Historiae et Fabulae

Capítulo 4: El fantasma del castillo

Un día como otro cualquiera, un grupo de adolescentes que no sabía dónde ir de fiesta, se coló por la noche en el castillo de Alcalá de Guadaíra, sin que nadie los viera. Allí pusieron música y empezaron a abrir las botellas de alcohol que llevaban, pues solo buscaban pasarlo bien y emborracharse.

Unas horas después de la medianoche, a pesar del ruido y del jaleo de la música y de los gritos de los jóvenes eufóricos por el alcohol, se escuchó un sonido parecido al de una puerta de madera cerrándose de golpe.

Extrañados, apagaron la música para ver si ese ruido era de alguien que se había dado cuenta de que estaban allí de fiesta sin permiso. Pero como no escucharon nada, algunos se dispusieron a encender otra vez el altavoz para poner música, y otros prefirieron ser precavidos y marcharse.

Nada más volver a ponerla, se volvió a escuchar aquel ruido extraño. Pero esta vez también se veía una luz y se escuchaban unos pasos. Los adolescentes, empezaron a preocuparse y a querer irse pero mientras recogían las botellas que no habían abierto aún y el altavoz, una mujer vestida de blanco apareció por una de las puertas que llevaban al patio del castillo y empezó a caminar hacia ellos con dificultad. La mujer caminaba apoyada en la pared y conforme se acercaba empezaban a aparecer manchas rojas de sangre en su vestido y comenzaba a parecer estar empapada de agua como si hubiese salido del río.

Los jóvenes, asustados, comenzaron a correr, pero el castillo ya no era el mismo. Todas las grietas desaparecieron, las rocas de las partes restauradas comenzaron a tener el mismo color que el de las demás, las partes rotas comenzaban a arreglarse... Estaba volviendo a ser tal y como era en la época musulmana.

A la mujer que les seguía empezó a desprendérsele la piel de la cara y a mostrar un rostro esquelético sin ojos ni labios que susurraba:

-¿Cómo osáis ensuciar mi morada y mancillar mi tumba y la de mi amor?

Al día siguiente, fue hallado por la guardia civil el cuerpo sin vida de los jóvenes flotando en el río con el estómago lleno de cristales de botellas y de partes de un altavoz...