En el patio de un colegio se oían las risas de los niños jugar, pasear mientras conversaban, y algunos de los profesores caminaban vigilando que todo estuviera bien. Era un día hermoso para disfrutarlo, el sol brillaba en el cielo, y la temperatura era adecuada.
-¿Hikari vamos a jugar? – una niña llamo a su amiga. -
-Tengo que devolver este libro – señala el objeto en sus manos – Adelántate.
-Okey.
La pelinegro salió del salón en el que estaba para caminar por uno de los corredores que guiaban a su destino, después de unos minutos entro a la biblioteca, la mujer encargada la recibió amablemente algo muy común entre ellas. Ya que con no muchos se relacionaban con la bibliotecaria.
-Buen día señorita Yagami – saludo la mujer mayor.
-Hala Bibí – correspondió al saludo con una sonrisa – Aquí tienes, ¿puedo leer otro?
-Sabes que eres bienvenida y puedes sacar los libros que quieras.
-Muchas gracias.
Para la pequeña nieta de Kira siempre se le había sido fácil agradar a las personas, por más seria, engreída, o callada todos sonreían al ver a aquel ángel.
Después de hundirse entre las montañas de libros que contaban múltiples y diferentes historias cada uno. El sonido de la campana le aviso de que era hora de regresar, al pasar por una ventana, sus ojos vieron algo extraño. Unos niños estaban empujando a otro haciéndolo caer al suelo.
Sin despedirse de la bibliotecaria salió rápidamente de su refugio que la llevaba a otros mundos para ir a fuera. Sus pasos disminuyeron cuando la madera desapareció y el pasto verde la guío a donde había visto la pelea. Con más se acercaba más podía escuchar a los bravucones.
-¡Te dije que dejaras a mi novia! – escupió con ira un niño más grande de cabello rubio mientras agarraba del cuello de la camisa a un niño delgado de cabello castaño oscuro – O iba a darte una paliza.
-Ya te dije que no le hice nada y tampoco me interesa –refuto entre dientes mirándolo sin interés.
-¡Mentiroso!
-Dale Ryuji, acabalo, así no molestara – soltó una risa burlesca uno de los amigos del grandote.
-Es un cobarde, acabalo – dijo otro niño mirando entretenido la escena.
-Para mí los cobardes son ustedes – hablo Hikari uniéndose a la conversación mientras se acercaba lentamente eh hacia que leía el libro que tenía en manos.
Los cuatro niños voltearon a ver a la intrusa y los bravucones estallaron en risas al ver que era una niña.
-Mira Tanaka, ¿tu novia vino a salvarte?, pobrecito – se carcajeó empujando al niño y este cayo duramente sobre su brazo al suelo – Eres patético.
-Ya déjalo en paz idiota.
El aire se cortó con las palabras de la niña mirando a los tres niños mucho más grande, no tenía miedo, y no corrió cuando el rubio se plantó delante de ella. Sus ojos parecieron empezar una guerra entre ellos.
-¿O qué? – gruñe tratando de intimidar a su oponente pero ella solo sonrío.
-¿Lo quieres saber Itó? – pronuncio su apellido al verlo sobre su cabeza. Esto tomo por sorpresa al rubio ya que no la conocía de nada y la niña sabia su apellido cuando nunca se habían topado o hablado.
-¿O prefieres que te llame florecilla? – sonrío burlonamente. Provocando unas risas a los compañeros de este.
Molesto el niño soltó un bufido y con rabia llevo un puño cargado hacia el rostro de la pelinegro pero rápidamente ella coloco el libro y la mano del rubio se estrelló en la tapa dura, provocando que le salieran lágrimas de sus ojos celestes y retrocediera mientras sacudía su mano adolorida.
-¡No se queden hay! – le reclamo a sus amigos poniéndolos nerviosos -¡Atáquenla!
Hikari suspiro y lanzo el libro al aire, esquivo la mano de uno de los niños que pretendía agarrarla, sosteniendo el brazo del otro doblándole la muñeca de inmediato, lo empujó dándole una patada en el trasero. Agachándose rápidamente evadió un ataque, patio la pierna izquierda del chico haciéndolo caer de rodillas ante el dolor, y extendiendo su mano atrapo el libro que tenía para pegarle en la cara al niño antes que se pusiera de pie. Con una sonrisa inocente giro a ver al rubio que temblaba con la boca abierta y los ojos dilatados ante el miedo.
-¿Seguimos?
-¡Mamá! – grito aterrado antes de salir corriendo hacia las puertas del colegio seguido por sus seguidores cogiendo.
Sin importarle mucho la pequeña miro al chico que permanecía en el suelo, la miraba con sorpresa y asombro, pues no había conocido a alguien pudiera hacer algo así.
-Ya se fueron – rompió el silencio acercándose y arrodillándose a su lado -¿Estas bien?
-Si – murmuro – Pero vas a estar en problemas por ayudarme.
-No podía quedarme y ver cómo te lastimaban – sus ojos se desviaron al raspón en la frente del castaño – Hay que arreglar eso.
-¿Eh?
Antes que pudiera hacer decir algo, Hikari saco algo del bolsillo de su pantalón y se lo puso en la frente del castaño, este se llevó la mano a donde sentía el dolor y sintió la curita que amablemente la niña le había colocado.
-Gracias – dijo con voz ronca y falta de emoción, sin volver a mirarla.
-¿Cómo te llamas?
Los ojos celestes del chico viajaron a ver a la niña que lo había salvado, su sonrisa iluminaba su rostro, veía inocencia pura en ella, su cabello azabache bailaba con la brisa pero lo más atrapante eran aquellos ojos marrones, profundos y misteriosos, con un brillo que los hacia únicos.
-Shiro.
-Hola Shiro – saludo amablemente – Soy Hikari.
Con esfuerzo la nieta de Kira ayudo a su nuevo amigo a ponerse de pie y juntos volvieron a caminar para entrar al colegio.
-Vamos a estar castigados.
-Todo va a estar bien.
-Eres muy positiva.
-Confía en mí.
Continuará.....
¡Hola mis amores!
Adivinen
¡¡Hoy es mi legalidad!!
Así es mi cumpleaños 😁😊
¡Viva mis 18!Y quise darles este regalo a ustedes ^^
Ojalá les haya gustado.¿Quien será este chico?
Vemos que Hikari saco por igual a su madre y padre
¡Salve pequeña dama!Los quiero
❤️❤️❤️❤️❤️
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La Flor de la Maldad© [Kira 2]✔️
FanfictionAkira cumplió con el sueño de su padre y creo un nuevo mundo donde la paz reina. Pero esa paz se verá interrumpida, enfrentándose a un nuevo enemigo. La Princesa deberá volver a poner orden. ¿Lo lograra? Esta prohibida la copia o adaptación de esta...