Cuando llegamos a casa subimos las escaleras sin hacer mucho ruido, me iba a meter a mi habitación cuando de repente la mano de Connor me hace pararme y girarme para ver su cara.
—Duerme bien Rox, buenas noches —lo miro raro ya que nunca tiene tanta amabilidad conmigo pero le devuelvo el gesto.
—Buenas noches Connor —sonríe para luego desaparecer por la puerta de su habitación. Yo no sé si este hombre es normal o no lo es.
Abrí la puerta de mi habitación y al pasar y dejar el móvil en la cama y todo cerré la puerta. Me puse el pijama que consistía en una camiseta y mis bragas y me metí en mi cama.
Me estaba quedando dormida cuando me vinieron unas imágenes a la cabeza parecían como si fueran flashbacks.
Terminé de hablar con Kilian e iba camino a casa cuando sentí que me seguían, me giraba para todos lados pero no veía absolutamente nada, además de que estaba oscureciendo ya, la mala suerte que tenía yo era que no había gente por esa misma calle, ni coches, no había ningún movimiento, ¿Porque siempre que pasaba algo nadie se encontraba por ese sitio?
Saque mi móvil temblorosa y empecé a marcar el número de Kilian, pero no pude porque alguien me lo arrebato de las manos tirándolo al suelo.
Levante mi cara con temor y me encontré enfrente a una cara que me sonaba de algo, era la de los chicos que le hablaron a Kilian en Christchurch.
—¿Qué queréis de mí?
—Queremos saber dónde está tu amigo Kilian.
—No sé dónde está.
—¿No sabes o no quieres decirnos?
—Las dos.
—Mala elección chica, mala idea.- Dijo la persona sin nombre.
Sin decir nada más sacó una pistola y me disparó en uno de los muslos y caí al suelo con un dolor terrible, al carme me hice daño en el tobillo también.
—La próxima vez será peor niña.
Cuando se alejaron y se perdieron por la esquina de la calle, intente llamar a Kilian pero mis dedos no atinaban a pulsar los números que eran. Intente tranquilizarme para poder hacerlo el dolor que tenía era insoportable y poco a poco se me cerraban los ojos.
Al fin pude llamarlo y cogió mi llamada al momento.
—¿Roxy?
—Ven a buscarme —dije sin fuerzas —. Estoy a cuatro calles de donde me viste por última vez.
—Voy ahora mismo.
En cuanto escuche eso mis parpados se cerraron.
Me desperté sudando y con miedo pero a la vez, ya sé que me pasó aquel día en Londres y porque tenía una herida de bala en el muslo y una torcedura de tobillo.
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Roxanne Aiken
Teen FictionDespués de un año de la vuelta de su mejor amigo, Rox se ve envuelta en una serie de acontecimientos. Nuestra protagonista tendrá que descubrir el misterio que se esconde a su al rededor y que ella está ligada a ese secreto.