Las estrellas brillaban en el cielo oscuro de la noche, sin alguna luna que les hiciera compañía, solo la brisa fresca bailar con las hojas de los árboles. Akira miraba aquella casa en la que alguna vez compartió con sus padres adoptivos, cruzo al patio de atrás y jalando la lámpara de aceite antigua que estaba pegada a la pared, un pasaje secreto se abrió. Conocía el lugar por lo que no le dificulto subir por la escalera de piedra una vez la puerta secreta se cerró.
Después de cinco minutos llego donde topaba el camino dividiéndose en cinco mas, haciendo memoria, la castaña opto por ir por el segundo túnel. Se detuvo y empujo la pequeña puerta, saliendo con cuidado aterrizo en el suelo. La entrada era una pintura de un paisaje lluvioso.
Subió por la escalera hasta el estudio de su padre adoptivo, ya que hay había dicho que sería la reunión, para la genio era extraño estar de nuevo en esa casa. Al llegar a la puerta pudo oír voces provenir del interior, girando el pomo, entro y los presentes se callaron. La luz de las velas eran lo único que iluminaba la habitación.
-Cuanto tiempo.
-¿Por qué nos pediste venir? – hablo un muchacho de cabello tan negro como el carbón.
-No sabía que esta casa tenia pasajes secretos – dijo con emoción una rubia – Ahora sé cómo te escapabas.
-Les hice venir porque debo contarles algo – se acerca al escritorio rodeándolo y se sienta en la silla dando una sola vuelta y mirar a sus amigos – Ambos poseen buena posesión y necesito de su ayuda.
-¿Qué puede hacer un abogado y una agente del gobierno? – pregunto la rubia mientras tomaba de un té.
-Mucho si están de mi lado.
Los rostros confundidos de ambos era una delicia para la princesa.
-Yo soy Kira.
Una tasa se rompió al caer al suelo, la dueña miraba a su amiga con la sorpresa que nunca había sentido, mientras que el pelinegro se mantenía serio a pesar de que sus ojos brillaban.
-Si necesitan pruebas..
-No – se apresuró a decir el muchacho – Yo, tenía mis sospechas, pero jamás creí que te tomara tanto tiempo decirnos.
-Si Miko – dijo uniéndose la chica – Somos amigos y nos apoyamos entre nosotros.
Los ojos de Akira parpadearon dos veces, asimilando la información, pues no se esperaba tal reacción de ellos. Recuperando su posición, los miro seriamente, si quería llegar a la persona detrás de los ataques primero debía analizar el tipo de apoyo que recibía.
-Yoto eres una buena kaker – la aludida presto atención – quiero que hakees todo Kanto si es necesario pero necesito registro de cámaras, llamadas, mensajes, todo y Saya puede ayudarte.
-Muy bien – sonrío feliz de ayudarle a su amiga -¿Ella sabe?
-Ayer se lo conté – admitió – siguiendo, Shota tú tienes contactos, ¿no?
-Sí.
-Hubo un caso de un tipo que fabricaba bombas y que lo soltaron por no tener suficientes pruebas – dijo fríamente, le molestaba que soltaran a maleantes y caminaran por sus calles – Busca información.
-A la orden – asintió.
-Y algo más.
-¿Qué? – dijeron a la vez.
-Si los atrapan, nunca, jamás, cuenten algo sobre mi o la razón de lo que estaban haciendo – sus ojos miraban amenazante a sus aliados - ¿escucharon?
-Sí.
-Muy bien – apoya las manos en el escritorio y se pone de pie – Gracias por ayudarme.
Yoto y Shata sonrieron eh hicieron una reverencia. Uno por uno se fueron retirando, tomando diferentes pasadizos secretos que llevaban a diferentes salidas, Akira se aseguró de apagar cada luz y volver por el mismo pasadizo que había tomado.
En las sombras del bosque un alma divagaba perdida, un aura deprimente la rodeaba, una capucha negra ocultaba su rostro y parte de su cuerpo. Se detuvo al ver que una vez más había llegado al escondite que había tomado como suyo. Su odio hacia el dios Kira aumentaba con cada día, ver cómo la gente se arrodillaba ante un ser infantil, que buscaba algo imposible. El mal esta por algo, así como el bien, mantienen el equilibrio.
Durante años sufrir por la culpa del individuo que decía ser un dios había hecho renacer a otra persona.
Entro a las ruinas y se encerró en su habitación, saco de una caja con hielo una botella de vino, se acercó a la pequeña mesa y vertió el líquido en una copa que estaba hay. Este era el único modo de disfrutar su misión, la liberación del mundo, por el bien de todos. Se deleitó de la vista de la pequeña fogata que iluminaba el cuarto. Hasta que el ruido de alguien llamar a la puerta interrumpió su soledad.
-¡Pase!
La puerta se abrió dejando entrar a un hombre de tez oscura, con el mismo traje que portaban los demás rebeldes junto a su símbolo, y botas negras. Sus ojos vagaban hasta encontrar al líder sentado en un sofá.
-Lamento interrumpir – se disculpó el hombre y acercarse - ¿Me mando a llamar?
-Tus bombas me han sido de utilidad pero si quieres que te de lo acordado debes darme algo mejor.
-¿Qué sugiere?
-Localiza a Kira y serás libre – le da un sorbo a su copa y se relame los labios – De lo contrario – saca un control del bolsillo de su traje y aprieta el botón.
El cuerpo del hombre se estremeció al recibir una descarga eléctrica, cayendo de rosillas, mientras se llevaba las manos al cuello donde poseía un collar. Un minuto paso y aun temblando levanto la mirada.
-Lo hare.
-Muy bien – responde secamente – Ahora a trabajar.
“Solo la verdadera justicia prevalecerá”
Continuará.....
Creeldad pura es este personaje
¿Alguien más quiere que muera?
Yo si🤚La pandilla se reunió
Qué lindo
Valla sorpresa que ellos ya sospecharan ¿no?¿Qué les pareció el capítulo?
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La Flor de la Maldad© [Kira 2]✔️
FanficAkira cumplió con el sueño de su padre y creo un nuevo mundo donde la paz reina. Pero esa paz se verá interrumpida, enfrentándose a un nuevo enemigo. La Princesa deberá volver a poner orden. ¿Lo lograra? Esta prohibida la copia o adaptación de esta...