Entré en la cocina de la mansión de los Styles tres semanas después de la boda, ansioso por volver a ver a Harry después de su viaje por parte de Asia, la verdad, nervioso por saber cómo había ido todo.
No podía mentir, el miedo de que Harry hubiera encontrado en Claudia algo que pudiera hacerle cambiar de opinión sobre mí me invadía sin piedad y de verdad, era una sensación horrorosa que no me gustó experimentar.
Claudia estaba en la cocina, sentada en una de las mesas con su madre ahí, las dos conversando como si estuvieran solas, mis pies ahora directos hacia Tina mientras me hacía un gesto de que debía esperar a que el desayuno de Harry estuviera listo.
-Deberías desayunar con tu esposo, Claudia.
-Mamá- Dijo ella con algo de cansancio en su voz- Ya te he dicho que me ha pedido que me fuera, no quiero discutir con él, al parecer está cansado del viaje y quiere descansar. No se encuentra muy bien…
-Él no es nadie Claudia, estáis casados y como buen matrimonio que sois tenéis que desayunar juntos. ¿Lo hicisteis en el viaje?
Me giré lentamente, observando como ella asentía con efusividad y su madre sonreía complacida.
-Eso está bien. ¿Usaste la ropa interior de encaje que te compré?
Me volví a girar con velocidad, sintiendo mi corazón latiendo a mil por hora y la tostada que Zayn me había preparado para desayunar subiendo y bajando por mi garganta.
-Mamá- Dijo ella bajando el tono de voz sin permitirme escuchar sus palabras.
Tina acabó de poner el termo sobre la bandeja y me sonrió ausente de la conversación que teníamos detrás nuestra, esperando que fuera suficiente para despedirse.
Salí de ahí con mis pies firmes y directos, subiendo las escaleras parando un poco mi ritmo cuando Anne pasó por mi lado, mirándome de arriba a abajo sin decirme nada.
Seguí caminando sintiéndome incómodo, agobiado y con mil pensamientos y sentimientos recorriendo mi cuerpo con fluidez.
Mis nudillos tocaron la puerta de madera después de tanto tiempo y no se escuchó nada por unos segundos hasta que pude escuchar movimiento mucho más cerca al otro lado.
-¿Louis?- Susurró él haciéndome sonreír.
-Hola amor.
Nada más escuchar mi susurro, abrió la puerta con velocidad haciéndome retroceder un poco, sus bonitos ojos se juntaron con los míos llevándome a otro planeta, a otro universo donde no existía la maldad y mis problemas se solucionaban con sus besos.
Tenía el pelo un poco más largo pero le quedaba todavía mejor de lo que me tenía acostumbrado, su piel un poco más bronceada aunque el tiempo en esa época del año solo indicaba lluvias en Tailandia y sus bonitos hoyuelos marcándose llenando mi pecho de felicidad.
-Louis- Contestó con felicidad dejándome pasar.
A penas me dió tiempo a dejar la bandeja en la mesa y girar, sus brazos me agarraron por la cintura levantándome del suelo y nuestras bocas se juntaron con tantas ganas como hacía tiempo necesitaban hacer.
Besé su mejilla en repetidas ocasiones, notando su respiración intentando normalizarse impactando contra mi piel y sus manos más fuertes en mi cintura.
Me dejó en el suelo con cuidado y acunó mi cara besándome de nuevo, ninguno de los dos creyéndose que teníamos al otro delante al fin.
-Dios Louis- Dijo abrazándome mientras pasaba la mano por mi pelo- Te he echado tantísimo de menos, te lo prometo.
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Una orden || Larry
FanfictionLouis es un hombre que ha vivido en la calle desde los 13 años. Harry tiene todo el dinero que alguien podría imaginar, sin embargo, no hay nadie que le ayude a superar el pasado aterrador que le llevó a ser la persona insegura que es. Cuando un si...