Como ya me dijo Edouard, mis pertenencias ya se encontraban en el interior de la que será mi nueva habitación, en cuanto llegue por la noche a descansar en ella, como estaba agotada del viaje no me preocupe en deshacerlas.
Me había despertado bastante temprano para ser yo. Era una dormilona de pies a cabeza, me encontraba más tiempo dormida que despierta. Si no venían a levantarme, no me despertaba. Seguramente me habré despertado por los nervios que llevo conmigo, de estar en una casa ajena a la mía y con unos completos extraños, ya no tan desconocidos.
En estos momentos me encontraba en mi habitación colocando todas mis pertenencias en los armarios que tenía la estancia. Contenía dos puertas más de lo común, una de ellas era un inmenso baño, en el interior había lo imprescindible agregándole un jacuzzi enorme. En él me bañaría casi todas las noches, para dormir relajada.
Detrás de la última puerta nombrada se encontraba un gran armario, que estaba vacío cuando lo abrí por primera vez, pero ahora esta con algunas cosas mías. Aunque con lo grande que es, no creo que se llene entero algún día.
En estos momentos me encontraba en una de las gradas, en la pista de tenis sentada al lado de Kaden, ya que Connor y Edouard jugaban entre ellos.
Parecían profesionales jugando a este deporte, aunque solo fuera una afición que tenían desde pequeños. Esto lo sabía gracias a Kaden que me había contando varias cosas mientras esperaba sentado en las gradas junto a mí.
Connor no perdía ninguna oportunidad en la cual podía ponerme nerviosa. Por ahora no habíamos cruzado ninguna palabra desde que se presentó en el salón el día pasado. Eso no quiere decir que cuando nadie lo veía o cuando él "pensaba" que no lo miraba el resto de la familia, no intentaba ponerme nerviosa y efectivamente, lo conseguía.
—Mi hermano se fija mucho en ti —me comentó con burla Kaden. ¡Maldito Kaden! Gracias por recordármelo. Lo observe una milésima de segundo y seguí mirando al frente —, me di cuenta desde ayer, cuando estábamos todos en el salón. No te ha dejado de mirar desde que hemos llegado aquí —me afirmó algo que yo ya tenía constancia.
—Nada que ver Kaden, no me mira —miento descaradamente. Por algún casual, mi mirada se dirigió a Connor que nos estaba mirando para nada discreto y fruncía el entrecejo y mantenía su cara seria.
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Roxanne Aiken
Teen FictionDespués de un año de la vuelta de su mejor amigo, Rox se ve envuelta en una serie de acontecimientos. Nuestra protagonista tendrá que descubrir el misterio que se esconde a su al rededor y que ella está ligada a ese secreto.