Ese mismo día, aunque Harry le prometió a Anne volver pronto y cenar con Claudia, no miró el reloj en toda la tarde. Se quedó a comer y aunque no le prometí que lo que había preparado estuviera bueno, según él lo estaba y me pidió la receta para dársela al jefe de cocina.
Me acomodé mejor entre su cuerpo, notando sus manos abrazándome por detrás y nuestra vista fija en la televisión, exactamente en una de esas películas que Zayn había decidido regalarme para mi cumpleaños.
Sus besos silenciosos en mi nuca eran como una caricia a lo más profundo de mi alma, evadiendo cualquier duda que pudiera preocuparme o la misma película que tenía delante.
Me dediqué a acariciar su mano entrelazada contra la mía, pegar mi espalda todavía más a su pecho si era posible, él juntando nuestras piernas como solíamos hacer debajo de la manta y sus caricias en todo momento a mi persona; necesitadas y placenteras.
El timbre de la puerta sonó y yo miré a Zayn, sentado en el otro sofá con el bol de palomitas encima y el refresco que se había empeñado en comprar en la otra mano.
-¿Tengo que ir yo?- Preguntó mirándome a lo que yo bufé levantándome y lanzándole un cojín con fuerza- ¡Oye! ¡Luego vas a limpiar tú las palomitas del suelo!
-Lo iba a hacer igual.
Él se quedó callado desviando la vista a la televisión de nuevo y Harry soltó una carcajada mientras se acomodaba mirando mis movimientos.
Abrí la puerta para encontrarme con los ojos claros de Liam, ahora con una sonrisa al verme pero frunciendo el ceño al segundo.
-¿No deberías estar trabajando?
-¿Y tú?- Pregunté intentando desviar su pregunta viendo como él hacía un gesto de que se mantendría callado.
-Prometo no decirle nada a Harry si prometes no decirle nada tú.
-Lo prometo- Dije evitando una carcajada mientras giraba un poco para llamar a Zayn.
Mi amigo apareció al poco tiempo, parado por mis brazos y acercándose hacia mí para poder susurrarle sin que nadie mas escuchara.
-No lo metas aquí.
-¿Y qué hago?
-Yo que sé, pero aquí no, está Harry.
Él bufó mientras caminaba agarrando su chaqueta y las llaves de casa, girándose para mirarme amenazador.
-Voy a volver para cenar.
-Vale- Dije con una sonrisa falsa sabiendo que no vendría ni para dormir.
-Vale- Repitió él alejándose un poco- Sobre las diez de la noche, tienes más de tres horas, procura, por favor Louis, que no me encuentre sorpresas cuando vuelva. ¿Me podrás hacer ese favor?
-¿Pero estás con alguien?- Preguntó Liam mirándome con duda.
-Con sus manos, vámonos Liam.
Sabía que tendría que haber contestado algo pero solo por un momento, supe que quedarme callado era la mejor opción sobre todas las demás así que cerré la puerta y suspiré caminando de nuevo al salón, encontrándome con Harry ahí sentado, sus pies ahora cruzados y sus hoyuelos marcándose a cada lado de su rostro.
Abrió sus brazos y yo fui a abrazarlo cuando sus brazos me tiraron con cuidado sobre él, poniéndome sobre sus piernas mientras colocaba las mías sobre el sofá.
Besé su mandíbula con velocidad y me acomodé sobre su pecho notando sus brazos en mi cuerpo como el mejor remedio a todo.
-¿Era Liam?
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Una orden || Larry
FanfictionLouis es un hombre que ha vivido en la calle desde los 13 años. Harry tiene todo el dinero que alguien podría imaginar, sin embargo, no hay nadie que le ayude a superar el pasado aterrador que le llevó a ser la persona insegura que es. Cuando un si...