Capítulo 20: Un Shinigami Castigado

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La sombría habitación en la que se encontraba un cuerpo tirado en el suelo, fue iluminada al abrirse la puerta, los ojos de la persona se abrieron con dificultad. Recordaba a ver bebido dos botellas de vino para dormir hasta que no pudo más. 

-Perdone mi interrupción pero él llego – dijo con respeto uno de los rebeldes.

-Déjenlo pasar – con pesadez se incorporó sentándose en el piso – Y treme algo para el dolor de cabeza.

-Sí.

La puerta se cerró para volver abrirse en segundo revelando un cuerpo masculino,  hizo una reverencia y se aproximó a cerrar nuevamente por donde entro.

-Lamento la hora – se disculpó prendiendo la luz de la habitación hecha trizas - ¿Estuvo de mal humor?

-Siempre – aclaro con molestia.

El recién llegado vio la fotografía que estaba encajada en la pared con un cuchillo clavado. Era interesante la forma de desquitacion de su líder. 

-Eh averiguado algo que mejorara su ánimo – dijo logrado llamar su atención – Si bien usted dijo que Kira no trabaja solo, con mucho esfuerzo, di con uno.

-Deja el misterio y ve al grano.

Para el hombre fue entretenido ver el rostro enojado de su líder pero no podía  subestimar. 

-Localice a un individuo que trabaja con Kira

-Si lo que busca general es ganarse un mayor cargo, no lo ha conseguido.

-Pero…

-Kira te quito a tu hermana, ¿verdad? – lo interrogante y este asiente con pesadez – Nuestro cargamento nos ayudara una vez llegue el día que tanto esperamos.

Levanto su cuerpo pesado y camino a la botella que aún le quedaba vino, vertiéndolo en dos vasos, dejo de lado el suyo para entregarle el otro a su aliado.

-Leidy ley se encargara una vez tú te deshagas del tuyo.

-Sera una placer – levanta el vaso en un brindis. 

-Solo no me decepciones – lo amenaza con una sonrisa y le da el primer sorbo a su bebida.

-Dios, el único dios, os bendiga su camino.

-Amen.

Los rayos del sol se asomaban por el horizonte anunciando el amanecer, eran las siente y medio Kanto estaba activo, en el balcón de su casa. Una niña miraba el hermoso paisaje ante sus ojos.

-Ryuk – llamo al shinigami que permanecía sentado en el techo - ¿Qué se siente volar? 

-¿Eh?, ¿a qué bien eso?

-¿Tu vuelvas no? 

-Pues sí.

-Entonces sabes lo que se siente.

-La verdad es que me da igual.

La niña arrugo sus cejas y su nariz de botón tratando de entender como su amigo no podía sentir nada más que el gusto de las manzanas.

-¿Y que dirías si te pido que me ayudes a volar?

Desde la entra escondida que daba a la mansión, una castaña se acercaba con una bolsa de papel atrapada entre su antebrazo y su costado, Akira caminaba tranquila hasta que sus ojos se abrieron al no más poder al ver a su hija en el aire mientras reía y hacia como un ave a lo que a su vez Ryuk la sostenía de la cintra un poco incómodo por la situación.

-Mira mamá – chillaba feliz - ¡Estoy volando!

Agradecía la castaña que no tuvieran vecinos o ya hubiera sido muy difícil de contestar preguntas e invitar una excusa. 

Después de dos vueltas y de gritarle al shinigami, está bajo a la pequeña al suelo sasa y salva, si bien era increíble que un dios de la muerte pudiera cargar a una humana, algo que no sabía, decido grabarse ese dato en la cabeza.

Hikari miraba con confusión como unos ruidos de estruendos fuertes provenir de una de las muchas habitaciones, donde su madre y su amigo dios se habían encerrado, podía escuchar los gritos de Ryuk de que parara pero esto solo confundía más a la niña. Después de unos pocos minutos Akira salió con un mazo grande que goteaba un líquido. Al entrar a la habitación veía como su amigo miraba lo que fueron alguna vez manzanas.

-Tu madre es cruel.

La pequeña suspiro entendiendo el dolor del shinigami, seguro su castigo no acababa hay, conociendo a su madre lo dejaría sin manzanas hasta mañana o hasta el otro día. 

En su oficina, Akira manejaba los asuntos de la compañía, no debía descuidar su trabajo. Tenía unas buenas estrellas locas por su fama que servían para sus anuncios. Su mente se desconectó de los papeles al percibir la llegada de su esposo.

-¿De qué me perdí? 

-Nada importante – negó sin importancia - ¿Cómo te fue a ti?

-No encontramos nada del cargamento pero Shota se encarga de la lista – agrega con una sonrisa- y gracias a tu haker descubrimos a tres más de los desaparecidos.

-Fantástico – sonrío reclinándose en la silla – Asique lo tenía todo planeado.

-Al parecer. 

El sonido vibrante del teléfono sobre el escritorio interrumpió y la castaña rápidamente lo agarro, lo desbloqueo y leyó el mensaje de su amiga, y como siempre ella tenía razón.

-Dimos con el aliado de nuestro enemigo.

-¿Cómo?

-Le pedí a Yoto que le siguiera la pista al director de la compañía del cargamento y casualmente este viajo a visitar a la familia en – le muestra la pantalla del teléfono.

-Japón.

Continuará....











¡Encontramos al aliado de nuestro enemigo!
¿Pero quién es?
¿Qué traman?

Lectores:
¡Queresmos respuestas!

Yo:
Todo a su debido tiempo.

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La Flor de la Maldad© [Kira 2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora