TVD ~ |Kai Parker|

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Hannah Hudson.


Esta noche, fue una de las peores de mi vida, Stefan y Damon habían venido y querían herir a Kai de la manera que más lo destruiría, torturándome. Ellos sabían que yo era su debilidad y una humana, lo que significaba que no podía hacer mucho para luchar. Así que me dejaron ensangrentada y con moretones en el suelo de mi cocina para que Kai me encontrara. No tardó mucho en llegar a casa, le oí abrir y cerrar la puerta principal detrás de él, asegurándose de cerrarla.


-¡Hannah! - gritó mientras venía hacia la cocina con unas bolsas de comida. Al entrar, me vio tirada en el suelo golpeada y se le cayeron las bolsas al suelo. Inmediatamente se dejó caer al lado mía y puso mi cabeza en su regazo, mirando mis heridas. - ¿Qué ha pasado? - Me acariciaba el pelo y su ojos contenían preocupación, ira y tristeza. 


  Traté de hablar pero no pude sacar ninguna palabra debido a que mi voz estaba tensa y deshidratada. 


-Vamos a limpiarte. - Me levantó y me llevó a nuestro dormitorio, me puso en el suelo con cuidado y se escapó al baño. Unos momentos más tarde regresó con un tazón de agua, alcohol y una toalla. 


Primero trabajó en quitar la sangre de mi cara y limpiar esas heridas. Después de trabajar en las heridas visibles, empezó a limpiar el resto de mí, traté de decirle que no me diera su sangre, pero se negó a dejar que me saliera con la mía. Después de que los dos dormimos toda la noche, Kai se agarró a mí tan fuerte como pudo sin hacerme daño, los dos nos despertamos y Kai fue a hacer el desayuno sin mirarme.  Me levanté de la cama y me metí al baño a darme una ducha caliente. Salí y me vestí. Bajé e intenté que Kai me mirara pero no lo hizo. 


- Kai, mírame... - no me hizo caso. Suspiré. - Lo que me ha pasado no es tu culpa.

-Si lo es. Es por mi culpa. - explotó. - Si no fuera por mi esto no hubiera pasado. Yo... No puedo estar contigo Hannah. No puedo estar contigo porque por mi culpa te está pasando todo esto. Te amo Hannah, por eso no me queda otra opción...

-¿De qué estás hablando Kai? - pregunté entre confusa y enfadada. - Te amo y se lo que conlleva estar contigo. Se que voy a estar en peligro siempre que esté contigo, pero sigo aquí. Y yo pienso luchar hasta con el mismísimo diablo si hace falta para estar contigo. Porque yo no soy una cobarde. 

-Si no fuera por mi estarías a salvo. - repite. - Esto es mi culpa, mi culpa...


Se lleva las manos a la cabeza y tira fuertemente de su pelo. Se paseo por toda la cocina, yo solo lo observaba enfadada. 


-Sí, tienes razón. Si no fuera por ti lo más probable es que estaría sentada en mi sofá viendo una peli con palomitas. Si no fuera por ti no sabría nada acerca de vampiros, brujas y lo que sea que haya, pero estoy aquí, contigo porque te amo Kai. Y no me importa porque estoy contigo. - me acerqué a él y le cogí de las manos, con las lagrimas a punto de derramarse. 


Kai apartó mis manos de las suyas y puso una cara neutral. Como si nada le importase. 


-No puedo Hannah. Lo siento. Es por tu bien. - Kai cogió sus cosas y se dirigió hacia la puerta. - Es mejor que me odies, así se te hará mas fácil. 

-Kai, por favor. No me hagas esto... - mis lágrimas ya caían libremente por mis mejillas pero a él parecía no importarle. 

-Olvídame Hannah. - salió de mi casa dando un portazo sin mirar hacia atrás. 

-Kai... - susurré y me dejé caer al suelo.  

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