Entre La Inmortalidad y La Muerte [SoraMafu]

26. Pesadilla.

[Mafu... Ir...]

[No...dije...favor...vaya]

[...Bien...él]

Escuché levemente antes de hundirme en un sueño... Realmente ¿un sueño?

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[¿Dónde estoy?]

Me encontraba en una habitación completamente blanca, con una cama, cortinas, una ventana y una puerta.

De repente se escuchó a alguien abrir la puerta. Un hombre de bata blanca, pero mientras más intentaba mirarle la cara había una mancha negra cubriendole los ojos y mi cabeza se movía hacia abajo evitando mirarle los ojos inconscientemente.

[Debes dejar de ver la ventana ¡Ahora!]

El aparente doctor habló frente a mí y, aunque no estaba mirando la ventana, sentía que debía responder.

[S-Si]

[¡Si!]

Escuché otra voz, era muy parecida a la mía y como el señor decía, estaba mirando la ventana.

Allí había un niño, era del mismo color de pelo que yo, cuando intenté acercarme me atravesó como si no estuviera ahí.

El señor a pesar de haberle obedecido se veía molesto.

[¡Debes obedecer!]

De repente el supuesto "Doctor" había pateado al pequeño frente a él y yo sentí su dolor.

De repente me costó respirar, sentía mi pecho hundirse. No era capaz de inhalar.

En poco tiempo esa sensación desapareció y pude volver a respirar bien. Pero el pequeño niño estaba en el piso tosiendo, intentando respirar.

Me acerqué preocupado, pues antes había visto un rostro familiar.

Y efectivamente, al verle la cara angustiada al no poder respirar me vi a mí.

El niño tosio tan fuerte que escupió sangre en el suelo blanco y en la mancha de sangre se veian unos ojos entre negros y rojos.

"¿Qué sucede? ¿Soy yo? ¿Qué es este lugar?"

El hombre pisó fuerte llegando donde el pobre niño y lo agarró del cabello.

[¿Crees que puedes ignorarme? ¡Apresúrate! ¡Eres un inútil!]

Levanté mi mano sosteniendo mi cabeza. DOLÍA.

Apenas pude mantenerme de pie y con dificultad mirando hacia adelante había una marca en su... mi rostro. Números.

0... 2... 8 ... 5...6...

[Ce-ro, Ni, Ha-shi, Go, Ro-ku]

El código que había escuchado antes.

De repente escuché la puerta y tanto el hombre como mi pequeño yo no estaban, hasta que escuché un fuerte grito.

Asustado de que pudo haber sido yo miro mi cuerpo para prevenir donde estarán lastimándome.

Pero de repente el suelo blanco se siente extraño, ya no era liso, pinchaba. Era pasto.

Miré hacia arriba y había un cielo completamente blanco y de ella caían bolitas blancas.

[Mafu...]

Una voz familiar me llamaba, era muy cálida. Volteé para buscar esa voz y vi a Soraru.

Pero estaba cubierto con una capucha, no podía verle el rostro.

[Sora...]

Cuando me acerqué para poder verlo un ojo rojo sobresalía brillantemente y era...