Empire V (Magic) [Finalizada]

Episodio 12

— ¿Está todo bien?— Pregunto Jennie. Matthew asintió con la cabeza.

— Son muy brillantes y aprenden rápidamente. Sus instintos son verdaderos.— Dijo Matthew. Jennie miró a Roseanne, una médica que entendía sus inquietudes no expresadas.

— Son perfectas, Prima. Mental y físicamente saludables y fuertes.— Dijo Roseanne.

— Matthew, ¿podrías darnos un minuto?— preguntó Jennie.

— Por supuesto.— Se alejó.

— Planeo reunirme con tus padres pronto,— Jennie dijo. — Quiero que secuencien mi ADN y el virus mutado en mi sangre. La tuya también. Necesitamos saber todo lo que podamos sobre el rasgo Were inducido. Todavía tenemos dos humanas infectadas en la enfermería en coma que necesitan nuestra ayuda.— Roseanne suspiró.

— Lo sé.— Dijo Rosé.

Jennie le tomó la mano. Roseanne había resistido las pruebas durante años, temiendo que todavía era portadora del virus de la fiebre Were. Ese mismo miedo le había impedido darle a Jisoo una mordida de pareja y sellar su vínculo. De todas maneras, desde que Jisoo se había declarado apareada a Roseanne, Jisoo había resistido cualquier contacto sexual con otras.

— No hay nada que descubriremos que cambie la forma en que Jisoo siente por ti. Pero ella necesita el vínculo mate. Tú también.— Dijo Jennie.

— No la sostengo a sus votos. Sé lo difícil que es para ella resistir a las demás sin un vínculo.— Dijo Rosé.

— Sus votos a ti son lo que la hace fuerte. Pero ella necesita el vínculo para estar a pleno rendimiento. — Roseanne asintió con la cabeza.

— Sí, Prima.— Sus ojos brillaron líquido con posesión feroz. — Yo también. Ella es mía.

Jennie miró a Lisa, quien gruñó y sacudió a Mei por el cuelo. Su vínculo compañero era el fundamento de su mundo. También había temido el efecto de la mutación en su sangre en Lisa, pero Lisa no había mostrado ningún problema. La mutación en Roseanne podría ser, probablemente fue biológicamente diferente, y sólo las pruebas podrían determinar eso. Ella pasó los dedos por la mejilla de Roseanne.

— Entonces haremos las pruebas, y así lo harás.— Dijo Jennie.

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Daniela asintió a la sirvienta humana mientras salía del ala de la prisión y se deslizaba por el largo corredor hasta la escalera al final del pasillo que conducía al club de arriba. Nocturne ya estaba lleno de Vampiros y humanos y Weres que esperaban intercambiar su sangre por el sexo antes de que la noche terminara. Moviéndose rápidamente, sin parecer apresurarse, la pálida Vampiro cruzó el ancho espacio y salió por la puerta a la noche. 

El inmenso aparcamiento una extensión de hormigón cubierto por matorrales que se debatía en grietas en la superficie de décadas de antigüedad estaba casi lleno. Daniela se deslizó entre una hilera de automóviles y desapareció. Un momento después, un lobo saltó a través del hormigón y entró en la maleza a lo largo de la orilla del río.

Solartrotó sigilosamente por el estrecho sendero hacia el Puerta del otro mundo más cercana, siguiendo el río, permaneciendo en las sombras y evitando la autopista con sus faros cortantes y ruidos del tráfico. Ella mantuvo la cabeza baja, olfateando el aire, usando los sentidos elevados de la forma Were que ella había asumido después de dejar Nocturne como Daniela. Todavía estaba en forma Were, se agachó en un claro del bosque y pensó en sus opciones.

Scarlett, la Reina de las Espinas, le había encargado de encontrar a su sobrina fugitiva y devolverla a Faerie, y Solar había cumplido su misión. Sin embargo, al hacerlo, había violado El Código de los Vampiros y fue tomada como una esclava de la sangre durante un siglo. La Reina no había protestado su sentencia, no que Solar lo hubiera esperado.

Scarlett no se arriesgaría a una ruptura con la Regente Vampiro, incluso para un miembro de alta cuna de su corte, y tener a alguien como Solar dentro de la corte Vampiro, incluso como prisionera, podría tener sus ventajas. Ahora que Solar era libre, sus opciones eran limitadas. Ella no podía regresar a Faerie, y Ariana sin duda enviaría un grupo de búsqueda detrás de ella. Afortunadamente, no estarían siguiendo un Were. 

Sin embargo, todavía no estaría a salvo en la ciudad, donde la población de Vampiros estaba concentrada. Necesitaría un santuario. Solarse levantó, puso el hocico en el aire y siguió corriendo hacia el norte, hacia el bosque.