CAP. 17.

5.2K 463 245
                                        

-Otra vez- Dijo entre risas mirándome.

Pasé la mano por su cuello negando y él me rogó con la mirada mientras mi otra mano jugaba con el agua del lago.

-Pero no te rías.

Él negó llevando una mano a su boca para taparla y yo solté una carcajada tirándole algo de agua, notando su agarre más fuerte en mi cintura.

-Si te ríes no.

-No me río pero hazlo por favor.

Me lo pensé varios segundos pero al final suspiré soltando el aire por mi boca, sin poder evitar sonreír tontamente mientras hablaba.

-Salut je m'appelle Louis, je suis heureux de vous rencontrer.

Él cerró los ojos con fuerza y me acercó a él escondiendo la cabeza en mi cuello, dejándome notar sus carcajadas ahí.

-¡Harry!

-¿Quién te ha enseñado eso?- Preguntó separándose.

-No lo sé, se puso a hablar como si yo lo entendiera todo y no me corregía casi nada. Ni siquiera sé lo que estoy diciendo.

Él negó lentamente reprimiendo una carcajada mientras mordía su labio inferior. Su mano se levantó hasta mi cara y quitó un mechón de mi pelo dejándolo detrás de mi oreja.

-Yo te enseño, no te preocupes.

-¿Pero voy a tener que hablar mucho?

-No, solo presentarte. Luego te enseñaré a decir que no sabes francés.

-Vale- susurré mirando a otro lado notando como él me miraba fijamente observando cada rincón de mi rostro.

-La primera vez que te vi supe que serías especial.

Desvié la vista hasta él pasando mis dos manos por su cuello, notando como él acomodaba mis piernas por su cintura.

-Yo no pensé nada, estaba nervioso, me dieron muchas órdenes.

-Es difícil que alguien aguante en esa casa más de dos meses.

-Tina me dió consejos antes de verte por primera vez- Dije entre risas contagiando mi risa hasta él.

-¿Qué te dijo?

-No me acuerdo mucho, pero que no te mirara mucho tiempo, que te llamara de usted, que no te tocara...

-Cumpliste todo.

-Me duró poco.

Él asintió lentamente haciéndome soltar una carcajada leve, bajando la cabeza después cuando sentí que su boca se pegaba a mi mejilla con dulzura.

Cerré los ojos por inercia y él se separó a lo pocos segundos juntando su frente y la mía, rozando levemente nuestras narices en algo que consiguió que un escalofrío recorriera mi columna vertebral.

-Tenemos que arreglarnos ya o llegaremos tarde.

Hundí mi cuerpo de nuevo en el agua por última vez, saliendo de ese pequeño lago con su ayuda llegando a la casa al poco tiempo, los dos yendo a nuestras respectivas habitaciones.

Me puse la parte de abajo del traje y me miré en el espejo peinando mi pelo mojado mientras colocaba la camisa blanca que me prestaba Harry sobre mi piel.

La puerta sonó y yo la abrí encontrándome con su espalda ancha ahora bajo un traje blanco hermoso decorado con flores negras.

Su pelo seguía suelto y ya algo seco por algunas zonas mientras que su camisa negra, similar a la del día anterior, ahora seguía abrochada al máximo.

Una orden || Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora