Epílogo

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Kanto, 10 años después

El mundo seguía su curso, la batalla había terminado, después de que todo el planeta supiera quien era Kira. Nadie se atrevía a levantar un dedo contra el dios Kira. Los criminales persistían pero su régimen había disminuido bastante, como avía prometido los ciudadanos de cada país despertaban seguros y seguían sus vidas, así como los grandes gobiernos habían admitido su absoluta lealtad al dios de la justicia.

Akira había asignado a sus aliados papeles importantes que los mantenía ocupados en diferentes lugares de los continentes. Shota manejaba los nombres de los criminales mientras administraba los trabajos de los gobiernos, Yoto comandaba unidades de vigilancia junto a Nathen, Gael ayudaba mientras viajaba buscando a los criminales, mientras que Saya se convirtió en la doctora personal de la familia y era la que más pasaba tiempo con la familia real. Si bien los ciudadanos se dirigían a los Yagami como la realeza.

Hoy era un día especial, la pequeña dama como bien Shota la había apodado, cumplía diecisiete años y todos se habían reunidos para festejar. La mansión resplandecía en su gran grandeza, por pedido de Hikari en su día quería pasarlo en los jardines, el clima era perfecto para un día de campo.

Desde un balcón una mujer de cuarenta y uno miraba el cielo despejado, un sencillo vestido celeste bailaba con la brisa, su cabello castaño caía hasta mitad de su espalda. Su mirada se encontraba perdida hasta que percibió la presencia de su sirviente.

-¿Nostálgica? - pregunto con una sonrisa.

-Supongo - dijo bajando su mirada a las personas que la esperaban en los jardines - Quiero que sea el mejor cumpleaños de todos.

Ichiro vestía una camisa blanca y un jeans azul, lo que le hacia resaltar, pero se mostró confundido, su esposa siempre mostraba alegría en días como esos pero esta vez noto algo diferente, dejando de lado eso le mostró su mejor sonrisa y le extendió una mano.

-Nos están esperando.

Akira asintió y le devolvió la sonrisa para aceptar su mano y caminar a donde los esperaban sus amigos.

Bajo las leve sombra que daban los arboles alrededor estaban reunidos la familia Yagami y Ryuk, quien ya podían verlo todos, al precio los aliados de Kira se sintieron inquietos hasta que se acostumbraron al shinigami.

-¿Soy yo o los Yagami tienen una maldición?

Las palabras de Yoto tensaron a la familia pero se relajaron cuando la rubia siguió hablando.

-Porque Ichiro era hijo del enemigo y Shiro también - extiende los brazos diciendo de manera exagerada - ¡Les atrae lo prohibido chicas!

Tal declaración hizo reír a más de uno eh incluido el dios de la muerte. Pues era la verdad.

-Yoto deja tus locuras - propuso juguetón Shota.

-Cállate carbón - le muestra la lengua para ignorarlo.

-Ignora a estos tontos mi niña - hablo Saya mirando con ternura a su sobrina.

-¿A quién le dices? - fulminaron con la mirada a su amiga.

Gael rodó los ojos antes las peleas consecutivas de esos tres y rió al recordar esos momentos cuando la pasaron con la mujer que sonreía. Nathen noto su mirada y ambos observaron como la niña a la que conocieron había crecido.

-Buenos es hora de que la bella dama sople las velas - hablo Shiro colocando un pastel de chocolate junto a su amiga.

El sintió que varias miradas asesinas se pegaban sobre él y sonrío nervio ante el ataque de los hombres sobreprotectores.

La Flor de la Maldad© [Kira 2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora