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Hoy comenzaban las clase por ende empezaba la Universidad, era mi tercer año de carrera en empresariales

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Hoy comenzaban las clase por ende empezaba la Universidad, era mi tercer año de carrera en empresariales.
Tenía veintiún años, tenía el pelo rubio ceniza y casi siempre vestía de colores oscuros. Iba a ir a la misma universidad que mis "amigos" si lo digo entre comillas ya que no lo son, son mis trabajadores, aunque muchos de ellos eran de mucha confianza.

Ya me había despedido de mis abuelos, su casa estaba a las afueras de Christchurch. Aunque no quedaba lejos tenía que salir antes para llegar a tiempo. Iba en mi deportivo negro último modelo. Ya estaba por llegar pero a unas calles me tocan todos los estúpidos semáforos que hay en esta avenida. Doy toques con el dedo índice al volante hasta que se pone la luz verde y acelero.

Llego a los aparcamientos de la Universidad y observo que está casi todo lleno menos tres o cuatro sitios que están libres, manejo hasta uno de ellos y aparco justamente en frente de las escaleras y al lado del coche de Kilian que acaban de aparcar ahora mismo y sale del coche junto a Roxanne.

Bloqueo el coche y voy hacia las escaleras para entrar donde está Secretaría.

Conforme entraba al edificio había un pasillo y al final de él se separaban en dos.

A mis "amigos" no los veía por ninguna parte. Quizás lleguen tarde.

Voy por el pasillo de la derecha y luego giro a la izquierda y no encuentro nada y sigo cinco minutos igual, al final me pierdo y no se para dónde ir. Me acerco a una chica que estaba hablando con otra chica y les pregunto dónde se encuentra la secretaria.

—Oye disculpar, ¿sabéis donde esta secretaria? Es que me he perdido y no sé dónde está.

—Sí, nosotras te llevamos allí, no te preocupes — me miraron —. Por cierto ¿eres de aquí?

—No soy de aquí, pero ahora vivo en este lugar.

Íbamos hablando mientras caminábamos hacia la secretaria. Después de recorrer unos cuantos pasillos llegamos a nuestro destino.

—Muchas gracias chicas.

—No hay de que —me respondió la chica de ojos azules —, por cierto me llamo Juliet y ella — señalo a su acompañante —, se llama Bonnie.

—Encantado de conoceros, yo me llamo Ilan.

—Igualmente, ya nos veremos por los pasillos —respondieron para luego girarse e irse las dos por el mismo sitio por donde vinimos. Igual hacen la misma carrera.
Entre y me encontré con una mujer que tendría que tener alrededor de los treinta y ocho años sentada en su silla mirando unos papeles que se encontraban frente a ella en la mesa amontonados.

Había un par de alumnos delante de mí así que tuve que esperar a mi turno.

Llegó mi turno y la mujer me explicó cómo funcionaba todo y donde era mi primera clase, con las siguientes clases que venían no me preocupaba ya que me lo podrían decir mis propios compañeros.

Roxanne AikenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora