Una historia agridulce...
Mayuri Chō, mejor conocida como MC en la RFA, tras pasar las fiestas decembrinas lejos de su familia por motivos de seguridad, decide hacer un trato con Luciel, su nuevo mejor amigo de la asociación, el cual consiste en la...
Antes que nada, disculpen algún desliz de palabra mal escrita o incompleta, poco a poco estaré corrigiendo detalles TuT Segundo, MUCHAS GRACIAS por leer mi fanfic, espero sea de su agrado. ^^ y comenzamos: :P
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El atardecer se veía como si fuese una pintura al óleo recién hecha, en donde los colores más intensos predominaban, estos se mezclaban con púrpuras y rosas pastel recorriendo todo el lienzo del cielo para así terminar con la esfera anaranjada y brillosa que ya no lastimaba la vista al esconderse en medio de las montañas. Poco a poco, los edificios comenzaron a cooperar con aquel paisaje, encendiendo una por una cada luz de tono amarillo, azul y naranja. Una colección de estrellas terrestres se tendía como manto que cubría la ciudad, dando por hecho que había terminado aquel atardecer y anunciando que la noche estaba presente. Sin embargo, el espíritu festivo se sentía en el aire, el frío era acogedor y entre cada calle, destellos de diminutas colecciones de luces navideñas adornaban ventanas, puertas y demás.
En algún observador abandonado de la ciudad, se había estacionado discretamente un Ferrari rojo. Al bajar, el pelirrojo que iba conduciendo, caminó hacia la puerta del copiloto, abriendo la puerta y ofreciendo caballerosamente su ayuda a la acompañante. Ella accedió a tomar de la mano de él y acomodó sutilmente la falda del vestido verde esmeralda que portaba al bajar. Ambos caminaron hacia una reja que tenía a la vista la profundidad de los gigantescos edificios que se dividían por diminutas calles. Era Navidad y ambos jóvenes habían decidido no celebrar, ¿las razones...? Realmente no era muy claro el porqué; el pelirrojo jamás tuvo buenos recuerdos de la fecha y la castaña por razones de seguridad, no podía acercarse a sus dos hermanas.
-Jamás he celebrado una Navidad... -confesó el joven en medio del silencio mientras limpiaba sus gafas amarillas con líneas oscuras y se recargaba en la reja, cuidando de no atorar su chaleco color verde oliva y su camisa blanca con algún ganchillo de fierro-, Mi familia... -dudo y tragó saliva-, bueno, quizás sea mejor que ahorre mis comentarios.
- Está bien, entiendo perfectamente que no podemos compartir mucha información personal, bueno... al menos tu, Seven - compensó la chica para evitar que no se sintiera con culpa.
-Creo que eres una persona cálida, gracias.
-Agradezco el cumplido, aunque... En tu caso, sí es necesario que sepas sobre mí. Sólo, si algún día buscas algo físico sin decirme, omite hurgar en mis cajones, por favor. - empezó a reír al momento de terminar el reproche directo, recordando que en una ocasión el chico le había hecho una broma sobre hurgar entre su ropa interior sin permiso.
El suspiro de Seven fue interrumpido luego de escuchar la broma, una contracción incómoda en el diafragma se manifestó después del cambio brusco de la toma de aire a una risa dolorosa.
-Tu amenaza me está matando, jajaja -sollozaba entre risas -, tendré que decirle a Yoosung que debemos abortar la misión "Copas en el espacio interior."
