ella succiono la poca sangre que salía hasta que la hemorragia se detuvo y pudo seguir escribiendo.
-Eres muy trabajadora Akira.
-No puedo dejar que caiga las cantidades de las muertes – empezó terminado de escribir el nombre de un convicto – Aunque es importante ser Kira tampoco debo descuidar a Mioko Shirawa.
-Algo así dijo una vez tu padre – se acerca poniéndose detrás de la castaña - ¿Qué haces? – al ver que los ojos de la chica veían algo diferente en el portátil.
-Le pedí a Yoto que kakeara todo Kanto.
-¿Por qué?
-Recuerda que hice explotar su escondite – sonrío burlescamente imaginando la cara que pudo haber pues su enemigo – Pero no me sentare en los laureles ahora.
-¿Qué es eso?
-Es una expresión Ryuk.
Akira guardo el cuaderno en el doble fondo y se puso a revisar el trabajo acumulado de la empresa que había heredado de sus padres adoptivos. Era aburrido estar encerrada haciendo puro papeleo, el tiempo estaba lindo para salir, por lo que una idea floreció en la mente de la genio.
Haciendo unas llamadas después, una energía la impulsaba, haciendo una comida aparte, un enrollado junto a albóndigas con salsa, las favoritas de la niña de la casa. El shinigami miro ilusionado cuando su humana puso unas manzanas sobre la mesa pero su rostro cambio a uno de horror al ver como los frutos eran cortados.
-Creí que eran para mí – dijo quejándose el dios de la muerte.
-Calla y ayuda – ordeno con una sonrisa.
El humor de la princesa variaba muchas veces pero era extraño ver que preparara mucha comida. Cuando la puerta principal se abrió revelando a dos pelinegros, al entrar a la cocina y encontrarse con algo inusual sus bocas cayeron, todas las miradas se posaron en el shinigami que usaba un delantal en su cadera y sus manos sostenían una hoya.
-Si pudiéramos sacar una foto de esto – dijo antes de explotar en risas la pequeña.
Hoy sería un día normal, sin trabajo, sin tarea, y sin muertes. Akira se había decidido a tener un día solo para pasarla con su familia y obviamente acompañados por Ryuk.
El sol brillaba en el cielo con algunas nubes a su alrededor, la temperatura era agradable, media hora después llegaron los invitados. Cuando los preparativos estuvieron listos, todos salieron al jardín para poner las cosas
del picnic, gracias a la organización de la castaña en tan solo seis minutos ya todo estaba listo y disfrutaban de la deliciosa y abundante comida.-Está muy rico todo – alago Saya a su amiga mientras probaba una albóndiga -¿Lo hiciste sola?
-Sí.
-¡Hey! –se quejó Ryuk desde el árbol.
-¿Qué fue eso? – pregunto Shota fijándose en el árbol encima de ellos.
-Seguro es algún pájaro o ardilla – dijo Ichiro tratando de quitarle importancia.
-No soy un animal niño.
Ignorando los comentarios anteriores la genio probó la ensalada de frutas que había hecho con el shinigami.
-También me ayudo un amigo.
-¿Te paso la receta?
-Parece que le gustan las manzanas –dice la rubia viendo como había flotando más pedazos del bruto que el resto.
La familia no pudo evitar reír ante las palabras de la rubia. Confundiendo a los tres amigos.
-Es que las manzanas es como el tabaco y el alcohol para él.
Esta vez fue turno del shinigami reír amargamente pero para los únicos que podían escucharlo, era una sincera, a diferencia de las veces que el dios se reía de verdad.
Cada uno entre ellos hablaban sobre sus trabajos, divertidos momentos del pasado, una que otra vez la rubia junto a la pelinegro avergonzando al abogado. Saya miro a su amiga y se quedó observándola, cuando la conoció fue la niña más inteligente, de pocas palabras, pero con una fuerza indescriptible. Actualmente eso seguía igual, pero percibía un cambio, y sabía la razón. Eran aquellas dos personas que permanecían siempre junto a ella.
Yoto y Shota compartían el mismo pensar, podían ver el cambio que había producido Ichiro en la castaña, y tener una hija fue el cello para cambiar a Akira.
-Mamá, papá, ¿me pueden acompañar?
Con un solo movimiento de cabeza los dos adultos se pusieron de pie, prometiendo a sus amigos que volverían, se marcharon. Dejando solos a los tres y a un shinigami curioso de lo que harían y esperando la oportunidad de robar la manzana que permanecía intacta en el tazón de frutas.
-Estoy tan celosa – dijo rompiendo el silencio la rubia.
-Yo diría que nostálgica – propuso Saya soltando un suspiro.
-Lo dicen porque van a morir solteras y con cincuenta gat… - se detuvo al ver las miradas asesinas de sus amigas.
-Es increíble que somos amigos de Kira.
-Siempre estuvo con nosotros.
La enfermera agarra la manzana y la mirada detenidamente, la deja a un costado de ella, y agarra la jarra para servir el jugo de un vaso.
-Estoy feliz de que sea ella – susurra lo suficientemente fuerte para que pudieran oírla.
-¡Chicos!
Las miradas de los aliados de Kira brillaron al encontrarse con la imagen más hermosa que jamás pensaron ver. Hikari caminaba tomada de las manos de sus padres, Ichiro a su izquierda y Akira a su derecha, ambos miraban a la pequeña niña con amor y una sonrisa.
-Les hice un dibujo – con una sonrisa les entrego un papel.
Con delicadeza Saya tomo el papel y vieron como el dibujo era claramente el de una niña, una sonrisa se formó en los tres rostros al ver el esmero que había puesto en cada uno, Yoto tenía un vestido rojo con una tapado blanco y su cabello suelto estaba ondulado, Saya lo tenía recogido en un moño elegante y un vestido negro, mientras que Shota vestía de negro con una camisa azul color oscuro y todos estaban junto a Akira y su familia sonriendo.
-Tienes talento pequeña dama – alentó el pelinegro a la niña y esta le respondió con una sonrisa.
Una mirada asesina hizo temblar a Shota, no sabía si era la de Ichiro u otra persona, pero no sabía cuál podría ser.
-Mi manzana desapareció – hablo impresionada Saya mientras se fijaba dónde podría estar.
Los ojos de Akira viajaron hacia arriba y sonrío al descubrir al ladrón. Ryuk disfrutaba de la fruta roja mientras se escondía detrás de unas ramas gruesas del árbol.
La tarde siguió su camino y antes que el sol cayera, los invitados ya se habían marchado, por pedido y por robar la manzana, la castaña le ordeno a su shinigami ayudar a lavar los platos.
Aunque había sido un día tranquilo. Uno nunca sabía que podía pasar al siguiente amanecer.
Continuará....
Bueno estuvo bien tranquilo todo
Un picnic que lindo (^^)Vemos cómo la familia Yagami crece y se vuelve más fuerte.
¿Creéis que haya un shipp entre Hikari y Shota?
¿Quien lo abra fulminado con la mirada?Es momento de ver
Cómo se desenvuelve está historia
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La Flor de la Maldad© [Kira 2]✔️
FanfictionAkira cumplió con el sueño de su padre y creo un nuevo mundo donde la paz reina. Pero esa paz se verá interrumpida, enfrentándose a un nuevo enemigo. La Princesa deberá volver a poner orden. ¿Lo lograra? Esta prohibida la copia o adaptación de esta...