La Flor de la Maldad© [Kira 2]✔️

Capítulo 33: Inmortal

Nubes grises manchaban el cielo de Japón, gritos, murmullos, y el miedo se asomaban por las calles, hombres uniformados empujaban y sacaban bruscamente a la gente de los edificios, guiándolos al centro. La policía había sido inmovilizada, sus armas saqueadas por los mismos rebeldes, sacándolos junto a las demás personas. 

En lo alto del edificio más alto de Kanto, una persona miraba como su ejército incitaba a ver el espectáculo que estaba por empezar, las pantallas alrededor se encendieron dejando ver su rostro. En la cima estaba resguardada por sus soldados y la persona que arruino su vida. La confusión reflejaba en los habitantes.

-¡Ciudadanos de Kanto y todo el mundo que está viendo en estos momentos! – hablo con toda su fuerza y escucho como su voz resonaba – ¡Ah llegado el día!, en el que seremos libres, libres de la opresión del individuo llamado Kira – giro para enfrentarse a la persona encapuchada y decir entre dientes – Déjenmeles saber quién es su falso dios.

De un tirón la tela callo, rebelando el rostro de una mujer de cabello castaño, el mundo soltó un jadeo de asombro al ver el familiarizado rostro. 

-¡Ella es su Kira! –grito impotente – ¡Mioko Shirawa!, su falso dios es más que una asesina de mano fría, pero ya no temerán amigos míos y nuestras vidas volverán a como era antes – fijo los ojos en la callada mujer – Terminare lo que ni L puedo hacer.

Rodeando como animal a su presa hasta posesionarse a unos pocos pasos detrás de Akira, libero la capa cual bolo hasta desaparecer y saco un arma de su funda y apuntar a la espalda.

-¿Los escuchas? – susurro divertida – Vez como te odian.

Silenciosa los ojos de la princesa no mostraron debilidad y no flaqueo ante los insultos o el arma que amenazaba su vida. Veía su rostro en cada pantalla, este era lo que debía hacer, por ella y por aquellas personas que la esperaban.

-¡Que muera!

-¡Yo tenía una familia sabias!

-¡Mátala de una vez!

-¡Abajo Kira!

La mujer al ver que su enemiga no mostraba debilidad la inquietaba. ¿Realmente se había rendido? ¿No iba a luchar?. Escucho la clara voz de la castaña.

-¿Me permites un momento?

De mala gana asintió. Después de todo era su fin.

-¡Ojala vallas al infierno!

-¡Mataste a mi padre monstro!

Las suaves manos de Akira estaban atadas por una cuerda, se volvieron puños aguantando un poco su ira, hasta que no pudo. 

-¡Ya cállense! – grito cabreada y los abucheos callaron – Todos ustedes, cállense, podrán decir todo lo que quieran, ¿pero creen que con todo esto cambiaran algo? – ríe secamente – Durante años eh estado peleando para crear un mundo nuevo, en el que no exista el peligro, que la familias vivan sus vidas sin temor-

-¡Hay por favor! – se quejó la líder de los rebeldes – Lo único que has traído es caos y dolor al mundo, dices que los proteges, pero has destruidos familias enteras- juega con el arma que Kira le había dado – ¡Matar no es justicia¡

-¿Y lo que has hecho que es? – enfrento a su enemiga – Sayumi Matsuda

La sangre se congelo en el rostro de la castaña quien frunció más el ceño al ser descubierta.

-¡Mataste a mi padre y mi hermano! –aprieta con rabia la pistola sin apretar el gatillo – ¡Parece que no quedaste satisfecha hasta que mataste a mi madre en aquel accidente!