Brasil país latino-americano caracterizado por sus coloridos carnavales, tierra de la samba y propietario mayoritario del pulmón de la tierra, el amazonas; la selva más grande del mundo donde viven tranquilas tribus y peligrosos animales, sin embargo en el corazón del amazonas vivía un excéntrico y particular hombre, que era temido hasta por los animales que viven ahí. Su simple existencia ha llamado la atención de varios peleadores alrededor del mundo.
Sin embargo, nos ubicaremos en la capital Brasilia donde los dos protagonistas de esta historia salían del aéreo puerto nacional, después de un viaje en avioneta cortesía de rajh un viejo amigo de dhalsim. Ambos llegaron esa mañana a Brasil y decidieron que sería bueno tomar un autobús que los llevara a su destino el amazonas.
Minutos después de espera un pequeño camión se detuvo para llevarlos al amazonas, los dos viajaban uno junto al otro algo apretujados debido a que no eran los únicos pasajeros, uno de ellos una joven mujer observo como su acompañante está más callado de lo usual.
Ryu-san ¿está bien? – pregunto sakura al hombre que había está mirando la ventana los últimos minutos.
Este volteo a ver a la joven que lo veía con preocupación – oh a si estoy bien...no te preocupes – dijo sonando algo inseguro, pues desde que se habían ido de la india siguió pensando en lo que le había dicho dhalsim y su esposa acerca de lo que sentía por la joven mujer a su lado.
Está bien como usted diga – dijo no muy convencida – em...ryu-san ¿a quien veníamos a buscar aquí a Brasil?
claro tu no lo conoces, venimos a buscar a oro-san es un viejo conocido mío, es un anciano muy fuerte, experto en senjutsu y si quiero tener una oportunidad contra gouki necesitaremos de su ayuda, aunque sus métodos sean poco ortodoxos – dijo ryu algo nervioso al recordar cuando oro lo hizo levantar enormes rocas.
Bueno deseo conocerlo suena como alguien sabio y algo serio – dijo sakura imaginándose a un anciano musculoso con una gran barba y un gi de karate.
Créeme te sorprenderás cuando lo veas – dijo ryu con una pequeña gota de sudor.
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Horas más tarde en una cueva de las amazonas...
Un extraño hombre de una desconocida edad con un cabello oscuro muy escaso, la piel dorada, ojos carmesíes estaba recostado en lo que parecía ser un viejo futon junto a una tortuga lidiando con una de las cosas que más odiaba, el aburrimiento.
El anciano suspiro aburrido – que aburrimiento, tienes alguna idea de que hacer kentaro – dijo viendo hacia su tortuga.
La pequeña tortuga solo parpadeo lentamente sin hacer nada.
mmmm...no ya entrene mi telequinesis el día de hoy, ¿algo más? – dijo preguntando de nuevo a su tortuga.
Esta volvió a parpadear sin moverse.
No últimamente no hay personas que vengan al amazonas así que no puedo ofrecerme como guía...un minuto que dices – dijo reincorporándose de golpe mirando a su tortuga.
Kentaro solo levanto su cuello mirando a su dueño mientras volvía parpadear lentamente.
mmm...no suena mala idea hace un tiempo que no voy a la ciudad y quien sabe tal vez tenga suerte y consiga una cita, gracias kentaro – el anciano se levantó dispuesto a irse se ajustó la cuerda que sostenía su desgastado harapo rojo, pero antes de un saco de saco una lechuga de un costal cercano, la cual dejo a un lado de su tortuga – toma kentaro saldré por unas horas.
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una hora más tarde...
Ryu y sakura estaban caminando por un sendero del amazona hace alguno minutos habían bajado del camión que los dejo en las orillas de la selva.
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Street fighter: nuestra historia juntos.
Romanceuna simple petición tenían los dos niños que estaban frente al viejo Retsu... una historia pero no una historia cualquiera, ellos querían la historia que cambio el futuro de las artes marciales, la tierra... y de su familia. gracias khris-san por tu...