El corazón latía tan rápido que temió que se le saliera, vapor brotaba de su boca debido a lo fresco que estaba la noche, sus pies cansados se detuvieron cuando estuvo a unos pasos de lo que fue su antiguo hogar, ahora casi en llamas y derrumbada, se quiso acerca pero un bombero la detuvo.-¡Señorita no puede pasar!
-¡Déjeme! – lo logra empujar pero dos oficiales la agarraron - ¡Esta mi hija!
-¡Señorita no había nadie dentro! –grito el oficial logrando calmar a la castaña – Estaba el cuerpo del criminal.
Akira se obligó a calmarse y se giró para no mirar a la policía, sus ojos notaron que la entrada secreta en el suelo estaba ilesa, alejándose del conflicto saco su teléfono justo a tiempo que comenzó a vibrar. Atendió de inmediato.
-Dime que está contigo – pidió aplastando el artefacto en su oído.
-Si – respondió Ichiro al otro lado de la línea –Regresa, hay una situación.
-¿A qué te refieres? – pregunto confundida.
-Es Shiro.
Escuchar aquel nombre puso tenso el cuerpo de la genio.
-De acuerdo, iré una vez se calme aquí.
Colgó y guardo el teléfono en el bolsillo de su jeans, tomando un profundo bocado de aire volvió en sus pasos, en la escena ya la esperaba una camioneta de noticias para hacerle sus preguntas.
En la mansión Yagami un chico bajaba los escalones de la escalera con una bandeja de comida en sus manos, su atención se volcó en la castaña que entraba por la puerta, dejando sobre una mesita la bandeja se concentró en su princesa.
-¿Están bien los dos?
-Sí.
-¿Qué paso?
Ichiro hizo una mueca pero mantuvo la calma.
-Unos rebeldes se metieron en la casa, Hikari y Shiro estaban, y uno de esos malditos los ataco – apretó con molestia sus dientes y suspiro – Utilizo el cuaderno y así pudieron escapar de las llamas – con una mano detuvo a su mujer y prosigue – Ella no tuvo opción.
Tomando por terminada la historia, la princesa camino a las escaleras, seguida por su esposo. Se detuvo en la puerta del cuarto de su hija y se quedó hay al ver como la pequeña abrazaba al niño más alto y este le devolvía la muestra de afecto.
Al sentir que eran observados, ambos niños se separaron, y miraron a los dos adultos.
-Quiero hablar con Shiro – pidió amablemente a la niña y ella asintió obediente.
Padre e hija se marcharon cerrando la puerta. Akira percibió lo incomodo e intimidado que se sentía el niño, se apresuró a sentarse a los pies de la cama y dio unos golpecitos a su lado, entendiendo el mensaje Shiro se sentó junto a la mujer. Manteniendo una distancia de vente centímetros.
-Quieres contarme tu versión de la historia Shiro.
No era una pregunta, le exigía que le dijera, supo percibir la diferencia el castaño.
-Hoy había discutido con Hikari por algo tonto y egoísta – admitió con un poco de vergüenza – Fui a pedirle perdón, quería explicarle, en lo que estábamos hablando escuchamos ruidos y fuimos a ver – la voz del niño decayó recordando lo sucedido – un hombre nos atacó y acorralo, había fuego y no sabíamos que hacer, y Hikari saco una hoja y le pidió al hombre poder escribir algo y...-
-Murió – termino por él. A lo que el niño asintió.
Los ojos marrones se toparon con unos color cielo, estos no temblaban mas solo la miraba con asombro, lo que se hizo preguntar algo la castaña.
-¿Hikari te conto la verdad?
Shiro asintió volviendo su mirada al piso de madera oscura debajo de sus pies que flotaban en el aire.
-No le diré a nadie sobre su secreto – levanta la mirada capturando la atención de la princesa- confié en mí.
-¿Por qué? – pregunto. No era tota, ella necesitaba una prueba de que podía confiar en él.
-Porque los dos queremos proteger a Hikari – respondió sin temor y mostrando determinación – no quiero que esa bella luz se apague.
Su confesión era honesta, lo sabía ella, aunque esperaba que no fuera una confesión de amor a su hija.
-Muy bien – tomando un impulso se puso de pie y le dedico una sonrisa honesta – Si quieres puedes quedarte a dormir hoy.
Shiro parpadeo atónito, primero se peleaba con su primer amiga, luego casi moría envuelto en llamas, vio morir a un hombre, lo salvo su amiga y descubría que ella era hija de Kira y ahora podía dormir bajo el techo del mismo. Era mucho para regresar a su casa.
-Gracias – susurro – No puedo mover las piernas.
Una pequeña risa pero verdadera broto de los labios de Akira.
-Mi esposo te puede ayudar con eso – le dio una última sonrisa y se acercó a la puerta – Descansa, fue un día largo para todos.
El castaño noto un moretón en el brazo izquierdo de la mujer, será visible por su piel blanca, haciéndose preguntar qué había pasado para que ella tuviera moretones y la ropa maltratada.
Al salir de la habitación un cuerpo pequeño se pegó a las piernas de la genio haciéndola casi caer. De no ser porque supo componerse ya estaría en el suelo.
-¡Por favor mamá no le hagas nada a Shiro! – pedía con lágrimas en sus ojos de caramelo – Fue mi culpa, si debes castigar a alguien házmelo a mí.
-Hikari.
El tono serio de su madre detuvo el llanto de la niña y levanto la mirada para ver algo que la confundió. La mujer más temida y amada le estaba sonriendo de oreja a oreja.
-Tranquila mi luz – dijo con voz calmada y acaricio con una mano el cabello azabache de su hija – Nadie será castigado.
-¿En serio? – dice mientras limpia su rostro con la manga de su camiseta.
-Él prometió guardar el secreto – toca dulcemente la nariz de la niña – y también cuidar por ti.
Hikari se separó despacio de las piernas de su madre para agradecerle con una sonrisa, se apresuró a correr y entrar a la habitación, ambos padres pudieron escuchar como su luz le daba su más grande cariño a su amigo.
Ichiro sonrío por unos segundos pero esta se borró al ver la mirada sin emoción de su princesa.
-¿Dónde está él?
Continuará....
¡Urra!
Hikari x Shiro por siempre <3Ahora que Shiro sabe quién es Kira
¿Que pasara?
La tensión crece¡Es hora de castigar!
Todos saquen sus Death NoteGracias por el apoyo que le han dado a esta historia y por seguirme alentando a escribir.
Espero les haya gustado ^^
y a seguir cuidándonos.
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La Flor de la Maldad© [Kira 2]✔️
Hayran KurguAkira cumplió con el sueño de su padre y creo un nuevo mundo donde la paz reina. Pero esa paz se verá interrumpida, enfrentándose a un nuevo enemigo. La Princesa deberá volver a poner orden. ¿Lo lograra? Esta prohibida la copia o adaptación de esta...