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Ya en el coche y alejados de esa calle le hable

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Ya en el coche y alejados de esa calle le hable.

—He visto algo muy raro.

—¿Qué has visto? —Mira mi perfil de reojo, mientras sigue conduciendo.

—A Bastian hablando con un sujeto que no tenía muy buena pinta que digamos.

—¿Dónde lo has visto?

—En la misma calle que me has recogido con el coche — Connor me mira pero inmediatamente posa su mirada al frente. Cambia de carril y gira en la primera calle, va conduciendo a bastante velocidad que por unas calles tan transitadas está prohibido ir a tanta velocidad pero creo que a él le da igual que le pongan una multa o no —. ¿Quieres bajar la velocidad? Al final nos matamos por tu culpa Connor.

—¡Ahora no Rox! —Esta histérico.

—¿Y cuándo si? ¿Cuándo a ti te apetezca?

—Luego.

—¡No! Ahora. Solo estaba hablando con un tipo raro, no es nada del otro mundo Connor.

—Lleva raro un par de semanas y no es por alguna chica, lo conozco demasiado bien.

—Igual te confundes y no pasa nada extraño. Tan solo era un sujeto, nada más, no había nada fuera de lo normal. Le estaba levantando la voz y Bastian bajo la mirada y ya no puede observar más ya que tú llegaste. Creo que no me vio ni a ti tampoco.

—Quiero ver eso con mis propios ojos.

—¿Pasa algo malo Connor? Se sincero. Nadie me cuenta nada, parezco tonta al saber que soy la única que no sabe absolutamente nada.

—No eres tonta Rox, solo te ocultan cosas ya que te pondrías más nerviosa de lo que ya eres o eso es lo que me han contado.

—¿Qué? — Grite.

—Lo primero —hace una pausa —, no me chilles que estoy justo a tu lado por si no te has dado cuenta —me mira un segundo para después fijar la mirada de nuevo en la carretera —. Y segundo — suelta un suspiro —lo conozco desde haces años ni por una mujer esta tan raro, tiene que pasar algo para que el este así de nervioso. No queda ni con los chicos.

Sé que el día que me reencontré con mi familia estaba demasiado raro pero no sabía el porqué de ello.

Habíamos llegado a la calle de donde me había venido a recoger hacía ya un buen rato. Los ojos de Connor estaban posados en todas partes de esa gran calle para ver si podía ver a Bastian. Me fije que el coche del sujeto que hablaba con él doblaba la esquina con su coche y de ahí no pude ver más. Me quede mirando detenidamente la calle por si veía al mellizo y lo encontré caminando dirección al mismo callejón por el que había salido cuando vino hablar con aquel hombre misterioso.

No me percate que Connor había salido del coche hasta que lo vi yendo al callejón por donde minutos antes había ido Bastian, salí casi corriendo del coche hasta él y hacerle entrar en razón.

Roxanne AikenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora